♧Capítulo 05♧

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Leonor Mitchell

—¿Entonces qué es lo que querías contarme? —me preguntó mi hermana y seguido de eso se metió una cucharada de sopa.

—Ayer fui a una fiesta —dije indiferente y copié su acto.

—¿En serio? Eso es muy bueno —me dijo muy emocionada- supongo que debe de ser un gran paso para ti- me regalo una sonrisa para después volver a llenar su boca con sopa.

—Creo que no estoy lista para mezclarme con el mundo exterior —dije mirando a un punto no específico.

—Vamos, Nony. El mundo no es tan malo como parece —dijo cuando por fin trago el bocado.

—El mundo está lleno de cosas terribles —la miré —muy terribles —dramaticé.

El optimismo de esta mujer me enferma. Nunca en su vida puede ver las cosas como son en realidad, en todo lo malo siempre encuentra lo bueno, y para ella todo lo que es bueno nunca tendrá nada de malo.

—¿Es muy difícil hacerte cambiar de opinión? —preguntó con los ojos entrecerrados y sólo asentí.

La plática terminó ahí, cada una se centró en terminar su plato de sopa. De vez en cuando nos dábamos una que otra mirada y nos limitábamos a sonreír, pero sólo eso. Cuando terminamos de comer lavamos los platos que ocupamos, limpiamos la mesa y nos fuimos a la sala a ver un rato la televisión.

Estábamos viendo una serie la cual no entendía, era algo así como viajes en el tiempo, ciclos repitiéndose y errores en la matriz. Se llamaba DARK. Tenía puesta toda la atención en la pantalla de la sala cuando mi teléfono vibró. La lucecita que parpadeó durante unos instantes me hizo darme cuenta que era un mensaje. Tomé el celular de la mesita a un lado del sillón, era de un número desconocido. Sentí nervios de pensar que quizá algún asesino hackeó el sistema de donde se recibe la señal vía satélite y pudo sacar mi número de celular, mandarme mensaje y distraerme con algún tipo de historia mientras planeaba mi asesinato.

Deja de leer y ver documentales acerca de asesinos en serie, Leonor. Te estás volviendo loca. Bueno, más loca de lo que ya estás.

Tragué saliva y deslicé mi dedo pulgar en la pantalla de mi celular, la cual me llevó directamente al mensaje.

Número desconocido: Hola

Yo: Hola

Número desconocido: ¿Cómo estás?

Yo: Bien, creo.

Número desconocido: Ah, genial.

Yo: ¿Quién eres?

Número desconocido: Oh lo siento, por un momento olvidé como conseguí tu número. Soy Dylan Turner.

Yo: Ah, Dylan.

Número desconocido: Si.

No sabía cómo seguir la plática, así que sólo lo deje en visto. Si iba a decirme algo importante volvería a escribirme, ¿no? Dejé el celular de nuevo en la mesa y seguí viendo la serie, me perdí como 2 minutos de está y ahora no sabía cómo los personajes habían llegado a ese punto.

—¿Quién te escribió? —preguntó Iveth sin mirarme.

—Nadie —respondí con indiferencia —sólo un amigo.

—¿Amigo? ¿Tienes un amigo? —me arrepentí al instante de haberle dicho eso. Sabía que entraríamos en la etapa del interrogatorio — ¿Cómo se llama? —se giró para verme.

Grita mi nombre © [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora