Grita mi nombre © [EDITANDO]

♧Capítulo 14♧

Capítulo dedicado a mi amigo @JoseBV258 gracias por creer en mí. Espero de todo corazón que encuentres a tu Leonor Mitchell. Te quiero mucho

Dylan Turner

Sentimientos. Emociones. Sensaciones. Son cosas muy diferentes pero que sin embargo se mezclan entre sí y me provocan miedo. Miedo a lo que pueda llegar a pasar, miedo a perder el control, a ser vulnerable otra vez, a estar de nuevo en la cuerda floja y no tener equilibrio, y caer hacía el agujero negro del que tanto me costó salir. Aunque no estoy del todo afuera, a veces mis sentimientos me hacen perder la razón, la coherencia, la conciencia... y aunque sé que he avanzado mucho, no quiero echar todo por la borda, pero muchas veces, es inevitable.

—Hasta que te encuentro, imbécil —Everett llega a mi lado me da una palmada en el hombro y yo sólo me giro para verle.

—¿Por qué estás tan agitado? —pregunté

—Porque necesito... —llenó sus pulmones de aire y poco a poco lo fue soltando. —Necesito saber, donde puedo encontrar a Leonor.

—¿Y qué te hace pensar que yo sé donde puedes encontrarla? —mi tono salió más rudo de lo que pretendía.

—Sé que sabes donde vive. Por favor, necesito que me des su dirección —mi mejor amigo me miraba con los ojos llenos de súplica.

—A ver, déjame ver si entendí —me crucé de brazos. —Te desapareciste todo el día de ayer, no respondiste ninguno de mis mensajes ni llamadas, y ahora vienes y me pides que te de la dirección de Leonor, y lo primero que salió de tu boca cuando me viste ni siquiera fue un hola, fue un insulto. ¿Qué carajos pasa contigo, Everett?

—Por favor, te lo explicaré todo después, pero por favor necesito saber dónde vive Leonor —sus ojos se llenaban de desesperación poco a poco.

—Bien, pero ni creas que te daré su dirección —el chico me miro confundido. —Yo te llevaré.

—¿Qué? ¡Oh, vamos! —bufó. Yo cerré mi casillero y metí los libros a mi mochila.

—Te espero a la hora de la salida en el estacionamiento —sentencié.

—Espera un momento, ¿por qué no quieres que vaya solo? —preguntó

—Ni siquiera te conoce bien, quizá crea que la estás acosando —la cara del pelinegro paso de la confusión a la burla.

—Por el amor de Dios, Dylan. Te recuerdo que si nos conocemos ella y yo es por tu culpa, tú nos presentaste, y ahora necesito hablar con ella de algo muy importante.

—¿Y qué es eso tan importante de lo que tienes que hablar con ella? —inquirí

—Eso es un tema que sólo nos incumbe a Leonor y a mí —su tono de indiferencia me molestó.

—¿Y desde cuando son tan cercanos? —mi voz estaba llena de rabia.

Everett me observó por un segundo, después su expresión me hizo darme cuenta que él ya sabía lo que llevaba mucho tiempo tratando de ocultar.

—Dios mío, ¿estás celoso? —una sonrisa llena de ironía y burla se plasmó en la gran cara de idiota de Blair.

—¿Celoso? Claro que no —trate de que mi voz saliera firmé, pero fue todo lo contrario.

—Claro, eso es. ¡Te gusta Leonor! ¡Te gusta! —el chico gritó llamando la atención de todos los que estaban en el pasillo.

—Baja la voz —supliqué.