Top Secret (Jenlisa G!P)

Capítulo 14: Diversión

Llegamos a casa y sorprendentemente estaba sola. 

—¿Hay un velorio o que? _sonreí por las palabras de Lisa. 

—No lo sé, pero será mejor ir a la sala de música para ver que tocaremos. _tomé su mano y una extraña sensación me recorrió todo el cuerpo. 

Entramos a la sala de música y ví el hermoso piano de cristal, también ví a Lisa mirando el piano y sonriendo como recordando algo. 

—¿Qué haremos? _preguntó sentándose en el piano y yo lo hice a su lado. 

—No lo sé, será mejor mirar a ver que podemos hacer. _sugerí y ella asintió. 

Empezamos a sugerir canciones pero ninguna nos convencía lo suficiente. Pasamos así dos horas y sabía que Lisa empezaba a perder la paciencia. 

—¿Sabes qué?... Ven conmigo. _tomó mi mano y me llevó hasta la entrada principal. 

—¿A donde iremos? _la miré. 

—Estamos bloqueadas Nini... Iremos a divertirnos. _me sorprendí. 

—¿Me llevarás a una discoteca? _ella negó varias veces con la cabeza. 

—Jen... Existen muchas formas de divertirte sin necesidad de ir a una discoteca. _me abrió la puerta del auto y ambas entramos. 

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—Llegamos... _estacionó el auto en la playa. Estaba prácticamente sola ya que en semana no es mucha la gente que viene. 

—¿Qué hacemos aquí? _me bajé del auto. 

—Ya lo verás. _empezó a caminar por la playa. 

Estaba a punto de anochecer y podía verse el hermoso atardecer que era de color naranja. 

Caminamos en silencio hasta el enorme faro blanco, Lisa abrió la puerta y miró las escaleras para subir al mirador. 

—Será mejor que subas tú primero, no sé cuanto llevan sin usar estas escaleras y lo último que quiero es que te lastimes. _en cuanto dijo mi corazón empezó a aletear como loco. 

Empecé a subir las escaleras y ella estaba detrás de mí, abrí la puerta y quedé aún más maravillada con la perfecta y pacífica vista que tenía.
Lisa colocó una piedra para que la puerta no se cerrase y se inclinó en la barandilla admirándolo todo. 

—Esto... Es fantástico. _dije posicionándome a su lado. 

—Es mejor que una discoteca, ¿no es así?_me dió un suave empujón mirando de nuevo como el cielo empezaba a caer. 

—Por ahora van en un empate. _sonreí y el frunció el ceño. 

—Vamos a comer. _sacó una manta de picnic del bolsillo de su chaqueta y la colocó en el suelo, después sacó una bolsa con 2 cajas de sushi (cada una traía 6 rollos), y también la colocó junto a la manta. 

—¿Tienes bolsillo hondos? _pregunté sentándome junto a ella. 

—Las traigo desde que salimos del auto... Eres muy despistada Nini. _sacó una caja  y me la pasó a mí, después abrió la suya y empezó a comer. 

—Muy graciosa. _sonreí. 

—Tienes una linda sonrisa Kim. _siguió comiendo mirando al horizonte con sus ojos brillando. 

—Tú tienes unos lindos ojos Manoban. _me miró y sonrió de lado. 

—Es un don. _me guiñó un ojo mientras reíamos.