Detrás del librero (Dramione +18)

Capítulo 12 Hasta que te mueras

Cuatro pares de ojos vieron cómo Ginny caía al suelo. Pasó como en cámara lenta.

Hermione veía con horror de Harry a su amiga en el suelo. Zabini buscaba con desesperación su varita en su túnica. Ron se llevó una mano a los ojos y los frotó con fuerza, no creía posible que lo acababa de ver fuera real.

Para cuando Zabini encontró su varita y le apuntó a Harry, ya era muy tarde, Draco había llegado hasta él y todos vieron cómo el niño que vivió caía al piso igual que Ginny, porque el Slytherin rubio le acababa de dar un golpe muy fuerte, Hermione estaba segura a pesar de los metros que los separaban, que le había roto la nariz.

- ¡Eres una basura! – le gritó Draco a Harry, le dio una patada en el estómago que hizo que se quejara de dolor, no esperó que le respondiera y se volvió hacía Ginny - ¡Levántate, Weasley! ¡Levántate y que esta escoria no te vea en el piso nunca! ¡Weasley, ponte de pie, ahora!

- Es suficiente Draco, deja de gritarle.

Blaise se había movido junto a Ginny y se agachó con ella. La pelirroja estaba destrozada, tenía un hilo de sangre que le salía del labio y éste se le estaba hinchando. Gruesas lágrimas le caían por las mejillas. Sollozó y Blaise le puso una mano en la espalda para reconfortarla.

- Tranquila, está bien Ginevra. Mírame – la tomó de la barbilla – estás bien.

- ¡Ginny! ¡Aléjate de él! ¡No cabe duda de que sí eres una zorra! ¡Me alegro que todos estén aquí, para que vean que eres una cualquiera!

El grito de Harry, aun en el piso, hizo que Hermione y Ron reaccionaran. Se acercaron a dónde estaba Ginny. Ron miró a su pequeña hermana, golpeada, llorando y sufriendo por un estúpido que la acababa de llamar zorra, y sacó su varita apuntándola a su amigo de lentes. Sus ojos casi podían mostrar el color rojo de la ira que sentía en ese momento. Harry debía sufrir y él estaba dispuesto a causarle mucho dolor.

- ¡Cruccio! – gritó con coraje.

El hechizo dio en un montón de papeles y cosas viejas, justo a la derecha de Harry, Draco lo había desviado moviendo la mano de Ron en el último momento. El pelirrojo lo fulminó con la mirada.

- No lo hagas, Weasley. No me malentiendas, se lo merece, pero una vez que lo haces, no hay marcha atrás. Mejor hagámoslo sin magia, será mucho mejor para ti y para mí.

Ron asimiló las palabras de Malfoy. Miró a Harry y por primera vez vio a alguien que no reconocía; una persona patética, llena de rencor y odio, una mala persona que se atrevía a pegarle a su novia. Le sonrió a Malfoy sin que la sonrisa le llegara a los ojos y los dos se acercaron a Harry que seguía en el piso.

- Alto los dos - la voz de Hermione hizo que se detuvieran en seco, tomó a Ron de la mano – ve con tu hermana, Ginny necesita de su hermano mayor ahora.

- ¿Te encargarás de Harry?

- Por supuesto, Ron. Anda, ve.

El pelirrojo le dedicó una última mirada de odio a Harry.

- ¿Entonces tú lo agarras y yo lo golpeo?

- No vamos a golpearlo Malfoy.

- Prefiero a Weasley que a ti.

- Y yo preferiría que esto no estuviera pasando. No le tocarás ni un pelo a Harry.

Draco se quejó y Hermione lo ignoró, se agachó junto a su amigo en el piso. Por un momento él creyó que lo ayudaría a levantarse, le extendió la mano para que ella lo tomara. La castaña vio la mano y luego lo miró a él a los ojos.