Capítulo 26: Mi manada.

6.4K 573 234
                                    

"Yo debó tener mala suerte. No puede ser que cada vez que salgó a algún lado me encuentre con alguien." Kageyama renegó en su mente, parado frente a Matsukawa, Hanamaki, Oikawa e Iwaizumi.

Suga y Enoshita, a sus lados, lo agarraron del borde de su sudadera.

-Yahoo, Tobio-chan. -Oikawa saludo, sonriendo.

-Tengo que conseguirme un amuleto de buena suerte. -Kageyama mascullo para sí mismo. -Hola Oikawa-san, ¿qué te trae por aquí? –

-Solo caminando, ¿qué hace mi molesto kohai? -Respondió el alfa.

- ¡Molesto tu...! -Enoshita le tapo la boca a su sempai antes de que terminara la oración, solo lo dejo ir cuando se calmó. -Él es mi kohai. –

- ¡Fue mío primero! -Oikawa replicó como un niño pequeño.

- ¡Yo no fui quien intento golpearlo! -Suga señalo.

Oikawa se quedó callado entonces. No había esperado que Kageyama le contará a su manada sobre eso.

-Es suficiente. -Iwaizumi intervino. -Shittykawa, no vinimos a pelear. –

Oikawa solo sacó la lengua en señal de burla a Suga, quien lo miro con evidente irritación.

-Queríamos felicitarlos por su victoria ante Shiratorizawa. -Hanamaki hablo.

-Sí, al menos le demostraron a Ushijima que su equipo no era invencible. -Matsukawa agregó.

-Y Kageyama, yo... me quiero disculpar contigo... por como te trate en Kitagawa Daiichi. -Iwaizumi miro a su ex kohai con vergüenza. -Enserio lo siento, debí hacer más por ti. –

-Está bien, Iwaizumi-san. -El omega negó. -Yo no quiero recordar lo malo de mi secundaria, prefiero recordar lo bueno, como cuando me comprabas bollos de cerdo después de la práctica, o cuando me pediste que lanzara para ti. –

- ¿No estás enojado? -Iwaizumi miro con duda a Kageyama.

-No, pero... no creo que quiera estar cerca de ti, sin que alguien de mi manada este conmigo. -Kageyama explicó. -No te considero una persona muy segura. –

"Sobre todo si Oikawa-san está contigo." Completó en su mente.

A Iwaizumi eso le vino como un balde de agua fría, pero entendió. Sabía que la mayor razón por la que, Kageyama no lo quería cerca, era porque Oikawa siempre andaba detrás.

-Tobio-chan... -Oikawa quería decirle al setter que no tenía que tener miedo de su mejor amigo.

-A ti no te perdonó aún, Oikawa-san. Y no sé si lo hare. -Kageyama interrumpió. -Mantente alejado de mí, o mi manada no dudara en tirarse encima tuyo. –

Suga y Enoshita sonrieron amenazantes. Claramente iban a proteger a su cachorro, de su estúpido ex sempai alfa.

-Tobio-chan lo que paso en la secundaria... no era mi intención tratarte así. -Oikawa intento explicarse.

-Pero lo sigues haciendo. -Kageyama indicó. -Me sigues tratando igual que antes. No sé que fue lo que te hice, y tampoco quiero saberlo. Solo aléjate de mí. –

Kageyama se dio la vuelta, y agarrando a sus dos sempais de los brazos, para que no intentaran nada, comenzó a caminar.

-Adiós, Oikawa-san, Iwaizumi-san. -Saludo.

Ambos alfas de Aoba Johsai se quedaron en su lugar, viendo al omega irse.

-Somos unos idiotas. -Iwaizumi murmuro.

-Él... ya nos superó. -Oikawa dijo, con los puños apretados.

-Ambos son unos verdaderos idiotas. ¿Cómo pudieron dejar ir a un omega como ese? -Hanamaki declaro. - Mattsun, ¿crees que su manada me deje intentar cortejarlo? –

-Sí no llevas a estos dos zopencos contigo, yo creó que sí. -Respondió Matsukawa. -Pero a mi también me interesa. ¿Lo cortejamos juntos? –

Hanamaki asintió, y ambos comenzaron a caminar hacia su casa, con Oikawa e Iwaizumi, perdidos en sus pensamientos detrás.

Kageyama llegó a casa, de la mano con sus sempais, con una sonrisa relajada. Se había liberado el peso de su pasado que le quedaba.

-Bienvenidos. -Toda la manada los recibió con una sonrisa.

Todos habían estado mirando una película en el televisor juntos, antes de que los tres llegaran.

-Quiero decirles algo. -Kageyama declaró. -Los amo. Son la mejor manada en la que pude terminar. Mi manada. –

- ¡Nosotros también te amamos, Tobi! -Nishinoya y Tanaka exclamaron, abrazándolo.

El resto se unió enseguida, y todos acabaron en el suelo, en una gran masa de cuerpos entrelazados.

"Enserio agradezco haber terminado en Karasuno. Ahora estoy feliz con mi manada, y ganemos o perdamos las Nacionales, sé que ellos seguirán a mi lado." Kageyama pensó, con lágrimas en los ojos, sonriendo.

"No importa lo que pase, siempre amaremos a Tobio, y estaremos para él. Es nuestro precioso omega." Los demás pensaron, sonriendo.

No importa lo que pasé, la manada de Karasuno seguirá unida, y afrontara todo lo que se interponga en su camino. Son una familia por siempre y para siempre. 


Nuestro OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora