Prólogo

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Hola, me llamo Amanda, tengo 19 años y voy a la universidad, físicamente soy de piel blanca, pelo negro, ojos castaños, y no muy alta, aunque eso lo compenso con mis zapatos, casi todos tienen al menos un pequeño tacón, si no, me siento enana, complejo de bajita, supongo.

-Amanda, date prisa o llegaremos tarde - me apremia Melody.

-Tranquila, se supone que es tu fiesta sorpresa de cumpleaños, da igual a qué hora lleguemos.

Melody es mi mejor amiga, por no decir que es la única que tengo, me tuve que mudar para poder ir a una universidad donde hacer la carrera que yo quiero, a Melody la conocí el primer día de clases, es una chica muy rara y aficionada a la magia, por lo que nos llevamos muy bien. Hoy es su cumpleaños, hoy cumple su mayoría de edad, por lo que está muy alterada, se supone que su familia le ha preparado una fiesta sorpresa, pero ella tiene conciencia de ella desde siempre, es tradición en su familia montar una gran fiesta cuando se cumple los 18.

-No lo entenderías, en mi familia hay varias tradiciones para el día de hoy - dice y me mira con ojos nerviosos.

-Lo pillo, lo pillo, démonos prisa.

Melody me sonríe, me agarra del brazo, y prácticamente me lleva a rastras durante todo el camino a su casa. Tardamos al rededor de 15 minutos en llegar, me dolía el brazo cuando por fin me soltó, está tan nerviosa, que está parada en frente de la puerta controlando su respiración, porque ya os digo yo que eso no es por la carrera, ella tiene una resistencia física que no es normal.

-¿No que tenías prisa? - le pregunto de forma juguetona para que se dé cuenta que va siendo hora de entrar, ella respira hondo y abre la puerta.

-Sorpresa - gritan todos nada más abrir la puerta.

Me sorprende todas las personas que hay aquí, nunca pensé que la familia de Melody fuera tan grande. La gente felicita a la cumpleañera uno por uno, lo cual se hace repetitivo y aburrido, pero no digo nada y sigo a su lado, es su día especial y no pienso ser yo quien se lo fastidie. Al cabo de un rato, muchos de sus familiares se han puesto a hablar conmigo, y la verdad es que hablan de un montón de cosas que yo no entiendo, por lo que solo sonrío y asiento, pidiendo internamente que Melody termine pronto y me salve de todo esto.

-Amanda - ¡aleluya! - parece que ya estás empezando a conocer a mi familia, me alegro - ¿es una broma?, sabes perfectamente que no me gusta socializar.

-An femina iuvenis est interesting, erit enim magnus socium proelium.

-¿Qué ha dicho? - pregunto confundida, esa mujer habla en otro idioma.

-Es latín - me explica otra mujer - quiere decir que eres una joven interesante, serás una gran compañera de...

-Universidad, serás una gran compañera de universidad - completa Melody.

-Vale - le digo no muy convencida, estoy casi segura de que no quiso decir universidad.

-Bueno, ¿qué tal si empezamos con la tarta? - propone Melody a todo el mundo.

Al final todos apoyan la idea y se empieza a servir el pastel, y aunque no he dicho nada, tampoco lo he dejado estar, más tarde le preguntaré, y si no, lo buscaré en internet, algo me dice que lo que dijo esa señora es importante, lástima que no sepa latín, pero si ya tengo complicaciones con el inglés, no me voy a meter a aprender otro idioma.

La tarde transcurre amena, aunque hay momentos en que no sé qué hacen, supongo que son las tradiciones de las que me habló Melody, casi hasta dan la imagen de un aquelarre de brujas en medio de un ritual, lo extraño del caso son dos cosas, la primera es que muchos de esos rituales se hacen hablando principalmente latín, y aunque me han comentado el idioma, no me han dicho lo que significa, lo cual no sería raro si, razón número dos, no me hubieran incluido en varias de ellas, en verdad que ha sido la tarde más rara de mi vida, que ya es decir.

-¿Te estás divirtiendo? - me pregunta Melody apareciendo a mi lado.

-Me divertiría más si supiera lo que hago, sabes que no entiendo nada de latín, la única palabra que sé es lux, que significa luz, hasta ahí llega mi latín.

-Lo siento, pero es que estas tradiciones son complicadas, te prometo que en un futuro te lo explicaré todo, pero ahora no - me dice seriamente, a lo cual resoplo.

-Está bien, esperaré - ella me sonríe con alegría.

-Gracias.

-De nada.

-Oh, se me olvidaba - dice y saca un colgante de su bolsillo - esto es para ti.

-¿Para mí? - pregunto extrañada y ella asiente sonriente.

El colgante consiste en una cadena plateada con una piedra color morado en forma de gota, y uniendo la cadena con la piedra, el enganche tiene como forma de flor o enredadera, con dos piedras blancas en cada lado. En mi opinión es precioso, pero no entiendo por qué es para mí, es su cumpleaños, no el mío, y no parece un regalo precisamente barato, sino todo lo contrario.

-¿Estás segura? - le pregunto y ella se ríe.

-Muy segura - y me hace un gesto para que me dé la vuelta - vamos, quiero ponértelo - no muy segura, me giro y retiro mi pelo para que no le moleste.

-Gracias - digo mientras lo observo.

-De nada - me dice aún más sonriente - puedes prometerme algo antes de volver con mi familia.

-Descuida que tendré cuidado y no lo perderé - ella suelta una ligera risa.

-Eso ya lo sabía, es otra cosa.

-Tú me dirás.

-Prométeme que serás mi socium proelium.

-No puedo prometer algo que no sé, porque estoy segura de que no significa compañera de universidad.

-Te aseguro que no es nada malo - la miro con el ceño fruncido - por favor - suspiro pesadamente.

-De acuerdo, te lo prometo.

-Sí, gracias - prácticamente grita - por cierto, yo tengo otro igual - me indica mostrándome un colgante igual al mío, solo que su piedra es de color rosa claro.

La noche fue un poco igual que la tarde, llena de actividades raras, yo me fui la primera de la fiesta, no podía más con el sueño, y todos los que estaban allí lo comprendieron y me desearon buenas noches, no entiendo cómo pueden tener tanto aguante, incluso había señoras de más de 70 años, y ellas como si nada. Pero hay algo que no dejo de darle vueltas, la promesa que le hice a Melody, no estoy segura de poder cumplirla, no sé lo que prometí, solo espero no meterme en un lío por ello.

Potestatem: el torneo de los dones *Completada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora