Hace cuatro años que supe la noticia de que mi madre estaba viva. Me quedaba un año en la universidad y pedí un intercambio para estar cerca de ella y saber que fue lo que pasó, necesitaba tiempo y aunque la universidad me puso trabas para irme ya que ¡Ja! Soy un cerebrito en mi área, de todas formas me fuí y a pesar de estar convencido de mi decisión, algo no se sentía bien. Quizá fue el amor que dejé atrás, el estar tan estúpidamente cegado por el enojo me hizo irme sin pensar en nada más y hoy, cuatro años después de esa mañana, soy otro de los empresarios millonarios y reconocidos del mundo, y no solo eso... Acabo de enterarme que soy padre de mellizos y con nada más y nada menos que con Millane Elizabeth Hellen, la reconocida diseñadora de modas más aclamada de los ultimos tres años... El amor de mi vida. La misma que me acaba de hacer llegar una solicitud de divorcio. La misma que se va a casar y hacer su vida con otro. Y la verdad ella merece ser feliz. Pero yo volví a recuperar lo que es mío, porque ella es mía, y esos niños también lo son. Ellos tres son míos y no voy a parar hasta tenerlos conmigo.