- ¿Marquesa? -Jungkook se acerca a la nueva marquesa una vez todo el evento a finalizado y los espectadores empiezan a abandonar el lugar.- ¿Me dispensa un minuto para hablar con usted?
Ante los ojos de cualquiera, Jungkook aparece al lado de ella con la cabeza gacha, sabiendo cual es su posición y como de mal ha estado al perder tras prometer la victoria. Su cuerpo no está completamente erguido y su voz denota una suplicante sumisión hacia ella. Las dama, aún así, no repara en su presencia, pasando por su lado junto a sus doncellas siguiendo al marqués, que es unos metros más adelante hablando con otros personajes. El caballero no se da por vencido y vuelve a acercarse a ella, preguntando de nuevo.
- Joven, ¿como cree que la marquesa va a desperdiciar un minuto de su tiempo en alguien que tal vergüenza le ha hecho pasar? -Una de las doncellas, la mayor a la vista, se para a hablar con él, aunque el tono que utiliza desagrada completamente a Jungkook.-
- Conozco mi error y por ello quiero enmendarlo. Si el perdón no puedo pedirle, entonces no puedo rehacer mi acción.
- Caballero. -La marquesa da una vuelta abrupta después de escuchar sus palabras y el nombrado siente estremecerse entero.- Si mi palabra no fue necesitada para ponerme en evidencia de tal forma, entonces tampoco lo es para continuar haciendo lo que hace. -Sentencia sus palabras como si escupiera veneno, se da media vuelta y continua su camino.-
Jungkook bebe ese veneno como si fuera el antídoto a su dolor y aunque las doncellas le niegan el paso cuando vuelve a acercarse, esta vez atrayendo la atención de los que por su lado pasan, cuando es de nuevo a su lado el caballero es solo capaz de esbozar una sonrisa.
- Sin embargo mi error no es tal como para que me niegues la palabra, ¿no es así?
Heejin lo mira de arriba a abajo y seguidamente desvía su mirada de la de él. Ella ha dado por terminada la conversación y Jungkook comprende el mensaje rápidamente. Deja que marchen todos sintiendo que algo se rompe dentro suyo. Ahora las palabras del capitán se vuelven más y más pesadas dentro suyo, ya no son solo una reprimenda que escuchar y de la que no puede quejarse porque ahora es una lección de vida que, aunque quiera solo achacarla a su título de caballero, sobrepasa cualquier cosa y llega a lo profundo de su interior para hacerle doler el pecho. Quiere gemir del dolor ahí mismo, echar a correr y huir por tal vergüenza que siente, pero no puede. No puede hacer eso y probablemente ello crea más dolor que cualquier otra cosa. En su lugar, queda parado en el sitio durante minutos, viendo pasar a las personas que quedan por irse mientras le dicen adiós. Incluso cuando su escudero aparece delante de él, se ve incapaz de musitar palabra alguna y el contrario entra en pánico por ello.
El escudero coge su mano y tira de él, llevándolo hacia su caballo, que ya es preparado de nuevo para emprender el camino de vuelta al castillo y, seguidamente, a su propio hogar. ¿Qué se supone que debe hacer en este instante Jungkook? Su única opción era la de impresionar a la dama y así poder quedarse unos días en el castillo como proposición hasta que ya todos debieran marchar. Él se volvería mucho más cercano al duque y el favor conseguiría, Heejin vería cuánta es su valía y su amor le procesaría. Pero el destino no es lo que él había pensado y ahora se encuentra en la posición más rastrera para él. Sigue siendo un caballero más al que la dama no quiere ver ni querer y él, como del duque nada es, poco puede hacer para cambiarlo.
Sale de su deprimente ensimismamiento de nuevo gracias a Taehyun, que es dando agua a su yegua unos metros más allá de donde Mitheor espera. Llama su atención con la alegría que desprende al hablar con su escudero propio, como si estuviera orgulloso de haber sido derrotado justo al final. Jungkook suelta un bufido en un intento de reorganizar su cabeza y sus pensamientos ahora que es consciente que su corazón permanecerá pesado durante mucho tiempo.
- ¡Jeon Jungkook! -Taehyun lo llama cuando lo ve.- Ha sido un muy buen evento, ¿no te parece?
- ¿Lo ha sido? -Pregunta mientras monta en su caballo y esperando a que el paje lo siga.-
- ¡Pues claro! No solo ambos hemos tenido la oportunidad de batallar contra el capitán, sino que además ambos hemos llegado muy lejos en las justas. -Taehyun monta en su yegua y se acerca a él.- Con lo importantes que estas han sido, nuestros nombres no van a quedar en vano si es que antes así iban a hacerlo.
- Amigo mío, ¿como van nuestros nombres a permanecer si la victoria no ha sido nuestra?
Ambos caballeros se ponen en marcha, moviéndose entre el resto de caballeros que son ahí aún y las gentes que espera por verlos partir.
- ¡Que ilusión la tuya el pensar así! ¡Debería haberlo imaginado! -Taehyun hace una pausa.- Mira a tu alrededor, ¿sientes a alguien mirarte como un perdedor?
Jungkook hace lo que le dice y pronto se da cuenta de que para todos los que los ven pasar, ellos dos son unos victoriosos caballeros que caminan entre las flores de los cielos. Nadie piensa lo contrario y Jungkook no puede hacer otra cosa que darle la razón a su compañero y amigo.
- El derrotar a nuestro capitán no era solo algo cuyas probabilidades no eran visibles, sino que también es algo que no deberíamos hacer. Mejor que él en esto no hay nadie y por respeto y honor el puesto es suyo durante aún mucho tiempo. Somos victoriosos por todas las justas que hemos combatido y ganado y no derrotados por la única que hemos perdido.
- Tus palabras son demasiado buenas estos días, -Jungkook responde sorprendido.- ¿qué hace que reflexiones tanto sobre estas cosas cuando ambos éramos, hasta hace poco, dos muchachos sin pensamiento alguno?
Taehyun se encoge de hombros.
- Lo mismo que hace que tu ambición haya aumentado en el pasar de estos pocos días, supongo.
Los dos echan a reír, cada uno comprendiendo en sus palabras algo completamente distinto: Taehyun es el honor y la templanza, Jungkook es el amor y la codicia. Que nadie sea ahí pensando que han sido derrotados y que su valía es menor por ello no significa que no haya nadie que lo piense. Jungkook es preso del recuerdo de su dama que reside en su cabeza, dando vueltas una y otra vez a las mismas acciones, a las mismas palabras y al mismo dolor que él había sido incapaz de esquivar.
Jungkook se decide entonces: ha perdido una batalla, no la guerra. Aunque no es victorioso, aún no ha sido derrotado.
ESTÁS LEYENDO
El canto del caballero [bts]
Historical FictionCurioso lector, de los tiempos que corren soy yo conocedor y partícipe, creador y producto. Es fruto de este prólogo volverte las preguntas en respuestas, la curiosidad en intensidad. Creando esta historia reconozco, quizá muy a mi pesar, que he am...