Capitulo 21

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LAS VACACIONES DE NAVIDAD LLEGARON ANTES DE lo esperado, Calypso estaba sentada en su compartimiento habitual con los chicos, en camino de regreso a King's Cross.

No estaba ansiosa por pasar las vacaciones sola con su padre mientras Ophelia se quedaba con su madre y Alex.

Calypso revisó los libros que traía consigo y se unió a la conversación, pero en el fondo de su mente estaba plagada de preocupaciones.  ¿Qué pasaría si su padre volviera a usar un imperdonable con ella? El tren entró en la estación y Calypso dejó escapar un suspiro mientras todos bajaban del tren.

Se giro hacia cada uno de los chicos y les dio un abrazo.

—Escribe si necesitas algo, si necesitas cualquier cosa—le dijo Sirius seriamente

—Lo haré—prometió

Ella colocó sus brazos alrededor de Sirius y él la abrazó con fuerza. Se volverían a ver en unas pocas semanas cuando ella fuera a casa de Peter, pero esas dos semanas se sentían como si llegaran en una eternidad.

Calypso se apartó del abrazo y sonrió con tristeza a los chicos. Se dio la vuelta y vislumbró algunas personas en King's Cross que saludaban a sus padres.

Dorcas abrazaba a su mamá; Marlene estaba charlando animadamente con su padre sobre algo; Lily y Snape empujaban sus carritos entre los grupos de personas; y Alice le dio a Frank un tímido beso en la mejilla.

Calypso metió la mano en la jaula y le dio a Mercury un masaje en la cabeza antes de ver a su padre, erguido y vestido con un saco negra.

Calypso se acercó a él, manteniendo la cabeza gacha y evitando el contacto visual. Ninguno de los dos intercambiaron palabras cuando él le quitó el carrito y la llevó a su coche.

Su chofer, Callahan, le sonrió amablemente a Calypso cuando se sentó en el asiento trasero, pegándose cerca de la ventana para ver cómo pasaba todo, deseando ya poder estar de regreso en Hogwarts con sus amigos.

El viaje en automóvil fue completamente silencioso mientras se dirigían al otro extremo de la ciudad de Wiltshire. Wiltshire estaba lleno de otras familias mágicas, como los Malfoy, pero la mansión Krane estaba aislada del resto de la ciudad y escondida de las miradas indiscretas de sus vecinos muggles.

—Ve a tu cuarto. Minnie te llevará la cena—dijo Ícarus después de que llegaron a la casa

Su tono era brusco y no dejaba lugar a discusiones, no es que Calypso lo hubiera hecho. Tomó sus cosas y subió las escaleras hasta su dormitorio. Echaba de menos su habitación en la casa de su madre. Aquí no había techos estrellados ni toques de color; las paredes estaban blancas y todo estaba limpio y ordenado.

La mejor parte de la habitación era la estantería que estaba repleta de libros que Calypso leería para mantenerse ocupada durante las dos semanas que pasaría en la mansión.

Había más libros, saliendo de su tocador y empujados debajo de su cama, así que Calypso buscó en los estantes hasta que encontró algo que le gustó. Sacó el libro, Los magos son de Neptuno, Las brujas son de Saturno de Irsis Pius, del estante y se sentó en su cama a leer.

No supo cuánto tiempo estuvo sentada allí, hojeando las páginas, hasta que su elfa doméstico favorita, Minnie, entró con empanadas de carne y patatas asadas.

—Hola señorita Calypso, su padre desea que se quede arriba para comer

Calypso asintió y tomó el plato de comida de Minnie. La elfa se dio la vuelta y salió de la habitación, dejando a Calypso sola. Una lechuza entró a su alcoba y Calypso arqueó una ceja, preguntándose quién le habría enviado una carta tan temprano.

NOX, sirius black ₁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora