Capítulo 10

2.4K 216 43
                                    

Mi sexo estaba al rojo vivo de necesidad. Deslicé mis dedos en él y lo toqué, determinada a aliviar el dolor de ahí.

―Maldición, Billie ―escuché a _______ decir en un tono áspero, y sus manos agarraron las mías―. No hagas eso conmigo sentada aquí.

Suspiré una protesta, mis caderas levantándose del colchón como si pudiera seguir la mano que había sido separada de mi piel.

...¿colchón?

Con mi cerebro nublado, me senté, jadeando, e intenté darle sentido a lo que mi cerebro estaba pensando. Había un bajo, silbante rugido en mis oídos, seguido por el sonido de lo que parecía el aire golpeando en una hoja de metal. Olfateé, y escuché, un fuego crepitar. Y _______. Olfateé a _______.

Pude sentir el suave peso de mi bolsa de dormir cubriendo mi cuerpo desnudo y estaba recostada en un catre en lo que parecía ser una cabaña oscura. Parpadeé hacia las vigas de madera sobre mi cabeza, y miré alrededor, buscando la luz. Había un hoyo en una esquina del edificio, y vi la nieve yendo a la deriva del otro lado.

― ¿ _______? ―murmuré confundida. Froté una mano sobre mis ojos y el olor de mi propio sexo por poco me ahoga. Estaba todo sobre mis manos y mi cuerpo. Necesidad, ardiente excitación femenina, perfumaba el aire.

―Estoy aquí ―me dijo, y una sombra cayó sobre mi catre una vez más. Sus manos aferraban el saco de dormir muy cerca de mi cuerpo.

― ¿Qué... qué estás haciendo aquí? ―Mis manos se retorcieron, y las cerré en puños para así no alcanzarla y arrastrarla hacia mí. Dios, olía increíble. Dios, quería follarla tanto―. Deberías irte

―Hay una ventisca afuera―gruñó―. ¿Por qué no te has marchado?

―No puedo ―jadeé―. ¿Por qué te quedaste?

―Por ti ―sonó increíblemente frustrada. Mientras la miraba aturdida, pasó su mano a través de su cabello―. ¿Por qué estás haciendo esto Billie?

―Debo decirte la verdad, _______ ―Me aferré a las mantas, miserable―. Estoy en celo.

Me observó por tanto tiempo que me pregunté si siquiera me había escuchado. El viento estaba rugiendo afuera, sacudiendo las paredes del destartalado edificio. Entonces, sacudió la cabeza.

―Sé que estás en celo. Es obvio para cualquier cambiador con una nariz. Dios, ¿pensaste que no estaba consciente de eso?

La miré horrorizada.

― ¿Lo sabías?

―Has estado arrojando intensas cantidades de olor durante la última semana, Billie. Tendría que estar muerta para no darme cuenta.

La mortificación me invadió, y cubrí mi rostro con mis manos, gimiendo.

―Lo siento tanto.

―¿Por qué lo sientes?

¿En verdad no lo entendía?

―Vine aquí buscándote. ―Cuando no dijo nada, di un vistazo a través de mis dedos y la vi observándome con una semi sonrisa irónica, el gris de sus ojos flameando―. ¿Qué?

― ¿Cuán despistada crees que soy?

Lancé un puñetazo hacia ella... Y fallé.

― ¿Considerando que habías olvidado cómo hablar ingles hasta la semana pasada? Jodidamente despistada.

―De acuerdo, buen punto —dijo _______, retrocediendo, fuera de mi alcance―. Pero eres la primera persona buscándome en dieciséis años. Eres una vieja amiga de la familia, y una cambiadora oso a punto de entrar en celo. No es muy difícil juntar las piezas, incluso para mi perturbada mente.

Ella lo sabía... y sabía que era una persona horrible. Porque sabía que estaba de duelo, y aun así vine tras ella, agitando mis feromonas bajo su nariz de modo que tuviera que prestarme atención. Eso era egoísta. La había manipulado hasta que ambas estuvimos acorraladas.

―Esto está mal ―le dije.

― ¿Eso importa a este punto?

Lágrimas calientes comenzaron a filtrarse desde mis ojos otra vez porque no, en realidad no importaba a este punto. Nuestros caminos se establecieron desde que mi celo apareció. No tenía otras opciones, y dado que _______ no me había abandonado, ella tampoco tenía opción.

―Billie ―dijo _______, y se sentó al borde del catre desvencijado. Sus manos acunaron mi mandíbula y rozaron mi mejilla, la sensación de su piel contra la mía fue tan dulce que inició una nueva ronda de lágrimas―. No llores. ¿Qué es lo que quieres de mí?

El tono de su voz fue tan amable y comprensivo que me sentí incluso peor.
Sollocé.

―Quiero una compañera. Quiero que vengas a casa conmigo. Quiero que seamos aceptadas por los clanes como una pareja acoplada. Estoy cansada de ser una solterona. ―De estar completamente sola y no ser querida.

El pulgar de _______ continuó acariciando mi mejilla.

― ¿Y es tan importante para ti que arriesgaste tu vida, y la posibilidad de tener un niño, para venir tras mí?

―Es lo que siempre he querido ―dije entre hipos y sollozos. ¿Ser aceptada y amada en vez de rechazada? ¿Tener mi propia familia con personas que se preocupen por mí en vez de un padre que está más interesado en las políticas del clan que en su hija?

Ese era mi sueño... amor incondicional.

Su pulgar acarició mi mejilla, y siguió la curva de mi boca. Después de un largo momento, dijo:

―Algunas veces lo que pensamos que queremos no siempre es lo que queremos.

Mi mejilla siguió el ligero toque de sus dedos, apoyándome en su palma. Era difícil concentrarse en sus palabras, sus dedos estaban en mi rostro pero también podrían haber estado entre mis piernas, zambulléndose contra la resbaladiza y necesitada carne allí.

― ¿A qué te refieres?

―Nada ―dijo suavemente―. Simplemente estoy hablando porque estoy nerviosa.

Fruncí el ceño ante eso, incluso mientras su pulgar rozaba mi boca y un poco más abajo en el extremo.

― ¿Nerviosa? ―pregunté sin aliento. Ella era deliciosa y la deseaba tanto. Di un golpecito con mi lengua sobre la punta de su dedo. ¿Por qué morder su pulgar era tan increíblemente erótico?

Su mirada parecía estar pegada a mi boca, hacia donde lamí y chupé su pulgar.

―También es mi primera vez.

Me quedé quieta.

―Umm... ¿Qué?

―Dije, esta es mi primera vez. ―Y tuvo las agallas de sonreírme.

Luché para sentarme derecha, apartándome de ella de modo que pudiera pensar sin que su toque me volviera loca. Miré hacia su apuesto rostro, incapaz de creer lo que estaba escuchando.

_

Votay comenta

Bear Naked (Billie Eilish y Tu) G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora