Capítulo 5. Tazas de té y garras de hipogrifo

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Cuando entré en el Gran Comedor para desayunar al día siguiente, lo primero que vi fue a Draco Malfoy, que entretenía a un grupo de gente de Slytherin con una historia muy divertida. Al pasar por su lado, Malfoy hizo una parodia de mi desmayo, coreado por una carcajada general (exceptuando a Theo y Blaise que me dirigían una mirada de disculpa). Visto lo visto, decidí sentarme con Hermione, Ron y Harry en la mesa de Gryffindor.

-No le hagáis caso-nos dijo Hermione a Harry y a mí, pues Malfoy ahora hacía representaciones de los dos-. Vosotros ni el menor caso. No merece la pena...

-¡Eh, Smith! ¡Potter! ¡Qué vienen los dementores! ¡Uuuuuuuuuuh!-gritó Pansy Parkinson, una de mis indeseables compañeras de dormitorio, que tenía la cara como un dogo.

Me dejé caer sobre un asiento a uno de los lados de George Weasley.

-Los horarios de tercero-anunció George, pasándoselos a los chicos-¿Qué os ocurre, Harry, Hayley?

-Malfoy-contesté echando una mirada desafiante a la mesa de Slytherin.

George alzó la vista y vio que en aquel momento Malfoy volvía a repetir su pantomima.

-Ese imbécil no estaba tan gallito ayer por la noche, cuando los dementores se acercaron a la parte del tren en que estábamos. Se le oía gritar, ¿verdad Fred?-dijo sin alterarse.

-Creo que casi se moja encima-dijo Fred, mirando con desprecio a Malfoy.

-Chicos puede que los gritos fuesen míos... Estaba en su mismo compartimento cuando pasó y...-dije avergonzada.

-No, créenos. Era Malfoy, no tenía nada que ver con tu voz-afirmó Fred.

-Aunque yo tampoco estaba muy contento. Son horribles esos dementores...-reconoció George.

-Se le hiela a uno la sangre, ¿verdad?-dijo Fred.

-Pero no os desmayasteis, ¿a qué no?-dijimos Harry y yo a la vez, en voz baja.

-No le deis más vueltas. Mi padre tuvo que ir una vez a Azkaban, ¿verdad Ron?, y dijo que era el lugar más horrible en que había estado. Regresó débil y tembloroso... Los dementores absorben la alegría del lugar en que están. La mayoría de los presos se vuelven locos allí-explicó George.

-De cualquier modo, veremos lo contento que se pone Malfoy después del primer partido de quidditch. Gryffindor contra Slytherin, primer partido de la temporada, ¿os acordáis?

-No estéis tan seguros de ganar-les advertí, sirviéndome salchichas y tomate frito, un poco más contenta.

Hermione se aprendía su nuevo horario.

-Bien, hoy comenzamos asignaturas nuevas-dijo alegremente.

-Hermione, se han confundido con tu horario. Mira, te han apuntado para unas diez asignaturas al día. No hay tiempo suficiente-dijo Ron, frunciendo el entrecejo y mirando detrás de ella.

-Ya me apañaré. Lo he concertado con la profesora McGonagall-respondió ella.

-Pero mira, ¿ves la mañana de hoy? A las nueve Adivinación y Estudios Muggles y..., mira, Artimancia, todo a las nueve. Sé que eres muy buena estudiante, Hermione, pero no hay nadie capaz de tanto. ¿Cómo vas a estar tres clases a la vez?-dijo Ron, sin poder creérselo.

-No seas tonto, por supuesto que no voy a estar en tres clases a la vez-dijo Hermione bruscamente.

-Bueno, entonces...-repuso Ron.

-Pásame la mermelada-me pidió Hermione.

-Pero...-insistía mi amigo pelirrojo.

-¿Y a ti qué te importa si mi horario está un poco apretado, Ron? Ya te he dicho que lo he arreglado con McGonagall-dijo Hermione, mientras yo los miraba, bebiendo un poco de zumo.

La Chica Muggle //3// (Draco Malfoy y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora