Bear Naked (Billie Eilish y Tu) G!P

Capítulo 14

—Sé lo que esto significa, Bills —dijo suavemente—. No te preocupes por eso.

—Pero... solo quiero que sepas —comencé, luego me detuve. Las palabras aferradas a mi garganta titubeantemente, como si no quisieran salir—. Tú... sin embargo, eso no quiere decir que tengas que ser su otra madre.

Ladeó su cabeza, frunciendo el ceño, como tratando de entender a dónde estaba yendo con esto.

—Quiero decir, serás la madre, por supuesto. —Sentí mi rostro enrojecerse mientras trataba de sacar las palabras al aire libre—. Solo que tú y yo... justo ahora... no quiere decir que tengas que estar involucrada en la vida del bebé si no quieres estarlo. Puedo hacerlo por mi cuenta. No quiero que te sientas obligada.

_______ me miró durante tanto tiempo que comencé a sentirme incómoda. Sus ojos grises observaban mi rostro, y me pregunté qué estaba pensando. Tenía la clara impresión de que la había enojado.

Y eso me ponía infeliz y nerviosa.

—¿Qué? —espeté—. Simplemente estoy tratando de darte opciones en esto. Yo...

Su mano fue a la parte trasera de mi cuello, y me callé a mitad de oración. _______ no dijo nada más, solo descansó esa mano en la parte posterior de mi cuello. Me tensé y preparé, esperando que hiciera algo.

Vino un momento después. Salió disparada de la cama, probablemente para rodarme sobre mi espalda. Sin embargo, el catre era demasiado chirriante y la cama tan estrecha que terminamos volcándola, y ambas rodamos al suelo entre extremidades enredadas y mantas. Hice una mueca cuando el peso de _______ cayó sobre mí.

Esperé que se disculpara de nuevo por sobresaltarme, pero no lo hizo. En cambio, gateó hacia mí, su gran peso inmovilizándome contra el frío piso de madera. Sus ojos grises lucían intensos mientras me observaban. Su cabeza se sumergió en mi cuello, y sentí su boca presionarse contra mi piel, caliente y deliciosa.

Gemí, el deseo quemando a través de mi cuerpo.

—_______...

Su mano se apretó en la parte trasera de mi cuello. Y antes de que pudiera cuestionar lo que estaba haciendo, sentí sus dientes hundirse en mi piel, me mordió en el cuello.

Fuerte.

Jadeé en shock a medida que la mordida profundizaba. Ella tenía los dientes desafilados de cualquier humano, pero por alguna razón, sentí la incisión de sus dientes en mi piel, como una marca. Un momento después, me di cuenta de qué era esto... una marca de compañero.

_______ acababa de reclamarme como suya.

Sobresaltada, me aferré a ella por un momento más mientras continuaba mordiéndome, consolidando su reclamo. La marca se mostraría, lívida como un moretón por algunos días, y luego se desvanecería en una cicatriz débil que solo un cambiador podría sentir. Pero después de esto, ningún cambiador macho pensaría alguna vez en tocarme de nuevo, porque _______ me había declarado como su propiedad.

Decir que estaba asombrada por esto era un eufemismo.

—_______ —dije suavemente, acariciando su cabello ahora corto mientras lamía mi cuello, una y otra vez sobre el lugar donde había dejado la mordida—. No tienes que...

Se alzó entonces, besando mi mandíbula en una caricia tierna que me dejó adolorida con necesidad. Olvidé mis protestas a medida que movía su boca hacia arriba y cubría la mía, y mi lengua codiciosamente aceptaba el regreso de la suya mientras me besaba.

—¿Ahora juegos previos? —preguntó _______, su voz grave y áspera cuando su boca se alejó de la mía.

Parpadeé hacia ella, sobresaltada.

—¿Qué?

Tomó mi mano y la guio de nuevo a su entrepierna. Su pene estaba duro como una roca, y prácticamente podía sentirlo pulsar en mi agarre. _______ se inclinó hacia delante y me besó de nuevo, y cuando su lengua empujó de nuevo en mi boca, la sentí empujar contra mi mano. Envió una espiral de excitación por mi cuerpo en respuesta, así que sollocé una protesta cuando retiró sus labios de los míos una vez más.

—¿Ahora juegos previos? —preguntó otra vez.

Asentí.

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