No siento mi cuerpo del cansancio que llevo encima, los recuerdos del combate se muestran borrosos en mi cabeza, mis párpados parece que pesan una tonelada, igual que el resto de mi cuerpo, no soy capaz de mover ni un mísero músculo, es como si mi cuerpo se hubiera vuelto de granito, ¿hay algún don que lo provoque?, no creo, pero lo que está claro es que me va a resultar imposible levantarme de la superficie en la que me encuentro, porque no las tengo todas conmigo de que sea una cama, es algo rígida, y las camas de la casa de Melody son más blanditas.
El tiempo pasa, y yo sigo sin poder moverme, esto ya empieza a ser desesperante, quiero moverme, quiero abrir los ojos, quiero levantarme, y sobre todo, quiero comer, que tengo hambre, y algo de sed. El silencio de la estancia es roto con el sonido de la puerta abriéndose, espero que sea alguien que me ayude a salir de este estado de semi coma, un doctor o doctora de este extraño mundo con un don que me libre de esta, aunque en teoría Melody debería haber podido curarme, tiene el don de curación, pero el problema es que no recuerdo haber salido herida.
-No despierta, debería de haber despertado ya - oigo decir a alguien, creo que es Melody.
-Lo siento señorita, pero su amiga gastó mucha energía durante el combate, su cuerpo no tenía apenas energía, y aún así se las arregló para formar un viento con la potencia de un huracán, es normal que tarde en despertar.
Osea, que esto me lo he provocado solita, buena yo, al menos me quedo con que he sido capaz de usar mi don de los cuatro elementos, específicamente el viento, aunque sea inconscientemente, pero lo he hecho, venga, ahora hacia arriba, el próximo elemento el fuego, no solo porque Melodía, la abuela de Melody, me lo dijera, sino porque a la próxima quiero ser yo la que lance bolas de fuego a sus rivales, me niego a volver a ser el blanco de tiro de nadie, solo faltaba eso.
-¿Y cuándo despertará?, estoy muy preocupada.
-Dale tiempo, mañana o pasado mañana despertará.
¿Qué dice señora?, despierta ya estoy, el problema es que no puedo ni abrir los ojos, aunque espero poder hacerlo pronto, además de que no sé cuánto tiempo llevo inconsciente, y la segunda fase del torneo debe ser dentro de poco, no puedo permitirme seguir en cama, tengo que entrenar, no puedo dejar sola a Melody. Mi amiga agradece a la enfermera y esta se retira cerrando la puerta, pues vaya, viendo el panorama de la ciudad, yo esperaba un mejor servicio sanitario, que timo.
-Lo siento, todo esto es mi culpa, no debí pedirte participar cuando ni siquiera dominabas un don, creí que podría sola, y si no fuera por ti, habríamos perdido en la primera ronda, aunque no es como que podamos participar en la segunda, esta tarde se determina el orden de las batallas, y tú no estás en condiciones de combatir, lo mejor es que nos retiremos.
Ni un cuerno, no me he arriesgado a acabar achicharrada y terminar en este estado para que nos rindamos ahora, yo no me rindo, y a ti te llevo conmigo aunque sea de la oreja. Oigo como arrastra la silla y cierra la puerta detrás de ella, a lo cual me desespero y tengo ganas de gritar de pura frustración, no puede hacer eso, no dejaré que lo haga, antes era ella la que quería participar, y ahora soy yo, debe haber alguna forma de llegar al estadio antes que Melody, vamos Amanda, piensa, piensa.
Ojos, abriros de una maldita vez. Como por arte de magia, puedo abrir los ojos, perfecto, ahora el resto del cuerpo. Lo intento y lo intento, pero no consigo que mi cuerpo responda, tendré que pasar al plan B. Una de las cajas, la gris y negra, comentaron que podría ser el don de la mente, por lo que, aferrándome a esa esperanza, intento usar mi mente para obligar a mi cuerpo a ponerse de pie. Cierro los ojos y me concentro en ello, pero los abro al darme cuenta que sigo tan tiesa como una tabla, no ha funcionado.
Frunzo el ceño al no notar la camilla, no me digan que ahora he perdido la sensibilidad en mi cuerpo, que gracia. Suelto el aire por la nariz con fuerza, en verdad que quiero gritar de la frustración que siento, no sé cómo los paralíticos pueden vivir así, dan ganas de suicidarse, eso, o que yo soy muy dramática, que tampoco lo descarto. Me centro en el techo, tampoco es que pueda hacer otra cosa, un momento, no recuerdo que el techo estuviera tan cerca, o una de tres, o he perdido la facultad de la profundidad, o el techo ha descendido, o yo he subido, y por lógica, me quedaría con la primera que es la que tiene más sentido.
Intento girarme, me concentro para ello, y me doy cuenta que estoy flotando en el cuarto. Ay madre, y yo con mi miedo a las alturas. Amanda, concéntrate, tal vez esta sea la única forma de llegar al estadio. Intento ver mi atuendo, y sí, llevo una bata de hospital, así no salgo a la calle ni loca. Mente, haz que deje de levitar y mi cuerpo reaccione de una vez, tengo que vestirme y alcanzar a mi amiga. Definitivamente debo de estar mal de la cabeza, solo a mí se me ocurre hablar mentalmente a mi propia mente, si es que soy de lo que no hay.
De un momento a otro dejo de levitar y me doy de lleno con el duro suelo, ni siquiera tengo la suerte de caer en la camilla, no, al suelo, mi suerte a veces parece un chiste malo. Con dificultad, y algo de dolor por el golpe, consigo ponerme de pie y buscar mi ropa, espero que esté aquí, en verdad que no quiero ir por la calle con esta bata de hospital, es muy parecida a la de los hospitales de mi mundo, no es que yo la haya tenido que usar, pero sí la he visto en la televisión en algún reportaje, y cubre tan poco como esas.
Ajá, en esta habitación hay un mueble, y dentro de él está mi ropa, no es la misma de cuando tuvimos el combate, imagino que esa se la llevaron para lavarla y la sustituyeron por esta que está limpia. Me cambio en un visto y no visto, ya que tengo bastante prisa, no tengo ni idea de dónde queda el estadio, y tengo que llegar antes de que Melody nos elimine del torneo, ya podría haber pensado en esto antes, estoy tan preocupada por lo de la descalificación, que ni me voy a poner a celebrar que he despertado otro don, el cual es el don que yo quería, el don de la mente.
-Bien, ahora llegar al estadio - pienso en voz alta.
El problema va ser cómo lo hago, no tengo coche, no sé cómo llegar, andando no llego a tiempo ni de broma, tampoco puedo llamar a alguien, no tengo teléfono, lo dejé en la habitación de la casa de Melody, y está claro que no me lo iban a traer al hospital. Mi única opción es una total y absoluta locura, que es básicamente ir levitando como estaba haciendo apenas hace unos momentos en esta habitación, el problema es que como me caiga me voy a dar el mayor golpe de mi vida, y eso claramente si sobrevivo a la caída, pero el que no arriesga, no gana, ¿no?
Abro la ventana y miro para abajo, mala idea, está muy alto. Me meto para adentro y respiro. Yo puedo, yo puedo, solo tengo que hacer como Peter Pan, pensar en cosas felices y no mirar hacia abajo, es simple, yo puedo. Vuelvo a acercarme a la ventana y me concentro para intentar levitar, espero que funcione, no tengo otra alternativa si quiero llegar a tiempo, por favor Dios, dame fuerzas y no permitas que me pegue el talegazo.
Salto y me mantengo en el aire, milagro, menos mal que ha funcionado, ahora a ver cómo me las arreglo para desplazarme. Después de muchos intentos, consigo moverme por el aire como si estuviera nadando, de seguro el que me está viendo ahora debe de estar pensando que chica más rara, pero una hace lo que puede con lo que tiene, y lo importante es llegar, no el cómo, por muy vergonzoso que sea.
Al ver que a este ritmo no llego ni para mañana, porque he conseguido la suficiente altura como para ver el estadio del Potestatem, invoco al viento para que me dé un empujoncito, pero como aún no lo controlo, salgo disparada por el aire, literalmente. Lo bueno, en menos de un minuto ya estoy ahí, lo malo, que voy sin frenos hacia la arena, la torta que me voy a dar va a ser de campeonato.
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Potestatem: el torneo de los dones *Completada*
Fantasy¿Qué pasaría si de un momento a otro descubres que tu mundo está conectado a otro?, y no solo eso, sino que tu mejor amiga proviene de ese otro mundo. Pero eso no es todo, su especie es como la humana en apariencia, pero ellos, a diferencia de nosot...