Las Verdades Detrás de las Mentirás✔ [En Edición]

[XXIV] Familia Brown.

Veinticuatro.

—Oye, suelta eso, ¡Patán de mierda! — dice la chica albina.

—Lo necesito. — contesta despreocupado un chico alto, de color con muy buen estilo.

Estoy obstinada, estos adolescentes lo que hacen es discutir y dar razones para odiar todo esto.

La señora Brown está en su oficina trabajando, al parecer es jefa de su propia compañía y tiene esa libertad de trabajar aquí, el señor Brown se fue de viaje hace una semana y ahora vivo con ocho adolecentes que no hacen más que colmarme la paciencia. Esta casa es un caos, nadie cena en la misma mesa, el aseo es parte de cada quien, unos hacen comida, otros la piden a domicilio, mañana empiezo las clases en el colegio del pueblo, nos mudamos a un pueblo moderno, con servicios primordiales cercanos, y ya varios consiguieron trabajos.

Después de salir del orfanato una semana atrás.

—Bueno chicos, llegamos. —a lo largo del camino nos explicaron que se mudaron a un pueblo un poco más alejado ya que al señor Brown le ofrecieron un trabajo.

La enorme casa se cierne ante mí, al parecer "nosotros" los Brown no somos nada sutiles, las demás casa del pueblo son de tamaño promedio, no tan llamativas, con jardines comunes y algo desgastadas. Pero la de nosotros es algo fuera de lo común, es grande, cuatro pisos y uno adicional el cual muestra una enorme terraza, el jardín principal esta decorados con arbustos perfectamente podados haciendo juego con una fuente en el centro del mismo, el camino se divide en dos a su alrededor para llegar a la entrada, tiene una forma singular, tiene ventanales enormes y algunas tienen terrazas —ojala me toque una así— y si es así por fuera no me quiero imaginar como lo es por dentro.

—Siéntanse cómodos, al fin y al cabo esta es su casa. —nos invita a pasar y me quedo en transe viendo todo.

La puerta de la entrada es de madera rustica pero le da un toque bastante fino, la alfombra decora todo la entrada, no se ven escaleras, y me pregunto si estarán en otro lugar, las paredes están pintadas de color beige cremoso y el candelabro que decora la enorme sala es magnífico, una mesita en el centro de la misma con los grandes muebles blancos al rededor, una chimenea y un televisor de cuarenta y cinco pulgadas guindado de la pared. Al otro lado de la misma se encuentra un cuadro tan grande como el televisor donde están pintados la señora y el señor Brown.

—Espectacular ¿cierto? —sonríe la señora. —Ella es Susan, la ama de llaves.

Nos presenta a Víctor y a mí con la señora delgada, a la cual se le notan los años pero no deja de ser linda y juvenil.

—Mucho gusto señoritos Brown, yo le daré el tour por toda la casa, le mostrare sus habitaciones y les presentaré a todo el personal laboral.

—Lo siento señora Brown, pero no sé si sabrá que Víctor y yo somos pareja, por lo tanto quería saber si nos puede dar una habitación para los dos.

La señora ve a la ama de llaves, ella ve a la señora, esta sonríe nerviosa.

—Por supuesto Ma...

—Diana, recuerde que me llamo Diana. —le hago todas la señas con los ojos y ella queda en incógnita.

Con mis amigas si funcionaba.

—Por supuesto Diana, y dejemos las formalidades, llámame Veila, nos vemos pronto. —se pierde en el pasillo con su esposo y nosotros seguimos a Susan.

Nos lleva a conocer la casa mientras nuestro equipaje se lo llevan otras mujeres. Nos muestra el piso principal, donde se encuentra la sala, dos baños, dos habitaciones la enorme cocina con salida al patio trasero. El segundo piso se encuentra la habitación de los Brown, sus oficinas, una habitación de vídeo juegos y un baño. En el tercer piso están seis habitaciones y un baño, en el cuarto piso se encuentras cuatro habitaciones, una sala de cine y una sala de relajación, y por último la terraza, el piso es de cerámica negra, ni hay paredes, son rejas que llegan hasta mitad de mi altura dejando al aire libre, pero tiene un techo que la cubre casi en su totalidad, en los bordes traseros hay muchas plantas y sorpresa, en la parte que no está techada hay un rico jacuzzi, súper modestos los Brown.