Plus One

34

A la hora de la cena Mae no se apareció en la mesa, Bill tuvo que contarles a todos como es que encontraron el lugar y la recompensa.

— por lo que veo lo hiciste horrible ¿no? — Gustaf bromeó

— ¡Hey! Chicos, no se hagan esos comentarios— My desaprobó la actitud

— es que Mae ahora huye mucho más — Alex se encogió de hombros

— no se metan en mis asuntos, si Mae no quiere bajar no necesitan saber por qué — Bill rodó los ojos — ahora con permiso me iré yo también

Sus hermanos comenzaron a abuchear cuando el castaño se levantó para ingresar a su habitación, se hizo el dormido cuando Valter entró un par de horas después.

La mente no le dejaba de dar vueltas y así en definitiva no iba a poder dormir, salió tratando de hacer el menor ruido posible, se sentó en los escalones de la entrada para poder pensar un poco, tomar aire y decidir qué era lo mejor para él, luego recordó la casa del árbol, no sería mala idea subir y tratar de despejarse un poco.

Comenzó a subir la escalera cuando escuchó un ruido, quizás alguno de sus hermanos la había encontrado, terminó de subir esperando que no tuviera que encontrarse con una escena desagradable, pero sucedió todo lo contrario, Mae estaba sentada en el bordillo del otro lado, Bill se aclaró la garganta para no espantarla y que sucediera un accidente.

— Hola — dijo sentándose a su lado

— Hey

— ¿puedo quedarme aquí? Solo un rato, prometo no molestar

— sí, si quieres — la pelirroja se encogió de hombros

El silencio reino de nuevo entre ellos dos, ¿cómo se supone que alguno de ellos empezaría la conversación? Bill no soporto más, esa sería la única oportunidad.

—es linda la vista — dijo Bill para poder sacar su conversación 

—sí, es un buen lugar 

Bill bufo, parecía que estaba de forma mecánica. 

— está bien, dije que no molestaría, pero la verdad es que necesito decirte cosas, no me puedo quedar con todo esto dentro y me voy a morir si no lo saco ya — dijo tan rápido Bill que tuvo que recuperar el aliento — ¿puedo?

— si — ella no dejaba de ver el horizonte

— necesito que me veas — le tomo la mano y ella giro un poco su cuerpo para verlo a los ojos — no se bien cómo comenzar, pero creo que lo más sensato es pidiéndote una disculpa, no sabía cómo actuar después de verte besándote con él, los celos se apoderaron y en cierta manera también te culpaba a ti por no decirme nada, pero debí hablarte, averiguar qué sucedía y no sólo salir huyendo de ahí

— Bill, no es tu culpa, yo debí aclarar mejor las cosas tanto con Owen como con mi abuela, tú no merecías nada de eso, me di cuenta hoy en la tarde que actúe muy mal y también me gustaría pedirte una disculpa — a Mae se le cristalizaron los ojos — sabes bien lo que siento por ti y también me sentí celosa después de lo de Lana, por eso actuaba tan raro

—Mae, me gustas, me enamore de ti de forma que no sé cómo explicarlo, sucedió y no voy a ocultarlo más, ni Lana ni nadie va a poder hacerme sentir esto, siento no haberlo dicho antes 

La observo unos segundos, ambos se querían y ese tendría que ser el momento para sincerarse el uno con el otro, comenzar algo que probablemente los dos tenían ganas de hacer ya desde tiempo atrás.

Bill la atrajo hasta él, ella rodeó su cintura con sus piernas, la sintió temblar mientras se acercaba lentamente, cuando sus labios se juntaron el mundo se volvió nada, estaban seguros, se sentían como en casa.

Mae jugaba con el cabello de Skarsgård, Bill comenzó a bajar un poco para repartir aquellos besos que tenían a la pelirroja en un estado de éxtasis.

— ¿estás segura? — le cuestionó el castaño ya jadeante

Ella solo asintió, él no espero mucho para curiosear bajo su pijama, acaricio su espalda descubriendo que tenía menos prendas que quitar, la piel de la joven se erizó un poco al tacto, agradeció que no hubieran quitado nada de los implementos de la tarde, así no sería incómodo el momento, ninguno de los dos había planeado que aquel encuentro terminara así.

La recostó y posó su cuerpo sobre ella, Mae dejo salir un jadeo casi imperceptible pero Bill sonrió al ver que estaba dispuesta a que de verdad sucediera, quiso darle un poco más de seguridad así que el primero en quitarse algo de ropa fue él, la playera que usaba como pijama cayó al piso al mismo tiempo que las manos de Parsons se paseaban por aquel abdomen, se sonrojó al ser descubierta, de nuevo sus cuerpos se juntaron pero esta vez Bill tenía toda la intensión de quitarle la misma prenda a Mae, la ropa que aún quedaba en ellos fue un estorbo unos segundos más tarde.

Aprovecho el momento de quitar sus prendas inferiores para besar sus piernas, volvió a ella y unió de nuevo sus labios, no tenía ganas de esperar mucho tiempo más, necesitaba hacerla suya y sentir que eso a ella le generaba bienestar.

Se adentró a ella de forma delicada, hizo algunos movimientos antes de poder tan siquiera verle la cara, Mae no necesitaba decir mucho, ella lo deseaba tanto como él, Bill entendió que podía ser un poco menos delicado y comenzó a moverse más rítmicamente, una de sus manos viajó hasta la pierna derecha de la pelirroja, la elevó un poco para darse más acceso, segundos más tarde ella ya había enredado sus piernas en la cintura de este para que ambos pudieran sentirse más cerca el uno del otro.

Disfrutaron de la cercanía, de los besos y las caricias que se proporcionaban, ninguno de los dos quería que ese momento acabara, la noche continuó de la misma forma, uniéndose cada vez más y llenándose de placer.

Mae se recostó en el pecho de Skarsgård cuando todo terminó, él alcanzó a darle algunos pequeños besos antes de poder abrazarla y tranquilizar su respiración, ahora ya eran parte el uno del otro.

Bajaron de aquella casa del árbol pasadas las 4 de la mañana, sus manos entrelazadas y alguna que otra mirada cómplice los acompañaba, cuando entraron a la cabaña no querían soltarse, Bill la acercó de nuevo a su cuerpo y la besó lentamente.

— te veo mañana — analizo sus palabras — al rato

— si — Mae se sonrojo, no lo había visto a los ojos tanto tiempo — descansa

— también tú, sueña lindo — le guiño

Mae sonrío, asintió, se atrevió a besarlo como despedida y camino casi sin ganas de moverse de ahí.

— Mae — la sobresaltó aquel susurro proveniente de Bill — te amo

Ella sintió que el corazón se le iba a salir.

— yo también te amo — sonrió para él— muchísimo

Él le lanzó un beso, ella corrió a su habitación, había pasado la mejor noche en muchísimo tiempo y no podía creer que Bill también la quisiera de la misma forma que ella lo quería a él.

Por su parte Bill entró a su habitación con una enorme sonrisa, se tiró en la cama analizando todo lo que había pasado aquella madrugada, en definitiva, estaba enamorado, la amaba y ahora no iba a tener la fuerza para separarse de ella.