21- Sin roces.
Izan.
Jueves...
Un jodido jueves.
Me encuentro en el vestíbulo de un lujoso hotel en Milán esperando a que Millane este lista y aparezcamos juntos en el evento de esta tarde.
No viajamos juntos ya que ella "tenía asuntos que resolver aquí" por lo que viajó anoche mientras yo viajé esta mañana.
He revisado el celular cada dos segundos, tal vez por costumbre con los correos y llamada que recibía constantemente por trabajo o tal vez por la ansiedad que me causa esto.
Ni siquiera sé de qué estoy tan ansioso.
Ayer por la tarde hablamos sobre lo que ocurrió durante su embarazo y soltó una increíble bomba segundos antes de que se acercaran nuestros hijos y nos separaran de un segundo a otro para jugar lo que ellos querían.
~¿Entonces por qué me enviaste esa demanda de custodia?~
Fue lo último que escuché de ella antes de no verla hasta esta mañana a través de una pantalla, ya que, el que volviera a Milán bajo tremendo escandalo hizo que apareciera en todos los medios de comunicación.
Respiro profundamente preparándome como si no la viera hace años. Ni para buscarla después de tantos años me hizo sentir como ahora, no entiendo qué carajos está pasándome.
Observo a las personas a mi alrededor como un intento de distraerme y pensar en otra cosa pero todo falla cuando los veo volteando al mismo lugar.
Sé lo que están mirando.
O más bien a quién.
Me uno al resto de las personas del lugar y doy la vuelta lentamente para...
Dios bendiga el color negro.
Vestido negro. Mallas. Collar de perlas.
Ni siquiera puedo describir bien lo que veo. No se me atascaron solo las palabras sino que también los pensamientos.
Baja observando las escaleras pero como si fuera ley, sube la cabeza mientras sigue bajando con la mirada altiva en un punto fijo detonando seguridad y poder.
Sé que no tengo derecho a nada que tenga que ver con ella pero el notar como los hombres del lugar la están observando me deja tenso y con unas fuertes ganas de darle un golpe a más de uno y aunque no quiera, admito que me hace sentir inseguridad, no solo por saber que no estoy con ella sino porque en un abrir y cerrar de ojos esta con alguien más y solo me toca aceptarlo.
A pesar de que se ha abierto más a mí para contar lo que ocurrió mientras no estuve, sigue estando comprometida, sigue estando con otro y aunque diga que me ha perdonado aún hay un muro entre nosotros que cada vez se hace más fuerte.
Aunque el viaje no fue largo me mantuve durante todo el tiempo pensando en cómo serán las cosas luego de su boda, luego de que lo que tanto me he negado a pensar se vuelva un hecho del que no pueda hacer absolutamente nada.
No lo evito y termino bajando la mirada como si eso aliviara que día tras día del que compito con el tiempo para lograr algo me esta debilitando más de lo que puedo aceptar.
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Más de ti #2
Ficção AdolescenteHace cuatro años descubrí que mi madre estaba viva. Me alejé de todo lo que tenía para estar cerca de ella y entender qué había sucedido. Pero en mi partida cometí un error. Dejé el amor de mi vida atrás y cuando creí que nada cambiaría, que mis opo...