[XXX] Donde todo comenzó.

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Treinta.

Su olor permanece en todo mi cuerpo, siente el agite de los movimientos.

—Solo dime si quieres más. — la voz ronca de Marlon zumba de mi oído mientras hay gemidos de fondo.

<<Mis gemidos>>

—En definitivo quiero más. — pronuncio mientras empiezo a sentir el cosquilleo en mi entre pierna.

Marlon separa mis pliegues para darse mejor acceso, agarra mi cadera con fuerza hundiéndose en mi sexo, no espera nada cuando arremete contra mis muslos. Este es el tipo de momentos que me hacen quedar en un limbo de placer, en los que pienso que este es mi espacio feliz, Marlon el hombre que amo follando como nunca lo ha hecho con nadie.

Se tumba en la cama señalándome su gran amigo, incitándome a montarme encima de él, la tentación no dura mucho porque sin pensarlo me dirijo hacer eso que el tanto quiere, entra y no paro, contoneo las cadera hacia delante y hacia atrás, subo y bajo a un ritmo constante disfrutando del poder que me otorga estar arriba.

—Mataría por siempre tenerte así — jadea contorsionando su rostro en gestos excitantes y llenos de morbo. — mi luna que rico se mueve.

Es la frase que necesitaba para venirme encima de él.

—Mi luna despierta — escucho a lo lejos y se desvanece todo lo que estaba pasando. — despierta, ya llegamos.

Me agitan suavemente el brazo y abro los ojos maldiciendo. Miro de mala gana a Marlon y me levanto de golpe ignorándolo por completo. Como me va a despertar en semejante momento, lo peor es que me siento empapada gracias al sueño que acabo de tener.

—Tranquila, desperté unos minutos antes de que llegáramos. — lo ignoro.

—Sé que estabas soñando algo caliente — me susurra — como también sé que el que te follaba en ese sueño soy yo.

Me sujeta la cara repentinamente y me planta sus labios en los míos introduciendo ferozmente su lengua en mi boca y succionando mi labio inferior. Lo empujo pero ya es demasiado tarde, ya lo ha hecho como le dio la gana y maldigo a mis adentros.

Sin prestarle atención miro a mi alrededor y no es hasta ahora que me doy cuenta que estamos en una estación subterránea donde hay gente con batas, cubículos al fondo, cada quien trabajando en lo suyo sin prestarnos atención.

—Los estábamos esperando. — dice una doctora joven, con su bata blanca, vestida con una camisa cuello de tortuga y falta tubo con abertura en el muslo acompañados con unos tacones no muy altos de punta.

Miro detrás y ya están todos los chicos.

Luke sale de una de las cabinas vivo y entero.

—Luke se puede retirar con 30-05 — un pequeño androide lo dirige y quedamos los diez "importantes".

—Síganme por favor, tenemos cosas pendientes. — se voltea viendo hacia todos lados y anotando algo en el tablero que trae entre los brazos.

Pasamos por medio del gentío tomando un elevador que funciona con aire. Las corrientes de aires dentro del conducto que vuelven tan fuertes que es capaz de subir y bajar el elevador. Es lo suficientemente grande para todos, así que subimos al último piso que sigue siendo subterráneo.

Salimos y caminamos detrás ella mientras nos miramos todos para que alguien pregunte algo.

—Tengo una duda — rompe el hielo Zair. — ¿A dónde vamos? ¿Dónde estamos? ¿Quiénes son? ¿Y por qué nosotros estamos aquí?

Las Verdades Detrás de las Mentirás✔ [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora