17. Confrontación

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"Los humanos mienten para ocultar razones y evitar respuestas. ¿Por qué razón lo hace ella?"

Hades.

Molestia.

Eso siento cada vez que la miro.

Molestia y repulsión al ver cómo me evade o esquiva, pero fingiendo una sonrisa para tratar de hacerme creer que todo está bien y que mi presencia no le aturde o incomoda.

Todo eso es falso. Solo son mentiras.

Nuevamente, otra humana vuelve a repetir el círculo. Uno que ya me conozco de memoria, después de haberlo visto en varios testigos a lo largo de mi estadía en la tierra.

Primero, fingen sonrisas para no demostrar su terror hacia nosotros, porque saben que se están enfrentando a un poder desconocido. Luego, creen que si se ganan la gracia del dios, obtendrán beneficios, y eso, es lo que los mantiene cerca. El miedo y la conveniencia.

Y, lo que me lleva molestando, no es solo el hecho de verla repetir los mismos actos: es no poder saber qué es lo que la ata a mí.

La humana no es estúpida, eso lo tengo presente. Pero entonces, ¿por qué insistió en traerme aquí? ¿Qué cree que gana con eso?

Si tiene tanto miedo, ¿por qué no se aleja de una vez por todas y vive tranquila? 

Y si es por lo otro, si solo trato de sacar algo de mí... ¿por qué sigue tratándome como si mi divinidad fuera solo un estorbo? ¿Por qué trata de verme como si fuera... solo Hades, y no el dios terrible que teme y le intimida?

Acepté venir al horroroso parque de Coney Island, solo para entender su comportamiento. Pero hasta ahora, no logro descifrarla.

Incluso, el hecho de haber aceptado y accedido ante aquella mortal, se alejaba de todo lo que yo me podía permitir ante los humanos y sus peticiones.

No me gustaba sentir que una parte de mí, se movía por curiosidad, mientras que la otra... era presa de la incertidumbre.

Maldigo la hora y el momento en el quedé atrapado y enredado en una compleja relación con esa humana tan extraña y difícil de leer.

La observo de lejos. Se encuentra en una caseta de dulces, llena de colores chillones que se ganan mi hastío. Odio esto. Odio este lugar. Odio haber venido. Hasta ahora, lo único que he conseguido de ella, ha sido rechazo a mi presencia o mis ojos. Mantiene una maldita distancia sobre mí y se tensa cada que siente mi mirada.

Eso solo me estresa y consigue que mi irritación suba cada vez más.

Juro que, si vuelve a esquivarme otra vez, voy a explotar.

Ella parece creer que no me di cuenta, de cómo me evitaba en el metro. Me arrastró a un lugar lleno de gente, a sabiendas de lo mucho que detesto las multitudes, para luego dejarme solo y alejarse. ¿Por qué? ¿Por temor? 

Si es así, que se largue de una vez. No pienso perder mi tiempo con una humana que lo único que hace es vacilar mi paciencia.

O eso fue lo que pensé... Estaba furioso, aún lo estoy, pero... sigo aquí.

Esperando.

Aunque no sé en realidad, qué es lo que deseo tanto encontrar en ella... ¿Qué es lo que espero?

Escucho las risas chillonas de un grupo de chicas que ni se inmutan en ocultar su fascinación por mí. Se encuentran paradas a medio camino, entorpeciendo el paso a los que intentan cruzarlas.

Me dedican sonrisas y guiños, que solo me repulsan y ni siquiera reparo en tapar mi mueca asqueado ante sus ridículos atuendos. El frío en Nueva York, no es benevolente. Y, a pesar de encontrarnos en septiembre, las brisas heladas del otoño ya empiezan a sentirse cada día más. Pero ellas parecen ignorar eso, y se mantienen expuestas a la fría temperatura, usando abrigos que se puede notar a simple vista que no las calientan en nada.

HADES | Dioses latentes #1 (PAUSADA POR CORRECIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora