Capítulo 21 Quiero más

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Cuatro días después de que Hermione accediera a acostarse con Malfoy, él la había convencido de ir a visitar a sus padres. Habían discutido porque ella quería informarle al ministerio dónde estaban y dejarles su recuperación, no quería interferir en el asunto de curarlos, Malfoy había tenido fuertes dolores de cabeza durante esos días y ella aseguraba que era por el contra hechizo que practicó con él.

Así que discutían una y otra vez, y tenían sexo otras tantas.

Draco le dijo que deberían de desmayarlos y llevarlos a San Mungo, a él le sonaba lógico. Pero Hermione no quería lanzarles más hechizos. Así que finalmente la convenció de ir a verlos sólo de lejos para asegurarse que estuvieran bien, le dirían al ministerio dónde estaban después de verlos, y ella estaría muy al pendiente de su recuperación, desde Hogwarts.

Así que con ayuda de Siddy se aparecieron a las afueras de Dunein.

- Señor Malfoy, señorita Granger, si necesitan algo sólo llámenme. Señor Malfoy hizo una excelente elección con mi nueva ama.

Y se desapareció con un "plaff". Hermione se cruzó de brazos y miró a Malfoy.

- ¿Nueva ama?

- No me ha visto con la misma mujer por más de un día. Tú tienes la culpa por querer pegarte a mí todo el día.

A Hermione ni siquiera le molestó su idiota comentario, se quedó con una sonrisa boba porque un elfo la considerara su nueva ama por estar con Malfoy. Luego se pellizcó fuerte y discretamente el brazo por pensar semejante estupidez.

¿Cómo llevaba el estar enamorada de Malfoy? Mal. Él tenía razón y ella se había mantenido pegada a él cuando no estaban discutiendo, pero el rubio no había protestado por la cercanía. No era tan tonta cómo para besarlo y abrazarlo cada que podía o hacerle ojitos soñadores, pero sí se había mantenido muy cerca de él. Trataría de que esto no se le notara mucho durante el día y medio que les quedaba fuera de Hogwarts.

- ¿Quieres que pongamos la tienda aquí? Para empezar a poner los hechizos de protección contra los muggles.

- Quiero ver a mis padres. Según Siddy nos dijo, suelen ir a comer algo en una hora, vayamos a la cafetería que nos dijo.

- Como quieras, Granger.

Se aparecieron detrás de un gran edificio y caminaron hasta Tasse Café, dónde Draco pidió lo mismo que Hermione, recordándole por un momento cómo Harry y Ron lo habían hecho también hacía más de un año, antes de que la mesera se alejara, la castaña le pidió un pequeño cambio en la orden de Draco, se encogió de hombros ante la ceja enarcada del rubio.

- Australia es hermoso. Los paisajes, los edificios, todo es hermoso.

- ¿También yo?

- ¿En serio Malfoy?

- Iba a decir que yo lo era también, así que nosotros seriamos hermosos, Granger, pero sólo buscaba una excusa para decir que tú lo eres.

Hermione no supo que contestarle, pero en ese momento les llevaron las bebidas que pidieron. Draco miró con confusión su bebida, era color verde y tenía postres arriba, cómo pastelitos y galletas, la de Hermione era color casi rojo y tenía más comida arriba.

- Granger, no sabía que los muggles servían pociones.

- No son pociones Malfoy, tu bebida es sabor matcha, la mía es de fresa. Porque somos Griffyndor y Slytherin ¿entiendes?

Detrás del librero (Dramione +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora