Capítulo 29: Dudas y secretos

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—Midoriya, ¿estás bien? Ya acabaron las clases— Uraraka le preguntó a Midoriya

El tiempo de clases ya había terminado, pero Midoriya estaba sentado en su asiento mirando el tablero. Estaba murmurando para sí mismo cuando finalmente regresó.

—¿Eh? Lo siento, me perdí en mis pensamientos— Dijo Midoriya mientras empacaba rápidamente sus cosas.

—No te esfuerces demasiado, ¿de acuerdo?— Dijo Uraraka con una sonrisa.

Aizawa levantó la vista de su libro y miró a Midoriya, quien parecía más misterioso de lo habitual.

Midoriya se dirigía de regreso a su dormitorio para trabajar un poco cuando escuchó algo.

—Puedes oírme. Sé que puedes— Dijo una voz y posterior una carcajada seca

Midoriya se dio la vuelta rápidamente solo para encontrarse con el pasillo vacío.

—Hey, ¿Era uno de ustedes?— Susurró Midoriya mientras caminaba hacia su dormitorio.

—No lo sé, no lo sé... nosotros no fuimos— Las voces respondieron

Esta voz era una entidad singular a diferencia de los susurros en su cabeza, ya que estos se comunicaban al unísono.

—¡Aprende! Tienes que aprender a usarnos— Dijeron las voces repetidamente.

—Oye Midoriya, nos preguntábamos si querías ayudar con algunas de las cosas navideñas que- — Kirishima estaba a punto de preguntar antes de que Midoriya lo interrumpiera.

—No puedo, lo siento— Dijo Midoriya mientras subía a su dormitorio.

Midoriya se fue a dormir temprano esa noche y se encontró con un sueño que cambiaría lo cambiaría todo.

—Oye, ¿Cómo estás?— Preguntó un hombre delgado.

—El titular original de One For All— Dijo Midoriya.

Midoriya miró su cuerpo inexistente y miró al hombre delgado. —¿Qué deseas?— Preguntó rompiendo el silencio.

—Solo hago un chequeo— Respondió aquel hombre.

—Estoy bien y creo que ellos también— Dijo Midoriya mientras señalaba a la gran multitud.

—Me alegra ver que has llegado a un entendimiento con ellos— Dijo el hombre con una cálida sonrisa.

—Sí, bueno, no son tan malos. Creo— Dijo Midoriya mientras miraba a la multitud.

—Me alegro que hayas podido encontrar algo en común con los que están atrapados aquí— Dijo el hombre con una sonrisa.

El hombre jugueteó con sus dedos y habló.

—Escucha, mi tiempo casi se acaba, pero tengo algo que decirte. Algo anda mal, siento que algo está entrando en este espacio pero todavía no estoy seguro de qué es, así que mantente atento. Sé que puedes estar teniendo problemas con todo esto, pero mantente fuerte y estarás bien— Dijo aquel hombre antes de desaparecer como polvo en el viento

—Se fue, se fue. Podemos hablar ahora— Dijo La multitud rápidamente.

Midoriya estaba preocupado por lo que tenían que decir y por qué era necesario mantenerlo en secreto de ese hombre.

—Acércate. Más cerca no debes dejar que otros escuchen— Susurró la multitud.

«¿Otros?» Pensó Midoriya

Midoriya se dirigió al frente de la multitud y vio a una niña con una flor en la mano indicándole que se le acercara.

—¿Qué necesitas decirme? Es tan- — estaba a punto de preguntar Midoriya cuando sus ojos se abrieron.

Deku, un villano peculiarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora