El maestro Hapossai no está, los hombres Saotome están de viaje de entrenamiento y la calma y la paz reina en el dojo Tendo hasta que unos invitados muy especiales llegan a la casa. Un empresario muy rico y su hijo aparecen para reclamar una vieja deuda a Soun que tiene mucho que ver con sus hijas. Akane inmediatamente adivina de qué se trata y se cree a salvo gracias a su compromiso con Ranma pero, ¿cuándo ha estado ella a salvo de nada? ¡Ranma, regresa rápido o de lo contrario...! Si Ranma quiere seguir siendo el prometido de Akane y encargarse del dojo familiar va a tener que aprender a ser un prometido de verdad. Todos los personajes, lugares y demás pertenecen a Rumiko Takahashi, yo solo los incordio con mis extrañas ideas ^^