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Era de esperar que Bill no se sintiera tan cómodo viendo a Mae pero eso no les impedía intercambia alguno que otro mensaje, una llamada "por accidente" que se le escapó a la pelirroja, cosas varias que a ninguno de los dos les disgustaba.

Pero el decirle todos sus sentimientos a su amiga estaba presente en la cabeza del castaño todo el tiempo, ni siquiera podía concentrarse en el trabajo que estaba por terminar.

— ¡maldición! — dijo cuando el archivo frente a él se trabó

— Bill ¿ya tienes el...? — Stellan en la puerta — ¿todo está bien?

— no, se trabó esta cosa — dándole ligeros golpes al aparato — estaba a punto de terminar, me llevo toda la mañana intentando concentrarme

— a eso me refería cuando pregunté si todo estaba bien — se adentró a su oficina — ¿entonces?

— necesito hacer algo, pero también quiero terminar el trabajo, es importante, un cliente importante

— Bill, si necesitas unas horas puedes ir a donde quieras — le aseguro — terminas esto después

— no, no, primero te mando la propuesta, mañana es la junta y lo que menos necesito es quedarme por la noche, bueno, si todo sale bien, necesito esas horas para mi

— ¿Mae? — cuestionó el sueco con una sonrisa

— ¿te dijo mamá? — suspiró — sí, no puedo sacarme esa situación de la cabeza, así que quiero hablar con ella lo antes posible

— bueno, entonces termina eso y no esperes a la hora de salida, vete a ver a Mae — le guiñó

— gracias, espero que esto no tarde tanto en reaccionar

Su padre lo dejó tranquilo, el ordenador tardó unos minutos, pero por suerte todo estaba a salvo, en orden, terminó aquel trabajo que necesitaba mandar a media empresa para después salir corriendo a las oficinas donde trabajaba la pelirroja.

No sabía si llevar unas flores, creyó que eso era un poco cliché y que a ella no le gustaría la idea de que pareciera una película, él corriendo a su encuentro con el ramo, ella sin saber nada, entrando a su oficina y gritándole a los cuatro vientos que la amaba para que todos en el interior aplaudieran, negó rápidamente, ¿que acababa de pensar?

Mae por su parte estaba guardando todo, faltaban cinco minutos para salir, su jefe había aceptado todos sus artículos, no tenía trabajo pendiente por suerte, solo tendría que salir de ahí, llegar a su hogar y tomar una larga ducha en esa bañera que solo había usado unas cuantas veces.

Tomo su celular para ver la hora, entro a su cuenta de Instagram para perder un poco de tiempo, contesto un mensaje de su padre y después vio la conversación con Bill, estaba tan tentada a hablarle, tan concentrada en saber que podría utilizar de excusa para hacerlo, pero el ruido de la puerta la sobresalto.

— Hola guapa — sonrió el chico

— Amm Hola Owen — hizo un ademán con la mano — ¿qué haces aquí? ¿Te mando mi abuela?

El pelinegro dejó salir una risa.

— no, aunque no lo creas puedo tomar la iniciativa sin que tu abuela me lo pida — se acercó — ¿podemos hablar de eso?

— ya hablamos, no me gusto que hicieran eso y no puedo permitir que siga pasando — se cruzó de brazos — si quieres que seamos algo podemos ser amigos, no puedo ofrecerte nada más, por eso lo dejé claro en la primera cita

— lo entiendo, erre, hice mal en ir a buscarte sin ni quisiera preguntarte — se encogió de hombros — vi tan segura a tu Nonna que pensé que sería lindo pero acepto mi error

— y aceptó tus disculpas — tomó su bolso para dirigirse hacia la salida — pero no quiero que las salidas con otra índole continúen ¿está bien?

— dame una oportunidad en ese sentido, podríamos empezar desde cero si lo prefieres

Los dos ingresaron al elevador, Mae suspiro ya que estaba cansada de todo este drama, no quería tener nada con nadie a menos que fuera cierto sueco, Owen era muy lindo, era amable, pero solo podía verlo como amigo, sin nada romántico, este le cedió el paso y salieron del edificio.

Bill estacionó un par de calles atrás ya que no había ningún tipo de chance para aparcarse en la misma calle, estaba nervioso, nunca se sintió así cuando invitaba a salir a una chica, de hecho las citas con Mae previas a descubrir todo lo que sentía no habían resultado ningún problema pero ahora que tenía todo esto en el corazón, tenía que hablarlo y sacar todo del sistema sino explotaría.

Se quedó estático cuando vio aquella imagen, ¿era una broma?, Mae no podía hacer este tipo de cosas, ella no era así, Owen la tenía atrapada de la cintura, sus labios junto a los de ella, ya los había probado y no había opción de que ese doctor dejara así porque si a la pelirroja.

Negó, intento acercarse, pero sus piernas decían que huyera de ahí, que algo no estaba bien, dio media vuelta y volvió a su auto con una sensación de vacío.

Mae se soltó del agarre, frunció el ceño y después empujó al pelinegro, no podía creer que se atrevió a besarla.

— ¡Hey! — soltó por fin — no hagas eso, te dije que sólo podría verte como amigo y lo primero qué haces es besarme ¿qué te pasa?

— perdón, de verdad no era mi intensión, pero tenía que intentarlo

— ¿intentarlo? ... pensé que eras distinto, cuando alguien te dice que no simplemente no lo hagas — soltó un gritito lleno de rabia — será mejor que no nos veamos más, gracias por las buenas salidas, pero no quiero verte

— Mae, no, por favor

— ya es muy tarde Owen, lo siento — se encogió de hombros y comenzó a caminar — no me sigas, eso no

La pelirroja camino hasta el subterráneo más cercano, tomó la estación más cerca a la casa de Lexie, a ella siempre le contaba todo y ahora no le daban ganas de llegar a su casa, tenía rabia contenida.

Kevin y Bill se encontraban en un bar a las afueras de la ciudad, el sueco pensó en llamarlo a él ya que todos sus hermanos no serían de gran ayuda en ese momento.

— ¿seguro que los viste besándose? — cuestionó su amigo

— sí, no estoy ciego, fue una milésima de segundo, pero parecieron horas viendo como el otro la tomaba de la cintura para acercarla más a él— tensó la mandíbula — ya no tiene sentido que intente nada, ella está muy contenta con Owen

— deberías hablarlo, creo que ella podría tener una razón para haberlo besado — le dio unos golpecitos en la espalda — no sé, yo intentaría buscarla

— no, no voy a hacerlo, sé que se escucha muy orgulloso, pero realmente no quiero hacer más nada por algo que no va a suceder, no debí de engancharme tanto, es la amiga de mi hermana

— y a la mujer que amas, no te olvides de eso, no te des por vencido así de fácil, lucha, al menos intenta saber porque se estaban besando

Bill se limpió una lágrima que amenazaba por rodar por su mejilla, tomó más de la mitad de su cerveza de una sola vez, ese día no necesitaba nada más que eso, a su amigo y un par de cervezas que le ayudaran.

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