Imagina: "Error" ~ Christopher Vélez •TERMINADA•

Parte 1

Narra Tn:

Siempre soñé con tener mi propia casa, con una jardín gigante para mis peques, y a mis peques me refiero a mi bebé Javier de un añito y medio, y a Toby, nuestro perrito que es uno más de la casa. Mi sueño está mucho más lejos de lo que me gustaría, ya que lo más parecido que pudimos llegar a obtener es compartir con mi mejor amigo un departamento al que resién nos mudamos hoy. Andrés es mi mejor amigo, nos conocemos desde pequeños porque él era vecino de mi abuela paterna, pero nos veíamos muy poco, hasta que por cosas de la vida hace un par de años me fuí a vivir con mi abuela y nos hicimos best friend, sin duda es el único al que puedo considerar familia, aparte de mi abuela paterna, él me cuida, me apoya, es un amor, tierno, es guapo, juguetón con mi hijo, lo quiere, ¡es perfecto!, es una pena que sea gay, aunque quién no lo conozca bien ni cuenta se da.

-¿Terminaste de desempacar?- Me pregunta Andrés sacándome de pensamientos.

-Ahora terminaré, estaba haciendo dormir al enano que tenía mañas- lo miro con una sonrisita de niña pequeña para que no me regañe.

-No te ayudaré- dice tajantemente, yo le hago un pucherito y él rueda los ojos- prepararé la cena para que comas algo antes de irte al trabajo- dice y se marcha. Sin duda este hombre me cuida más que yo misma.

Mientras termino de guardar unas cositas del enano escucho música del departamento de al lado, solo espero que no sean demasiado ruidosos. Pasa el rato y mi pequeño despierta por la música tan fuerte de al lado, me molesta pero nisiquiera los conozco y es nuestro primer día aquí, no quiero comenzar con problemas con los vecinos. Cenamos los tres juntos y cuando terminamos me  cambio rápidamente de ropa para irme al trabajo, me acerco a Andrés que tiene a Javi en brazos para darles un beso a mis hombres. Él me yuda a cuidarlo mientras yo trabajo. Trabajamos en el mismo restaurante, pero el trabaja durante el día y yo por la tarde-noche, la verdad es que el sueldo no es muy bueno pero las propinas son buenísimas.

-¿Es mi idea o el vecinito va subiendo el volúmen de la música a cada hora que pasa?- pregunta mi amigo con fastidio, retumban hasta los vidrios del depa.

-Pasaré a hablar con él o ella, Javi no podrá dormir con tanto bullicio- digo algo molesta. Me despido de ellos y me armo de valor para ir al golpear la puerta de los vecinos. De pronto se abre la puerta dejando ver a una chica alta, de esas que parecen modelo, con una blusa media trasnparente donde se le ve hasta el alma y unas bragas. Me mira de arriba a abajo con mala cara pero no me dejo intimidar.

-¡Hola!, soy su nueva vecina de al lado- le digo amablemente con una sonrisa pero ella no mueve ni un músculo de su cara de amargada, escucho pasos dentro del departamento y siento que bajan la música, es un alivio- ¿Podrían por favor no subirle mucho a la música?, ten...

-¿Porqué deberíamos?- me interrumpe mirándome con una ceja alzada.

-Porque a tu alrededor vive más gente y merecen respeto y tranquilidad, en casa tenemos un bebé y con el ruido tan fuerte de la música que hace retumbar hasta las ventanas de nuestro departamento él no puede dormir- digo cabreada, ésta es de las típicas yoyo, piensan primero, segundo y tercero en ellas, y los demás a la verga.

-¿Y es mi culpa que tengas un mocoso?- dice despectivamente- es tu problema, no el de los demas- y sin más me cierra la puerta en la cara. Sin duda una hija de puta que no respeta a nadie y tiene cero empatía. Camino hacia el ascensor hecha una furia, definitivamente pondré tremendo reclamo en conserjería y ojalá verle la cara de idiota cuando le pasen la multa. Mientras espero el pinche ascensor que demora, escucho unos pasos hasta que escucho esa maldita voz que conozco más que bien.

-¿Tn?- dice a mi espalda y quedo de piedra sin poder moverme. Todos esos estúpidos recuerdos de hace años atrás vuelven a mi mente, esos que pensé que ya había dejado en el pasado. Doy media vuelta y ahí está frente a mí, con su hermosa sonrisa que siempre lo a caracterizado, de la hermosa sonrisa de la que un día me enamoré. Luego de casi dos años sin verlo nisiquiera soy capaz de decir algo- ¿me recuerdas?, soy Christopher...