No soy de nadie [Kookmin]🔺

Capitulo 3𑁍︎

Cinco años después

Así pasaron los síguentes cinco años.

Yoongi se graduó de la escuela, trabajaba y seguía estudiando pero ahora en la universidad, estudiaba administración de empresas, a excepción de antes ya no era conserje ahora tenía un mejor puesto en la empresa de su querido abuelo, el seguía dando apoyo a su nieto. Estos cinco años sí que habían sido muy duros ya no pudo divertirse como antes de que naciera su pequeño retoño, no vivió como un adolescente normal tendría que pasar su adolescencia, en el cual tuvo que dejar la diversión para cambiar pañales, trabajar para mejorar y brindarle un futuro prometedor a su hijo, ya no veía hace tiempo a sus amigos no salía de fiesta...tanto había cambiado, su hijo lo era todo para él no importa cuan duro fuese la vida, no importa que todos lo juzgaran por ser padre soltero y joven, pero no siempre era así, había personas también que lo admiraban por sacar a su niño adelante, su niño siempre sería su luz al final del túnel.

-Papá deja de estar perdiendo en tus pensamientos de nuevo y pasame la pelota-decía con un puchero y sus brasitos cruzados.

Yoongi le dedico una sonrisa-Esta bien Jungkook, pero deja y quita esa cara de gruñón- Sí así lo llamo :Jungkook -enseguida le lanzó la pelota.

Jungkook corrió por ella pero la pelota se fue demás, no pudo alcanzar a la pelota corrió más pero en esa se cayó provocandose unos raspones, vio que por estos empezó a salir sangre entonces comenzó a llorar por las heridas también por su pelota. Hasta que alguien se le acerco.

-Hola, ¿esto tuyo? -se acercó preocupado.

-Sí -respondió gimoteando y viendo
al adolescente que se veía preocupado a causa suya.

-Entonces ya no llores, ya tienes tu pelota contigo-hablo hasta que vislumbra los raspones-Pero como..., ya veo que te lastimaste la rodilla.

-Sí y me duele mucho- respondió el pequeño mientras intentaba sobar su adolorida rodilla.

-Creo que tengo una curita en mi mochila, espera- aviso y empezó a buscar entre sus cosas, ahí encontró varias con estampados de ositos verdes.
Se lo quiso poner pero el pequeñín lo detuvo.

-¡Espera! Mi padre dice que no debo hablar con desconocidos y menos recibir cosas de ellos, así que no me lo pongas-decía empezando a pararse y limpiando las pequeñas lágrimas de su mejilla.

-Pues tu padre tiene razón pero esto solo una curita no es nada malo, te la pondré y me iré, así que quedate quieto no vaya a ser que lo pegue mal.

El niño asintió, aún desconfiado.

Yoongi noto que su hijo se estaba tardando mucho y fue a buscarlo por todo el parque. No debio lanzarle la pelota muy fuerte.

-¡Jungkook! ¡Jungkook donde estas!¡hijo! ¡bebé!-comenzó el llamado de su hijo buscándolo con la mirada.

-¡Papá, estoy aquí, no me llames bebé!

Allí lo bisualizo junto a un adolescente. Le pareció conocido le tomó unos segundos reconocer al muchacho.

-Jimin...

-Yoongi.

-Papá me lastime la rodilla y él me puso una curita de ositos, sabes me siento mejor así que no te vayas a preocupar por mi estoy bien-exclamó el pequeño con una sonrisa.