Aquella Ezgi lo miraba como un halcón, no corría a sus brazos, no lloraba de alegría al saber que estaba vivo. Aquella Ezgi no lo necesitaba y Özgür no sabía, por dónde empezar.
«Dale tiempo», le dijo la voz de la razón. «Y date tiempo, a ti mismo». El problema era, que llevaba esperando una eternidad.
—Toma —su voz, el roce de sus manos mientras le pasaba la taza, lo despertó de su ensueño.
En su rostro había muchas preguntas pero, por un momento, en sus luminosos ojos del color del cielo en primavera, vio un brillo de cariño. Olía a limpio, como la piscina. Su voz seguía siendo dulce y terminaba cada frase, un poco hacia arriba, como si estuviera haciendo una pregunta, sin darse cuenta.
De modo que, algunas cosas no habían cambiado.
—Gracias, Ezgi.
—De nada. Pareces cansado —murmuró ella, sentándose en un sillón.
Özgür decidió que había llegado el momento, de ir al grano.
—Quiero conocer a mi hija.
Ezgi apretó las manos con tal fuerza, que Özgür pudo ver sus nudillos blancos… y por primera vez dio cuenta de que estaba más delgada. Su piel, pálida antes, ahora era casi translúcida.
—Casey se alegrará muchísimo, al saber que tiene un padre. La mayoría de sus amigas, lo tienen… Empezó a preguntar por ti hace unos meses —su vacilación era palpable—. Özgür , tienes que saber algo sobre la niña… —¿Que es ciega? —la interrumpió él—. Es por eso por lo que ya no trabajas, como secretaria, lo sé. Trabajas como recepcionista dos días a la semana, en un centro para niños ciegos y sordos. Para cuidar de ella. Para estar con ella.
Ezgi se pasó la lengua por los labios, antes de asentir con la cabeza.
—No irá al colegio, hasta que acabe el verano. Tengo que trabajar, pero quiero estar con ella, el mayor tiempo posible.
—¿Qué porcentaje de visión tiene? —preguntó Özgür. Algo que había querido preguntar, desde que el detective le dio la noticia—. ¿Hay alguna posibilidad de regeneración, del nervio óptico? ¿Alguna posible operación, quirúrgica?
—Esto no es una consulta, doctor Atasoy . Y no eres un médico, eres su padre.
—Perdona, pero como mi hija tiene cinco años y no la conozco, me resulta difícil sentirme conectado con ella, emocionalmente. No la vi nacer, no le he cambiado un pañal ni la he abrazado, cuando lloraba —replicó Özgür , herido—. Quizá lo habría hecho, de haber sabido antes de su existencia. Casey y yo podríamos haber compartido muchas cosas… por ejemplo, las horas de fisioterapia.
Ezgi dejó escapar un suspiro. No le quedaban ganas, de pelear.
—Tienes razón.
Se sentía tan perdida, tan derrotada… y Özgür recordó los informes del detective. Él había tenido que pasar un infierno en Mbuka, pero la vida de ezgi no había sido tampoco un camino de rosas, durante esos años. Y no sólo había sobrevivido, se había adaptado, había cambiado de vida por su hija.
Özgür suspiró, pasándose una mano por la frente.
—No entiendo nada, Ezgi … pensé que al menos te alegrarías, de que estuviera vivo.
—¡Y me alegro! —gritó ella—. Pero me siento como un hámster, en una rueda… No esperaba esto. No sabía que estuvieras vivo, no sabía que iba a verte hoy… —De haberlo sabido ¿me habrías esperado? —preguntó él.
—No lo sé —admitió Ezgi , con la franqueza que tanto le había gustado siempre de ella—. No sé por qué, estás aquí. ¿Qué quieres de mí, Özgür ?
Todo.
Pero sería un idiota si dijera eso ahora. Ni siquiera estaba seguro, de que fuese verdad. Lo que había planeado, lo que había soñado durante esos años era, volver a casa con Ezgi . Pero mientras que aquella mujer se parecía a Ezgi , no hablaba como ella y no actuaba como ella. Él quería a su mujer, la vida y la familia con la que habían soñado. De modo, que eligió la opción más sencilla:
—Quiero ver a mi hija. Quiero estar con ella, ir sitios con ella… —¡No puedes quitármela! —lo interrumpió Ezgi . Özgür vio un brillo de pánico en sus ojos—. Ella… no te conoce. Y no le gustan mucho, los extraños. Tengo que estar con Casey, cuando la veas.
—Por ahora, sólo quiero conocerla, Ezgi .
—Mientras aceptes mis condiciones… —Pero Casey tiene una familia, a la que no conoce siquiera. Quiero llevarla a Melbourne, para que conozca a mis padres y a mi hermana. Además, tiene primos y… —¡No!
El grito, lo sobresaltó.
Özgür miró su pálido rostro, sus ojos brillantes y supo que, fuera cual fuera el problema de Ezgi , se estaban acercando.
—No puedes negarle su derecho, a tener una relación con su familia. Tú sabes cómo podría afectarle eso, durante el resto de su vida.
Ella se levantó, con el rostro sin color alguno. Estaba muerta de miedo.
—No me la vas a quitar, Özgür .
Era evidente por su intensa reacción, que había algo que él no sabía.
—No quiero quitártela. Sólo quiero que conozca familia, a su familia. ¿No te parece razonable?
Quizá sí —contestó Ezgi , con voz temblorosa—. Pero no puedes llevártela a ningún sitio, sin mí. Donde ella vaya, yo voy también.
—¿Por qué dices eso? Todavía, no me has dejado verla siquiera.
Ezgi , pálida un segundo antes, se puso colorada. Con aquellos rizos rodeando su cara se parecía tanto… tanto a la angelical Ezgi de la que se había enamorado hacía seis años, que le dolía el corazón.
—Sí, es verdad. Pero si tus padres quieren un nieto, puedes buscar a otra mujer y tener con ella la clase de niños que los Atasoy … —Ezgi no terminó la frase, sintiéndose confusa.
Pero no tanto como Özgür . Estaba diciendo todo lo que llevaba en el corazón, como él había esperado. Pero no entendía nada.
—Casey merece saber quién es. Esto no tiene nada que ver, con tu pasado.
Alguien tenía que decírselo. Sabía que eso iba a dolerle, pero él era el padre de Casey.
«A menos que haya encontrado a otro hombre y Casey lo haya aceptado, como padre».
—Estamos hablando, de las necesidades de Casey —siguió, ignorando la punzada de celos que sintió, al pensar en otro hombre tocando a su esposa—. ¿Por qué ella no es la clase de nieta, que querría mi familia? Sé que a veces son un poco anticuados, sobre las apariencias y todo eso, pero nunca han impedido que yo hiciera lo que quisiera, con mi vida. Y están deseando, conocer a la niña. Tienen una habitación llena de juguetes, para ella… cosas recomendadas por la Asociación de Invidentes. Es su nieta, Ezgi .
Después de un segundo, ella suspiró. Y Özgür vio, que le temblaban las manos.
—No quería decir eso. No es… —Entonces ¿qué es? Tú misma has dicho, que ha preguntado por su padre.
¿Estás intentando evitar, que la vea? ¿La privarías de su padre, de su familia, por miedo a quedarte sola?
—Yo no… —Si algún día se enterase de que tiene una familia en Melbourne, esperándola y que tú se lo has ocultado, te odiaría por ello, Ezgi . Casey se merece el amor de una familia, como todos los niños. Tú tienes que entenderlo, mejor que nadie. ¿Sigues sin poder dormir hasta las tantas, preguntándote quién eres? ¿Quién era tu madre, por qué te dejó? Sé que es así, Ezgi . Todo el mundo quiere saber, quién es. ¿Vas a negarle esa seguridad a Casey, sólo para no estar sola otra vez?
Ella levantó la mirada, con los ojos brillantes.
—Tú no lo entiendes.
—Pues haz, que lo entienda.
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Nuevos planes
Romance¿Qué harías si el marido que creías muerto reapareciera en tu vida con la intención de retomar las cosas donde las dejasteis? Özgür había desaparecido hacía seis años y a Ezgi no le habían quedado más que buenos recuerdos... y una hija a la que c...