Janna es buena en su trabajo, o eso cree, hasta que la despiden. No muy satisfecha con esto, decide subir a las oficinas de James Harper, el jefe del Holding. Pero para su sorpresa, lejos de llamar a seguridad, James Harper tiene una propuesta que hacerle a Janna. Y es que su proyecto es lo mejor que ha visto en mucho tiempo, justo lo que quiere para su iniciativa en Cadwell. Lamentablemente, a James solo le falta un pequeño detalle. Los terrenos y la mansión a reformar, son de su padrastro, y no piensa venderlos a menos que James siente cabeza y se case. Así pues... Su sueño está al alcance de su mano, ¿sería tan descabellado pedirle su nueva jefa de proyectos que finja ser su prometida?