Beyond ~Jikookmin~

9. Cross Your Mind

-¡Jungkook! -Zarandeaba al menor sin miramientos. -¡Jungkookie! ¡Oh, por favor! ¡Despierta!

Jimin se había despertado nuevamente con su cuerpo renovado de energía y con una visión positiva del día.
Cuando vio la hora supo que había dormido casi una hora más de lo previsto porque alguien había cambiado su alarma y, cuando se giró, se sobresaltó al ver a Jungkook con una expresión demasiado dulce aún entre sus sábanas.

-¡Bfff! -Bufó exasperado. -¡Despierta, Jeon Jungkook! ¡Llegarás tarde a tu examen. -Y, entonces, se dio cuenta de la sonrisa que se estaba formando en el rostro del maknae. -Idiota. Llegarás tarde y no te dejarán presentarte al examen. -Alegó cruzando sus brazos sobre su pecho mientras seguía observándole de rodillas en la cama y con un mohín en sus labios.

Jungkook abrió los ojos y apartó las sábanas, mostrándose vestido con el uniforme escolar y una espléndida sonrisa burlona en el rostro. Jimin, por su parte, frunció el ceño y le lanzó la almohada, golpeando su rostro.

-¡Oh, venga! Era solo una broma. -Se rio ante lo refunfuñón que podía ser. -Ya lo tengo todo listo.

-La próxima vez no pienso despertarte.

-Igualmente, gracias por preocuparte. -Volvió a sonreírle burlonamente y Jimin negó con la cabeza, intentando ocultar su propia sonrisa.

-Deberías irte. Cuando vengas, quiero ver una nota perfecta. No me vale menos de un excelente. -Dijo levantándose de la cama.

-¿Qué? ¡Vamos! Eso es demasiado. -Se quejó por la exigencia de su hyung.

-Puedes conseguirlo. -Pero el rostro del menor le ablandó. -Está bien. Casi rozando la perfección me sirve. -Bromeó.

Jungkook se aproximó a él con una mirada retadora y se posicionó delante suya, acercando su rostro al de él, hasta dejarlo a pocos centímetros y preguntó:

-¿Qué me das a cambio? -Elevó una ceja, a la espera de una respuesta que le interesase.

El pelirrojo parpadeó varias veces ante la inesperada pregunta cuando no pudo evitar dirigir su mirada a los labios del menor, por lo que, su mente se disparó y sus latidos se desbocaron.
Recordó cuando él era quién hacía ese tipo de preguntas porque le encantaba cuando le decía avergonzado: "Hyung, detente". Pero, ahora, la situación parecía haberse invertido.

¿Por qué últimamente tomaba esa actitud con él y le hacía ponerse tan nervioso?

-¿P-perdón? -Balbuceó con los ojos bien abiertos. -Es tu obligación. -Fue lo único que se le ocurrió decir, cortando el juego y decepcionando un poco al menor.

-Suenas como mi madre. -Bufó, triste por no haberle seguido el juego pero no pasó por alto el pequeño rubor que brillaba en sus mejillas.

Jimin se arrepintió de no haber sido más atrevido pero intentó seguirle un poco la corriente.

-Está bien. Si traes esa nota, compraré tu comida favorita y la haré para ti.

-¿Cocinarías para mi?

-No es como si fuera la primera vez que lo hago. -Replicó.

-Tienes razón. -Sonrió, complacido.

-Ahora ve y da lo mejor de ti. ¡Fight! -Hizo el gesto con el brazo y el puño cerrado.