11. A.M.

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Tras varios meses con el tinte rojo, el pelo de Jimin se fue degradando hasta que decidió dejarse un color anaranjado que realmente le favorecía.
Con el pelo claro parecía que sus facciones se delineaban aún más.

Este bailaba al ritmo de la música siguiendo los pasos ensayados, como todos sus compañeros, pero, para Jungkook, Jimin tenía algo que lograba hipnotizarle cada vez que bailaba.
No se dio cuenta de cómo se perdía en sus movimientos hasta que, por su despiste, se retrasó en los pasos y chocó con Jin, llevándose una mirada desaprobatoria, por tercera vez, de J-Hope, quien se tomaba muy enserio los ensayos.

No podía evitarlo, sus ojos se movían solos y, como un imán, no podía despegarlos una vez que se encontraba con él.

Terminó la canción y Hoseok apartó disimuladamente al maknae del resto para hablar con él.

-Oye, ¿Está todo bien? - Cuestionó preocupado. -Es un baile muy sencillo que, normalmente, harías con los ojos cerrados y hoy has fallado varias veces.

Jungkook agachó la mirada avergonzado por su comportamiento. ¿Cómo iba a ser capaz de dar un concierto o grabar un videoclip si no podía apartar la mirada de Jimin?

-Lo siento. No quiero preocuparos, solo estoy un poco distraído hoy. -Se excusó sin indagar en el tema, pues él sabía de su propia fascinación por el mayor pero no iba a admitirlo en voz alta.

-Está bien. Sabes que si necesitas hablar, tal vez podamos ayudarte.

-No es nada, de verdad.

Hoseok asintió sin querer presionarle sobre ese tema al ver que Jimin se acercaba a ellos.

-Deberías practicar. Puedo quedarme y ayudarte si lo deseas.

-Está bien, creo que lo necesito. -Aceptó, agradecido.

-Chicos. -Llamó Jimin, llegando a su lado. -Namjoon dice que ya debemos ir para casa.

Quería volver con Jungkook como llevaban haciendo los últimos meses. Ninguno se extrañó de que estuviesen tan unidos pero, la verdad era que, mientras más tiempo pasaban juntos, sus sentimientos iban creciendo en silencio, atormentado a ambos muchachos, sobretodo a Jungkook, quien ya había aceptado sentir algo por su hyung pero aún no comprendía hasta qué punto de intensidad llegaban esos sentimientos.

-Adelantaros vosotros. Voy ayudar a Jungkook con sus pasos y luego iremos nosotros.

Jimin miró al maknae esperando que le dijese algo pero, para su sorpresa, evitó sutilmente su mirada, sorprendiéndole.

-Está bien. Nos vemos luego, entonces. -Dijo algo decepcionado.

El pequeño solo le dio una pequeña sonrisa de despedida, así que, se marchó pensando qué era lo que le sucedía.

Jungkook, por una parte, se sintió mal, ya que Jimin no se había ofrecido para ayudarle como haría de costumbre pero, por otro lado, se sintió reconfortado al saber que, por un rato, no estaría cerca para distraerle y así podría concentrarse mejor.

J-Hope conectó la música de nuevo e hizo los movimientos para que se fijase en lo que fallaba. Ni diez minutos después, el maknae realizaba cada paso sin equivocaciones, sorprendiendo al propio J-Hope, solo necesitaba perfeccionar algunos movimientos.

-¿Cómo es posible que hace un rato no pudieses realizar la coreografía y ahora casi la hagas mejor que yo? -Replicó extrañado.

-Lo siento. Ya te dije que solo estaba un poco... Distraído.

Hoseok se rindió negando con una gran sonrisa mientras pasaba su brazo por el hombro de su compañero.

-Está bien, volvamos a casa. Llevamos todo el día ensayando y merecemos descansar. Como sigamos a este ritmo, no llegaremos al concierto. -Bromeó mientras conducía al maknae hacia la salida, tras coger sus pertenencias.

Beyond ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora