Potestatem: el torneo de los dones *Completada*

Capítulo 21

Me despierto completamente descansada, creo que no había dormido tan bien en mucho tiempo, y aunque me gustaría seguir en la cama, debo levantarme y alistarme, lo más seguro es que mi amiga y su familia me estén buscando, no quiero preocuparlos más de la cuenta. Me levanto, me visto y salgo de la habitación. Nada más salir del cuarto, un delicioso olor a tortitas me golpea, haciendo que mi boca se haga agua y mi cuerpo vaya en piloto automático hacia ese exquisito aroma.

Mi recorrido termina en la cocina, donde soy recibida por Aira y una bandeja de tortitas. Ella me incita a sentarme a la mesa y desayunar, y yo con mucho gusto le hago caso, nunca desaprovecharía la oportunidad de comer tan rico manjar, bueno, tal vez exagero un poco, pero es que no puedo resistirme a unas ricas tortitas con sirope de chocolate, y lo mejor de todo, Aira lo tiene, no sé cómo es posible que consiga sirope de chocolate viviendo en medio de un bosque, pero en fin, a comer se ha dicho.

-¿Te han gustado? - me pregunta al terminar de desayunar.

-Me han encantado, aunque creo que debí dejar la última tortita, estoy empachada - ella se ríe de mi ocurrencia.

-Me alegra que te hayan gustado.

-Aira, me temo que me tengo ir, mi amiga debe de estar preocupada.

-Lo entiendo, pero prométeme una cosa.

-¿Cuál?

-Que volverás una vez hayas ganado el torneo, porque estoy segura que lo ganarás - sonrío ampliamente, en verdad que Aira es super maja.

-Te lo prometo, es más, vendré con Melody para que se conozcan, estoy segura de que se llevarán genial - su sonrisa desaparece y ve seria, ¿he dicho algo malo?

-Me temo que no puede ser, este bosque no es uno normal, jovencita, muchos afirman que está encantado, y en cierta forma lo está, no conozco exactamente lo que se cuenta de este lugar, pero lo que sí sé, es que todo aquel que entra, aparece muerto en el límite del bosque al día siguiente - ¿qué?

-¿Está... está de broma? - mentiría si dijera que no estoy asustada, ella niega con la cabeza.

-No, tú eres la primera desde hace mucho tiempo que el bosque no mata, supongo que porque no has entrado con mala intención, sino por un accidente - joder.

-Ahora sí que quiero salir de aquí cuanto antes, no quiero que el bosque cambie de opinión - no le tengo miedo a la muerte, pero tampoco quiero morir.

-No te preocupes, eso no pasará, como he dicho, tus intenciones aquí no son malas, descuida que puedes venir cuando quieras, además de que me has prometido venir a visitarme - asiento no muy convencida, pero es cierto que se lo he prometido, así que ni modo.

Finalmente me despido de ella y sigo la ruta que me ha indicado para poder salir del bosque, al parecer hay varios indicadores y caminos en este lugar, lo cual me sorprende para ser un lugar que se tacha de encantado, pero bueno, ya le preguntaré a Melody al respecto cuando vuelva, lo primero es lo primero, recordar las indicaciones de Aira para poder salir del bosque y no perderme por el camino, que dada mi suerte últimamente, me podría suceder.

Al no tener reloj, no sé cuánto tiempo he estado caminando, pero dado que me estoy empezando a cansar, yo diría que llevo sobre una hora caminando, por suerte, creo ver la salida justo enfrente, por lo que acelero un poco mi ritmo, y en menos de un minuto ya estoy fuera del bosque, a lo cual me veo obligada a poner mi brazo sobre mi frente para que la luz del sol no dañe mis ojos, las ramas y hojas de los árboles impedían que parte de la luz solar no entrara, y sin ellas me he encontrado de golpe con toda ella.

Cuando creo ser capaz de ver bien sin nada, retiro mi brazo y me alzo en el aire para ir volando hacia la civilización, la cual está bastante lejos por lo que veo. Por suerte, mis energías están totalmente restauradas, por lo que puedo usar mi don de la mente y el viento para ir rápidamente hacia allí, de seguro Melody debe estar de los nervios buscándome, y también estoy segura de que sus familiares capullos encantados si yo no vuelvo, pero no van a tener suerte.

El tiempo volando se me hace eterno, lo único que quiero es volver cuanto antes. Por fin, la casa de Melody queda a la vista, y poco a poco voy descendiendo hasta aterrizar en el jardín delantero. Para mi suerte, la puerta está abierta y puedo entrar sin ningún problema, aunque apenas acabo de entrar, y ya quiero salir, los gritos que se escuchan dan miedo, creo que son de Clarisa, esa mujer es casi tan temible como mi madre, y por su tono de voz, está claramente enfadada.

-Banda de patanes insensibles, estamos hablando de la mejor amiga de Melody, de su socium proelium - grita entre otras cosas, no entiendo muy bien lo que pasa, por lo que me acerco a Melody.

-¿Qué es lo que le pasa a tu madre? - le pregunto en un susurro a su oído, temo que Clarisa me oiga y se desquite conmigo, da miedo.

-Amanda ha desaparecido y algunos miembros de la familia se muestran indiferentes, a lo cual mi madre ha explotado - me responde sin dejar de ver a su madre, la cual sigue gritando.

-Eso lo explica, aunque no me sorprende, hay demasiado capullo aquí - ella suelta una pequeña risita.

-Eso mismo dice Amanda - ahora soy yo la que ríe.

-¿Y quién crees que soy si no? - ella se sorprende y me mira aún perpleja - hola.

-AMANDA - grita demasiado cerca de mi oído.

-No grites, que me dejas sorda - me quejo medio gruñendo.

El silencio se hace presente en la sala, me giro para ver al resto y me encuentro a la mayoría con la misma cara que Melody, una de auténtica estupefacción, mientras que otros tienen caras molestas, seguramente por mi presencia, si ya sabía yo que esos capullos se alegrarían de que no apareciera nunca más, o mejor, si ese bosque me hubiera matado como al resto de personas que entran en él, pero no, sigo vivita y coleando, por lo que tendrán que aguantarme una temporada más, o mejor dicho, yo tendré que aguantarles un tiempo más.

-¿Dónde demonios te habías metido? - me pregunta mi amiga saliendo del shock y ocasionando que me piten los oídos.

-En un bosque al este de aquí, pero en mi defensa diré que no estuve ahí por gusto, una ráfaga de viento muy fuerte me llevó mientras estaba volando, y después no tuve la suficiente energía para volver a volar.

-¿Un bosque al este de aquí?, debes de estar confundida, el único bosque que queda al este de la ciudad es el bosque del espíritu - me dice Felipe.

-¿Ese es el bosque encantado que se dice que quien entra sale muerto? - pregunto y él asiente.

-¿Cómo es que conoces la leyenda?, yo nunca te hablé de ese bosque - me dice Melody.

-Me lo contó la señora mayor que vive allí, ella también se sorprendió de encontrarme en ese lugar.

-¿Hay alguien que vive en el bosque del espíritu? - pregunta alguien, a lo cual asiento.

-Sí, aunque no me contó mucho sobre la leyenda del bosque, solo que si entras, al día siguiente encuentran tu cadáver en el límite del bosque, ¿es solo eso o hay más? - pregunto.

-La leyenda dice que en ese bosque vive un espíritu muy poderoso, de ahí su nombre - me contesta Felipe.

-¿Y por qué el espíritu mata a la gente que entra? - y sobre todo, ¿por qué no me mató a mí?, aunque tal vez Aira tenga razón y fue porque entré por accidente.

-Se dice que antiguamente el espíritu entrenaba a todo aquel que iba al bosque en busca de ayuda, pero que de un día para otro, dejó de aceptar a la gente, ya no quería entrenar a nadie más, al principio a quien entraba le echaba, pero como la gente seguía yendo, ya no solo los echaba, sino que los mataba, así que la gente no volvió a entrar al bosque, salvo algún que otro insensato.

-Pues vaya.

A mi parecer, el espíritu no es malo, sencillamente se hartó de que la gente invadiera su bosque en busca de entrenamiento, él quería tranquilidad y la gente no le dejaba en paz, así que tiene sentido que a mí no me hiciera nada, yo no buscaba al espíritu para que me entrenara, ni siquiera sabía que había uno, yo acabé ahí por accidente, pero ahora mi duda es ¿por qué Aira vive en ese bosque?, sobreentiendo que ella no molesta al espíritu y por tanto este la deja vivir allí sin problemas, pero no veo por qué ella quiere vivir allí, tendré que preguntárselo cuando la visite al final del torneo.