Me dirigí a la habitación del armario, se veía tan místico como la primera vez, pero parecía tener algo diferente.-¿Lu?-llame a la menos tomando todo el valor que tenía decidí por entrar.
Me adentré entre las pieles y cada que estiraba mis brazos chocaba con más abrigos, el armario parecía no tener fondo y cuando menos lo pensé ya no me encontraba entre abrigos, ramas blancuzcas me abrían el paso hasta dejarme en el espacio más blanco que jamás había visto.
Había salido completamente del armario y me encontraba en un bosque cubierto totalmente por nieve, tan hermoso...tan mágico.
Lucy tenia razón,siempre la tuvo.
Avance un poco más acurrucándome en mi fino camisón y divisé dos tipos de pisadas, las que llamaron mi atención fueron las mas pequeñas, sabía que era ella.
Sin pensarlo mucho tome un abrigo y comencé a seguir las pequeñas marcas de zapatos, me guiaron hacia la entrada de una casa que parecía ser una cueva.
No sabía donde estaba y no sabía quién vivía ahí, pero si Lucy estaba allí y algo malo le pasara, me sentiría culpable.
Tome todo el valor que tenia y toque la puerta de madera que había, segundos más tarde un fauno me abrió.Sus cuernos y sus patas de cabra me habían dado entender que aquello era.
Tumnus
Fue lo primero que pensé, ya que creí que era de quien Lucy nos había hablado.
El solo me miraba impresionado.
-Hola señor, disculpe la interrupción pero se encuentra Lucy aquí? – pregunte
-¡Elaine!– grito la pequeña Pevensie y me dio un fuerte abrazo que correspondí, el fauno abrió los ojos como platos y rápidamente hizo una reverencia.
-Bienvenida majestad, un honor tenerla aquí en mi pequeña casa, por favor pase.
Algo extrañada me dejé guiar por la Pevensie menor al interior de la residencia, era tan cálida y acogedora,todo estaba bien ordenado, parecía en armonía.
La pequeña se sentó en una silla junto al fuego, junto a ella Tumnus no tardo en poner otra y hacer una seña amable para que me sentase.
-Veo que siempre tuviste razón, hice bien en creerte – Lucy sonrió encantada-usted debe ser el señor Tumnus.
-Oh, así es majestad, es un placer y honor – lo mire nuevamente confundida mientras este hacia una reverencia.
-¿Podría preguntarle porque me dije asi? – interrogue
- Es que usted es la esperanza de Narnia – lo mire aun mas confusa.
- Toma Eli, come esto es tan delicioso – me dijo rápidamente la pequeña, le di un mordisco a esos pasteles que me ofrecieron y no lo podía creer, nunca había comido algo tan delicioso en mi vida me quede completamente impactada de lo rico que era.
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Corazón de guerrera| Peter Pevensie
RomanceElaine siempre fue una joven tranquila e impulsiva, con una vida normal...oh así lo era hasta que conoció a los 4 hermanos Pevensie de camino a la casa del profesor Kirke, en donde juntos se adentraran en un extraño y mágico ropero, donde los espera...