Detrás del librero (Dramione +18)

Capítulo 23 ¿Luz?

Era muy raro para Draco ver a Pansy Parkinson moviéndose libremente por el ministerio. Se podía decir que ella fue igual de mala persona cómo lo fue él, y ahora los dos buscaban lo mismo, ayudar a encontrar a Granger.

Parkinson llevaba esas tres semanas ayudando en lo que podía, cómo todos. Draco aún no comprendía bien cómo había terminado ahí pero tampoco se había tomado tiempo para entenderlo. Lo que sabía era que después de exigir que entregaran a Potter a Voldemort aquella noche en la batalla de Hogwarts y de que la llevaran a las mazmorras, ella había escapado de ahí.

Estaba convencida de pelear a favor de los mortífagos, pero cuando salió y vio todos los cadáveres y toda la destrucción que había ocasionado esa guerra, se horrorizó. Nunca había visto morir a nadie, pero no podía ser que el lado que ella siempre había defendido pudiera hacer que se derramara tanta sangre, no tenía nada que ver con la grandeza que profesaban.

Huyó de la batalla, y se replanteó toda su existencia. Un tiempo después hizo lo imposible para que Kingsley la aceptara para ser aurora y después de meses lo consiguió, por eso estaba ahí junto los otros dos participantes de la guerra, aprendiendo.

Pero eso no quitaba que fuera raro verla preocupada por el paradero de una sangre sucia, y siempre tan cerca de Weasley. Draco creía que algo pasaba entre ellos, pero no preguntaba, porque de nuevo, eso significaba perder valioso tiempo.

Ese día, después de ir con los padres de Granger y no lograr absolutamente nada, se había despedido de Blaise, Ginny y Luna y se había ido al ministerio. Sus mentes estaban tan dañadas que era incluso imposible para los medimagos obtener algún tipo de recuerdo de dónde habían estado o qué habían estado haciendo, y eso frustraba mucho a Draco.

Así que esperaba con impaciencia a que todos llegaran a la reunión a la que los había citado Kingsley. Weasley, Potter, Parkinson y otras siete personas, todos aurores, ya estaban ahí. El ministro entró a la sala y las puertas se cerraron detrás de él. Pansy le sonrió y le guiñó un ojo a Draco, le gesticuló un "tengo una pista", el rubio frunció el ceño.

- Tenemos nuevas pistas relacionadas al caso Hermione Granger – Draco se cruzó de brazos, no esperaba algo nuevo – gracias al departamento de Cooperación Mágica Internacional, encontramos un lugar con rastros de la magia de la señorita Granger – Draco prestó total atención – creemos que estuvo ahí por aproximadamente cinco días.

- ¿En qué país, ministro? – preguntó un auror.

- México.

- ¿Estuvo ahí hace cinco días? – le preguntó Draco con esperanza, eso significaría que hasta hacía cinco días, ella estaba viva.

- No lo sabemos exactamente, los rastros de magia son confusos, es cómo si ella dejara rastros para nosotros, pero al mismo tiempo es cómo si no fuera ella. El Departamento de Operaciones Mágicas Especiales nos tendrá al tanto de esto. Y por último, cómo todos saben, desde que nos enteramos de que los que se llevaron a Granger son hombres lobos, este tema se volvió prioridad en el mundo mágico. Y cómo recordaran todos los amigos de Granger y todos los aquí presentes nos sometimos a un examen para encontrar algún rastro de cualquier tipo que se relacionara con hombres lobo – todos asintieron – Harry Potter fue el único que estuvo en contacto con un hombre lobo según los resultados que les comenté la semana pasada.

Todos lo podían recordar con claridad, cómo el ministro había leído en voz alta los resultados de ese examen y cómo tras abrir los ojos con sorpresa había ordenado que se detuviera a Harry Potter. Por el contrario de lo que todos esperaban ante la revelación, Harry se había mostrado igual de sorprendido. Había sacado su varita con lentitud y la había dejado sobre la mesa.