Capitulo 23

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Narra Justin:

Quede atónito con la respuesta de _____. Pero también me di mil y un golpes mentales porque ella tenía razón. Nosotros no somos nada más que amigos y eso me esta volviendo loco. No tienen idea de cuanto quiero que seamos algo más, pero me parece muy rápido aún. Uggh. Estoy furioso ahora mismo.

–Esta bien. Tienes razón. Tu y yo sólo somos amigos.–aclare. Algo se revolvió en mi estómago, era horrible.

–Si.–dijo ella mirando hacía otro lado.–Yo puedo salir con quien yo quiera y tú puedes salir con quien tú quieras. Y no podemos decir nada. ¿Ok?–dijo con voz firme. ¿Que? No. Por supuesto que no. Ella es mía. Sólo mía.

–No.–mi respuesta pareció sorprenderle.–Por supuesto que no.–me levanté. No puedo ni imaginar a _____ besando o abrazando a otro chico.

–Por supuesto que sí. –me contradijo.–¿No hemos dicho que sólo somos amigos Justin?–su ceño se fruncio. Estaba enojada. Además, ella dijo mi nombre por primera vez. Bueno, siempre lo dice, pero me dice Drew y a mi no me gusta Drew. Justin suena angelical cuando ella lo dice.

Wow. Que cursi soné.

–Yo..–me agarré de los pelos, literalmente.–¡Bien! ¿¡Yo puedo estar con quien yo quiera!? ¡Esta bien! ¡Ahora mismo voy a llamar a Chantel y me voy con ella! ¿¡Porque a ti no te va a molestar no!?–explote. Ella me miraba asustada, pero luego ese ceño fruncido y esa cara preciosa que tenía, se convirtieron en pura ira.

–¡Por supuesto que no! ¡Llamala! ¡Vete con ella! ¡No me importa!–se cruzó de brazos y se sentó firme en el sillón mirando hacía el frente.

–¡Bien!–grite por última vez y salí de la casa dando un portazo. Estaba hecho mierda. De verdad necesitaba a alguien que pueda satisfacerme ahora, y la perra de Chantel puede hacerlo.

Me subí a uno de mis tantos autos y arranqué. Salí de la casa y iba a toda velocidad. Sin rumbo. ¿Donde carajos vivía Chantel? Ugh. Debería habérselo preguntado. Pero.. ¿me dirá algo por lo que paso hace un rato? Nah no creo. Esa tipa lo único que quiere es sexo. Seguro cuando la llame ya no se va ni acordar.

Tome mi teléfono y busque entre mis contactos. Cuando ya la encontré la llame. Uno, dos, tres tonos y me contesto.

–¿Just?–sono su voz al otro lado de la línea con un poco de confusión.

–Hola preciosa.–intente sonar lo más normal posible. Necesitaba ya un buen polvo.

–Que raro que me llamas.. después de lo que pasó, creí que ya no me hablarías..–susurro.

–Ya lo olvidé, guapa. ¿En donde éstas? Estoy yendo junto a ti.–mi voz sonaba ronca.

–Estoy en un motel.–su voz sonó sensualmente.–Podemos..–no la dejé terminar. Sabia que ella estaba pensando lo mismo que yo.

–¿En cuál éstas?–pregunte.–Ponte guapa para mi, dulzura.–tenia una sonrisa de psicópata ahora mismo.

–Te pasó la dirección por mensaje.–senti un suspiro, más bien parecía un gemido.–Te estoy esperando con ansías cariño. No tardes, bye.–se despidió y corto.

Algo me decía que me la voy a pasar genial con ella, y que ella me ayudaría a olvidarme de ______ aunque sea por unas horas.

***

Arreglé mi camiseta y salí de la habitación. Ese tal vez ha sido el mejor polvo que me ha dado Chantel. Ella se quedo muy satisfecha, al igual que yo.

Por alguna razón, sentía algo en el pecho. Y se me vino la imagen de _____ a la cabeza. Nuestra pelea y mis celos. Tal vez me haya gustado mucho la tarde que me dio Chantel, pero ahora mismo, sentía cómo si hubiera engañado a _____. Lo sé, suena estúpido que ahora sienta esto. Ya lo he hecho y ya no hay remedio. La cague en grande.

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