Capítulo 23: La revancha

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Narra Lisa

Entré a mi habitación más furiosa que nunca, guardé mi Walther P99 de nuevo entre mis cosas y me quité la sudadera sentándome en mi cama. 

"¿Por qué mi genio se arruina en estos momentos?" 

Pensé pasando las manos por mi rostro y tomando la pequeña computadora de la organización. Introduje mi contraseña y lo primero que apareció fue la misión que tengo desde hace siete años: 

Top Secret 

Charles Worlmand: 

Empresario acusado de asesinato, narcotráfico y lavado de dinero. Asesino de Malai  Manoban y Khalan Manoban. 

Tiene 52 años recién cumplidos. 

Dueño de Worlmand Enterprise. Empresa encargada de transportar minerales de hierro vía marítima. 

Fue capturado en el año 2003 pero se fugó por un túnel que él mismo mandó a construir. Se busca desde entonces. 

Engendró 15 hijos a lo largo de los años con diferentes mujeres importantes en el mundo del espectáculo. 

Es buscado en más de 150 países. 

Ubicación reciente en la Habana - Cuba. 

Encargados de su búsqueda: Lalisa Manoban y su equipo. Mejores agentes especiales de la organización en los últimos años. 

Cerré la computadora incapaz de seguir leyendo algo más de ese maldito infeliz. Guardé la computadora y me dispuse a organizar mi habitación. 

Tardé menos de 15 minutos en terminar pero lo hice perfectamente. Bajé hasta la cocina y allí estaban los tres chicos que milagrosamente no estaban peleando. 

—Hola principessa. _Mati besó mi dos mejillas y los otros dos hicieron lo mismo. 

—¿Qué hacen chicos? _pregunté sentándome en la Isla de la cocina. 

—Sólo adelantamos la cena Lisa._Pipe me sonrió. 

—Estoy aburrida. _recosté mi cabeza entre mis brazos. 

En ese momento entró Joe y me fulminó con la mirada. Desde que le gané al ajedrez ha estado algo resentido conmigo, pero en vez de importarme me da risa. 

—Hola Joey... ¿Qué tal tu día? _pregunté burlona abrazándolo por los hombros. 

Los chicos rieron sabiendo el porqué lo molesto. 

—El mío bien gracias. _contestó cortante y yo sonreí atrapando mi lengua entre mis dientes. 

—Me alegro mucho Joey. _fingí voz inocente y él con una sonrisa fingida fue por una bandeja de plata. 

—El abuelo aún sigue molesto porque la ragazza le ganó al ajedrez. _Fede se burló y Joe lo asesinó con la mirada. 

—¿Es cierto Joey?... No puedo creerlo. _cubrí mis manos dramática como si nunca me hubiera enterado. 

—Eso no es cierto. _se aclaró la garganta y volvió a lo suyo. 

—No quiero que estés molesto conmigo Joey. _hice un puchero y cara de perrito regañado. 

—El viejo quiere la revancha principessa. _miré a Joe con los ojos abiertos. 

—¿Eso quieres? _levanté mis cejas. 

—Eso quiero. _afirmó seguro y yo sonreí con malicia. 

—¿La revancha quieres?... La revancha tienes. _ambos nos dirigimos al jardín con todos los empleados de turno que nos seguían curiosos. 

Nos sentamos en una de las mesas de cristal y Suzy guiñándome un ojo colocó el tablero de ajedrez en frente nuestro, tomé las piezas negras y empecé a acomodarlas. 

Minutos después el juego empezó, pero antes de eso sentí un beso en mi mejilla y al girar Seulgi me sonreía ampliamente y se colocaba junto a Suzy. 

Joe empezó a mover sus piezas mirando totalmente concentrado mi siguiente movimiento. Yo no me quedaba atrás y en menos de nada empezamos a comer nuestros peones. Seguimos con nuestras piezas mayores hasta sólo quedar ambos con el Rey y la Reina. 

Ambos estábamos en una batalla colocando en jaque cada segundo, hasta que me comí la Reina de Joe y Joe se comió a mi Reina con su Rey... En pocas palabras quedamos empatados. 

—¡NOOO! _gritamos todos los presentes. 

—¡DESEMPATE, DESEMPATE, DESEMPATE! _pedían todos mientras Joe y yo nos dábamos miradas asesinas. 

—¡DOMINÓ! _dijimos ambos provocando los vitoreos de todos. 

Al final terminamos empatados en ese juego.

En las damas chinas también empatados. 

En Black Jack ni contando cartas logramos desempatar. 

En parqués llegamos al mismo tiempo. 

Decidimos subir esto al otro nivel así que empezamos a jugar a nada más y nada menos que... Tragos Rusos. 

Consistía en beber todas las clases de bebidas alcohólicas que pudiéramos hasta que alguno cayera. 

Era de estómago fuerte, tanto que podía beberme un vino de la cosecha Antes de Cristo. Empezamos con un poco de Whisky, después ya más animados con el Tequila, el Vodka, el vino del año 1965, Champán, Piña Colada, Dulce de café y... Fueron tantos que ya perdí la cuenta. 

Estaba totalmente mareada y sentía unas impresionantes ganas de vomitar, no iba a ceder tan fácil y se que Joe tampoco. 

Finalmente ambos terminamos desmayados y cuando lograron despertarnos vomitamos en un cesto. 

—Esto... Esto se de-define con una ruleta de disparos. _hablé como pude viendo todo borroso. 

—¡¿AHHH?! _dijeron todos. 

—Esa... Cosa que gira y... Uno apunta... Y... Hace pew pew. _simulé una pistola con mis dedos. 

—¡OHHH! _volvieron a decir al unísono. 

Colocaron la ruleta delante de nosotros, la idea era dispararle a la fotografía de un trofeo y el que más se acercara ganaba definitivamente. 

No podía ver ni un carajo, la tierra se movía al dar un sólo paso y me estaba riendo como foca retrasada a cada segundo. 

El arma de dardos que me dieron la tomé al revés y casi me doy yo misma, Joe le dió a un arbusto en ¿Forma de pato? y casi cae a la piscina. 

—¡Disparen en tres... Dos... Uno! _ambos empezamos a disparar y a darle a todo menos al blanco.

En una oportunidad de recapacitación logramos darle al blanco... Al mismo tiempo. 

—¡¿ESTO ES UNA BROMA?! _gritamos todos sorprendidos. 

—¡Cómanse un chicle! Ambos ganaron. _Seulgi con el cabello revuelto y las mangas de su camisa hasta el codo se cruzó de brazos. 

Miré hacia un lado y pude ver (con el poco sentido que me quedaba) a una divertida Jennie que negaba con la cabeza mientras reía. 

Empecé a ver todo más borroso y cuando menos pensé ya estaba en el suelo chupándome el dedo.

Top Secret  (Jenlisa G!P)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora