Capítulo 16: Campamento de Verano.

6.7K 611 467
                                    

En lo que Tanaka y Hinata lograron llegar a Tokio. Con el beta casi perdiendo su corazón y estomago en el camino. Karasuno se instalo en su habitación, y calentaron en el gimnasio. Estaban viendo un partido de Nekoma vs Fukurodani, cuando ambos llegaron.

Daichi les presentó a los otros equipos a Hinata y Tanaka, y todos se pusieron a entrenar.

En la noche, al llegar la hora de cenar, Yaku les dijo a Akaashi y Kageyama que comieran con él, lo que termino, con los tres sentados en una mesa, con Kenma, Kuroo, Daichi, Suga, Bokuto y Konoha al lado.

-Quería comer con Akaashi y Kageyama... ¡No con ustedes! -Yaku miro molesto a los infiltrados en su mesa. -Exceptuando a Kenma y Sugawara, quiero que el resto se vaya. –

-Yakkun, pero nosotros queremos estar con ustedes. -Kuroo miro a su omega con una sonrisa inocente.

-Voy a contar hasta tres, y quiero que todos se vayan. -Yaku declaro. -1...2...-

-Ve esto, Kageyama-kun. Es muy divertido. -Akaashi le susurro al omega de primer año con una sonrisa.

-3... ¡Capitanes de Shinzen y Ubugawa! ¡Washio! -Yaku nombró.

Enseguida, los capitanes de las otras escuelas, se llevaron a rastras a Kuroo, Bokuto y Daichi, mientras Washio se llevaba a Konoha de la oreja.

Akaashi, Kageyama y Suga no pudieron evitar reírse. Era obvio que Yaku controlaba a más que solo su manada en ese campamento.

- ¿Cómo lo hiciste? -Kageyama cuestiono.

-Conozco a los capitanes de las otras escuelas desde que entre a Nekoma, y me respetan. Y como saben que Kuroo y Bokuto pueden llegar a ser un verdadero dolor de cabeza, solo hace falta que yo los nombre, para que vengan y me los quiten de encima. Lo mismo con Washio, aunque a él lo conozco desde antes, porque íbamos a la misma secundaria. Es un gran alfa, siempre me cuidaba la espalda. -Yaku explicó con una sonrisa de suficiencia.

-Y ahora me cuida a mí. -Akaashi agregó. -Un chasquido de dedos, y vendrá a sacarme a Bokuto-san y Konoha-san de encima. –

-También harán lo mismo por ti, cuando te conozcan un poco más. -Yaku le comentó a Kageyama.

-Suena genial, pero creo que estoy bien solo con mis alfas vigilando. -Kageyama respondió, mientras Suga le pasaba el brazo por la cintura.

"A fin de cuentas, mis alfas siempre tienen los ojos sobre mí." Kageyama completo en su menté.

La cena de la primera noche termino, solo entre charlas. Suga y Yaku quejándose un poco de sus manadas, y Kenma, Kageyama y Akaashi hablando sobre cosas de setters.

Volviendo a su habitación, Daichi les dijo a todos que era hora de dormir, pero Kageyama no lograba conciliar el sueño, pues sentía frio con el aire acondicionado de la habitación, prendido. Como último recurso, ya que el futón de Tanaka estaba cerca, Kageyama se metió debajo, abrazando al alfa, que emanaba calor.

Si Tanaka pudo haberse despertado al sentir el peso de su omega contra su costado, y lo hubiera abrazado para acercarlo, era solo algo que se guardaría para si mismo. Al final de cuentas, estaba feliz de que su cachorro quisiera estar a su lado de noche.

En la mañana, Kageyama pensó que estaba teniendo un deja vu, al despertarse por el ruido de los teléfonos sacando fotos, para luego darse cuenta de la razón. Él había terminado durmiendo con su sempai, y por alguna razón, había terminado completamente arriba suyo, con su cara debajo de su barbilla.

-Kageyama, ángel. Me siento honrado de que decidieras dormir conmigo, pero pesas bastante y me está costando respirar contigo encima. -Tanaka hablo, al ver que su cachorrito estaba despierto.

- ¡Lo siento! -El omega se disculpó, y se bajo de su sempai. -Anoche tenia frío, y estabas cerca... espero no te importe, Tanaka-san. –

- ¡Para nada! ¡Hazlo cuando quieras! -El alfa se apresuro a responder. Su omega podía dormir con él cuando quisiera.

-Eh, anoche dormiste con Ryu. ¡Hoy duerme conmigo, Kageyama! -Nishinoya exclamo, saltando al lado de su kohai.

-Si es lo que quieres, esta bien por mí, Nishinoya-san. -Kageyama asintió.

Si hay algo que realmente no le molestaba, era dormir con los miembros de su manada. Lo hacia sentir seguro y querido. Además de que irradiaban calor y eso le encantaba.

-Vamos a desayunar, se nos hará tarde. -Hinata interrumpió el momento.

Suga y Daichi notaron que parecía molesto, y decidieron que hablarían con él, cuando tuvieran algo de tiempo.

Se puede decir que ese "tiempo" nunca llegó, y causo un desastre. Kageyama se había quedado practicando con Hinata, pero de practicar, Hinata comenzó a insultar a su compañero, y Kageyama comenzó a defenderse, aunque no entendía la razón por la que el otro estaba molesto.

Las cosas subieron de tono, hasta que ambos estaban peleando a las piñas, y solo se detuvieron, cuando Hinata tiro a Kageyama al piso de un puñetazo.

- ¡NO ENTIENDO PORQUE TODOS EN LA MANADA TE ADORAN! ¡ERES EL PEOR OMEGA QUE EH VISTO! -Hinata grito. - ¡SI HUBIESES SIDO MÁS FUERTE, HUBIERAMOS GANADO A AOBA JOHSAI! ¡POR ESO LOS OMEGAS NO JUEGAN VÓLEY! –

Kageyama se quedo mirando a Hinata con los ojos abiertos. No era la primera vez que le decían eso. No era la primera vez que lo escuchaba. Pero le dolió tanto como cuando lo escucho por primera vez de Oikawa, y luego de Kunimi y Kindaichi.

-Hago lo mejor que puedo. -Respondió, sin alzar la voz.

- ¡PUES NO ES SUFICIENTE! ¡¡NUNCA SERÁ SUFICIENTE! ¡MIRA AQUÍ! ¡SOLO HAY TRES OMEGAS, Y TU ERES UNO DE ELLOS! ¡QUIZÁS AKAASHI-SAN Y YAKU-SAN SEAN REGULARES, PERO TÚ NO LES LLEGAS NI A LOS TALONES! -Eso fue todo.

Kageyama empujo a Hinata y salió corriendo. Las lágrimas resbalaban de sus ojos, y no era capaz de evocar una pared en el vínculo para que los demás no sintieran su angustia. Lo único que quería era alejarse de los gimnasios, alejarse de todo.

Kageyama tampoco entendía porque Hinata le había gritado, si ni siquiera había hecho nada malo. Si había notado que, en la casa, parecía alejarse de él, pero no creyó que fuese porque lo odiara. Creyó que era porque quería su espacio con los demás miembros de la manada, y él no tenía problema de dárselo. No sabía que había hecho, para que su compañero beta se enojara, y eso lo frustraba más. No quería que nadie de la manada lo odiara, quería hacerlos felices, quería que Hinata fuera feliz...

De repente, chocó contra algo y callo al suelo.

-Oh, ¿estás bien? -Escucho la voz de alguien.

Aun con la cara cubierta de llanto, Kageyama miro hacia arriba, solo para ver las caras borrosas de Bokuto y Konoha, que lo miraban, sorprendidos.

- ¡Kageyama-kun! ¡¿Estás bien?! ¡¿Quién te golpeó?! -Escucho los gritos del capitán de Fukurodani.

Al omega, todo comenzó a darle vueltas, y sentía que apenas podía respirar, mientras los dos alfas, se arrodillaban a sus lados.

-Hinata... pelea...-Fue lo único que llegó a murmurar, antes de caer desmayado, en los brazos de Bokuto. 

Nuestro OmegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora