Los monstruos pueden ser reales o falsos, depende de a quien le preguntes. Todos tenemos monstruos que nos aterrorizan, algunos más extraños que otros, podemos tomar el contexto de lo que es un monstruo y adaptarlo a nuestra propia pesadilla. En mi caso, yo soy mi propio monstruo. Y todos creen saber lo qué pasa por mi cabeza. Más no saben de lo que soy capaz. Las chicas me ven como el chico de sus sueños. Más no saben que podría ser su peor pesadilla. Aunque hay una persona que es diferente; Clay Dábalo. Problemática, curiosa y le importa un carajo lo que piensen de ella. Cuando deja de importarte el qué dirán los demas, es cuando sientes el poder de la absoluta libertad. Ella oculta un secreto... ¿incomprendida?, podría ser, ¿heroína?, no salvaría ni a una mosca ni aunque esta le suplicase. Ambos estamos enfermos, pero aquí lo importante es... Al ambos conocer nuestros secretos, ¿que sucederá despues?. Dos personas iguales, dos mentes maestras que se examinan el uno al otro. Y uno, en ese juego morirá.
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