18. La verdadera historia de Robin Hood.

298 16 26
                                    

—Holaa —susurró una distorsionada voz muy cerca de su cara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Holaa —susurró una distorsionada voz muy cerca de su cara. Entreabrió los ojos adormilado para ver unos marrones muy abiertos que lo miraban a apenas unos centímetros de los suyos —¿Cómo te sientes?

—Inesperadamente bien —respondió ronco. Cuando Ginny se alejó un poco y pudo verla mejor le apartó un mechón pelirrojo de su rostro.

—Lamento mucho no haber estado aquí antes ¿sabes? Quería traerte una sorpresa, pero se quedó dormida y llegamos tarde... —dijo con un puchero. Harry obvió la pregunta de si ella se había quedado dormida o lo había hecho la sorpresa. Ojeó el cuarto, y vio que estaba vacío, eran solo ellos.

—Si, bueno, eso me dolió mucho ¿sabes? —replicó con un atisbo de sonrisa, Ginny sabía que no lo decía enserio, por lo que sonrió acercando su cara nuevamente a la de él.

—¿Ah, si?

—Sep... vas a tener que recompensármelo.

Ginny soltó una carcajada contra sus labios, para luego besarlo dulce y lentamente, y Harry se dejó llevar, embriagado por el fuerte perfume de flores del olor de su amortentia. Cuando Ginny finalmente se separó ambos se quedaron unos segundos con sus labios aún muy cerca, con los ojos cerrados, apreciando el momento.

—Lo pensaré... —susurró entonces Ginny justo al lado de su oreja lo que hizo que a Harry se le ericen los pelos de la nuca y un escalofrío recorriera su espalda —Lo pensaré...


[mes cuatro]


—Harry...

—Me gustaría tener un mapa, dios, es tan simple... Seguro tenían alguno en la mansión, solo fui lo suficientemente estúpido para dejarlo pasar, para creer que no lo necesitábamos ¡Ja! ¡Pedazo de idiota! —Harry caminaba de un lado a otro, a los pies del gran pino que los cubría del sol, revolviéndose el cabello visiblemente nervioso y estresado. Emmily, a su lado, solo observaba el suelo.

—Harry...

—Tiene que haber un hechizo para eso... un encantamiento que te muestre un mapa... como un holograma o algo así. Tiene que haber ¿no? — no esperó respuesta —Aahg enserio podría usar una Hermione en este momento...

—Harry...

—E incluso si tuviera un mapa, ¡Quien sabe como mierda me aparecería ahí! Es decir, se supone que debo conocer el lugar ¿cierto? la verdad nunca lo intente. Podría intentarlo...

—¡¡Harry!! —el gritó espantó seguramente a todo animal que anduviera cerca, incluido Negro que desapareció entre los arbustos. Y atrajo, seguramente, a cualquier mortífago que anduviera cerca si alguno lo estaba. Casi podía ver esa escena en las películas, donde todos los pájaros salían volando juntos.

Harry Potter Después de la guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora