Extra.

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Mae llevaba ya tres años enamorada del hermano mayor de su mejor amiga, Eija, cuando cumplió 10 años se sintió un poco extraña, comenzó a notar a Bill de una forma distinta, ya no solo era el niñito que las molestaba a veces cuando iban a casa de los Skarsgard a jugar, algo en él habia cambiado y eso le confundía a la pequeña Parsons. 

Cuando tenía 11 años supo que de verdad estaba enamorada de él gracias a la noche de Halloween, cuando decidieron que todos verían "It" en la obscuridad completa de su casa después de pedir los correspondientes dulces. Bill se sentó a lado de la pelirroja, le ofreció uno de sus chocolates que había obtenido y esto le pareció de lo más dulce, si bien Mae era asidua a ver cosas de terror gracias a los hermanos de su amiga e incluso a Eija misma, pero los payasos no le resultaban tan buena idea, menos después de ver un documental sobre un tipo que se disfrazaba para poder así cometer sus crímenes. 

—¿segura que quieres ver esta película? – Bill era el único que sabía de aquel documental 

—sí, creo ... 

—sí necesitas algo, solo dímelo ¿está bien? 

Ella asintió, Bill le tomo la mano después de comer una papita de su bolsita de frituras, para ella fue como si una corriente eléctrica recorriera su cuerpo, se había fijado en un niño de su colegio antes, pero jamás de la forma en la que se fijó en aquel sueco. La película iba a la mitad cuando Bill tuvo que abrazar a la pequeña Mae para que dejara de llorar, él sabía que no era la mejor idea, la llevo a la cocina para que los demás continuaran viendo el filme y Mae no tuviera que seguir escuchando todo lo que sucedía. 

—¿te sientes mejor? – la pelirroja solo asintió – te hare una sorpresa, mamá se lo prepara a Valter cuando se asusta 

—cuando tú lo asustas – corrigió Mae pasando su mano por sus ojos 

—pero eso no lo hare contigo, lo prometo 

Bill hizo un poco de leche con chocolate para Mae, cuando estuvo listo, coloco unos mini bombones arriba de la taza, eso le daba un sabor especial, se colocaron en un taburete, mientras ella bebía, Bill le contaba un cuento de un caballero que tuvo que luchar para rescatar a una princesa, cuando noto que ella se tranquilizó, tomo asiento de nuevo para poder abrazarla, no pretendía dejarla sola y menos en ese estado. 

Pero las cosas cambiaron cuando él cumplió quince, ya no era el niño que la cuidaba o incluso que la molestaba, simplemente para él no existían más las amigas de su hermanita, si las saludaba era por educación, pero cuando sus amigos llegaban a jugar videojuegos el mundo se desvanecía y ellas ya no encajaban en su mundo. 

—¿estás bien? – le pregunto Lex pasando su mano por delante de su cara – llevabas como media hora viendo hacia dentro 

—¿Mae? – Eija imito el gesto de Lex — ¿sigues con lo de mi hermano? Ya supéralo, es un idiota 

—es tu hermano – Mae desvió la mirada hacia la castaña – bueno, si, tienes derecho de decirle así 

—de verdad, no vale la pena que sigas enamorada de él 

—¿le has intentado decir algo al respecto? – cuestiono Lex 

—¡NO! – soltó rápidamente la pelirroja — ¿Cómo porque haría eso? 

—para que al menos sepas si puede haber algo entre el idiota y tú – Eija se encogió de hombros 

—no creo que sea adecuado – negó de nueva cuenta con su cabeza – mejor cambiemos de tema, puede ser que salgan y nos escuchen 

—¿nos vas a poner atención? – dijeron las dos al unisonó 

—sí, lo prometo 

Las chicas continuaron hablando de otras cosas, aunque Mae no dudaba echar una mirada de vez en cuando, si no podía decirle nada al menos le gustaba verlo. Cuando llego a su casa comenzó con la tarea, la mayoría de sus cuadernos estaban decorados con algunos corazones y dentro de estos la letra "B", a su mamá eso le parecía muy tierno, pero no sabía si le hacía bien a su hija enamorarse tan fuerte y a tan temprana edad. 

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