- ¿Cuál es el plan majestad? – me pregunto Oreius mientras observábamos el campamento de la bruja- Esperaremos al anochecer y atacaremos sin crear mucho revuelo, la prioridad es Edmund, ¿Qué dices? – respondí
- Excelente majestad – dijo con una sonrisa antes de comentar el plan con los narnianos,
Al atardecer pusimos en marcha el plan, nos adentramos al campamento, mientras los narnianos se encargaban de los secuaces de la reina me dirijo hacia un árbol en el cual divise a Edmund siendo amenazado por un enano, me baje de caballo y corrí hacia el enano dándole un golpe en la cabeza, dejándolo inconsciente. Luego procedí a desatar a Edmund
- ¿Estás bien? – pregunte algo preocupada por las condiciones en las que encontraba al muchacho
- Si – respondió tiritando de frio
- Ven, hora de ir a casa – dije abrasándolo, gesto que acepto aferrándose a mi con fuerza, como si fuera a irme
- Espera, déjame hacer algo más – dijo antes de encaminarse al enano y atarlo al árbol como lo tenían a el hace unos momentos – listo, esto es lo justo
- Bien echo – dije rodeándolo con mi brazo mientras reía y nos encaminamos hacia mi caballo, para subir juntos y volver al campamento.
Cuando regresamos al campamento ya estaba amaneciendo
- Bienvenido Edmund, hijo de Adán y buen trabajo Elaine, hija de Eva, Edmund me gustaría hablar contigo, ve a descansar Elaine debes estar cansada.
- Claro, nos vemos – dije mirando a Edmund mientras le regalaba una tierna sonrisa para aliviarlo.
Mientras me alejaba para dejarlos hablar vi como Peter salía de su tienda, al verme vino corriendo hasta mi para envolverme en un cálido abrazo. Cuando nos separamos unió nuestras frentes y nos quedamos así unos minutos con los ojos cerrados. Cuando se alejo para que pudiera observar sus ojos, no tuvo ni que articular palabra alguna ya que yo entendí lo que quiso preguntar, con mi cabeza y una sonrisa tierna en el rostro hice una seña hacia donde se encontraban hablando Edmund y Aslan. Peter volteo en su dirección y vi como sus facciones se relajaban, pero al instante se endurecían nuevamente, como si analizara que decirle a Edmund cuando lo vea, tome su mano en señal de apoyo y le dedique una sonrisa para que se relaje. Momentos después vi a Lucy salir de su tienda, al verme me abrazo, al igual que Susan que venía detrás de ella y cuando volví mi mirada hacia la colina, indicándole que vea hacia allí,
- Edmund!!!! – grito Lucy emocionada e intento acercarse si no hubiera sido por Peter que la detuvo. ¨-
Al escuchar el llamado de la pequeña el gran rey del bosque y el pequeño Pevensie voltean hacia nosotros, logran intercambiar unas palabras mas antes de comenzar a acercarse hacia nosotros.
- Lo echo, echo esta no es necesario hablar con Edmund sobre el pasado. – dijo el gran león
- Hola – dijo un Edmund algo avergonzado, antes de recibir un cálido abrazo por parte de sus hermanas, al separarse me miro y dijo – gracias por traerme
- De nada – dije abrazándolo con una sonrisa – ¿cómo te sientes?
- Algo cansado – dijo apenado
- Ve a dormir – le respondió un Peter algo serio, pero con una sonrisita en sus labios, sabia que estaba feliz de tener a su hermano de vuelta, pero no sabe que decir o cómo actuar.
Edmund comenzó a caminar para irse, pero Peter lo llamo
- Y Edmund, ya no te alejes – le dijo sonriendo, acción correspondida por Ed
Mas tarde nos fuimos a desayunar, ya que decidimos ir a entrenar con Oreius, junto con Ed así aprendía a defenderse.
- Deja algo de comida a Narnia – dijo Lucy con una sonrisita divertida, mientras veía a Ed devorando rápidamente una tostada, se podía ver que había pasado hambre, le dedique una sonrisita tierna al verlo así.
- Te van a dar algo para el viaje de regreso – dijo Peter apoyado en una roca alejada de la mesa, mientras bebía de una copa.
- Regresamos – pregunto Susan extrañada al igual que todos
- Ustedes si – dijo el mayor Pevensie acercándose y sentándose a mi lado -le prometí a mama cuidarlos, pero lo mejor será que me quede aquí un tiempo y me gustaría que tú también estés a salvo Elaine.
- No voy a irme – dije segura de mi misma mientras me giraba a verlo.
- Nos necesitan, a los 5 Peter – dijo la pequeña Lucy
- Es demasiado peligroso, te ibas a ahogar, Edmund casi muere y Elaine se puso tantas veces en peligro que perdí la cuenta. – dijo serio
- Por eso debemos quedarnos, eh visto lo que la bruja a echo y además yo la ayude, no quiero que por mi culpa sufran los demás- dijo Edmund entre triste y avergonzado, se notaba que había aprendido algo de su experiencia nada linda
- Todos estamos juntos en esto – dije tomando la mano de Ed y viéndolo con una sonrisa. Sabia que el pequeño gruñón de antes fue remplazado por alguien maduro.
- Pues supongo que está decidido – dijo Susan levantándose y dirigiéndose a su arco
- ¿A dónde vas? Pregunto Peter
- Tengo que practicar – respondió sonriendo mientras se iba, seguida por Lucy
- El deber llama – dije levantándome – vamos, ustedes vienen con migo- dije riendo a los dos Pevensie.
mientras Edmund se adelantaba, tome a Peter del brazo para así hablarle en privado
- ¿No pensaste en preguntarme lo que pensaba acerca de tu desicion? - dije algo enfadada
- lo siento, pero lo que menos quería es que les pase algo a ustedes cuatro- dijo acariciando mi mejilla, logrando erizarme la piel y mirándome con sus ojos cargados de arrepentimiento.
- deber preguntarnos las cosas Peter, no lo decidas tu solo, además sabes que nunca te hubiera dejado, ni yo ni ellos - dije tomando su mano, sin apartarla de mi mejilla.
- tienes razón, lo siento en verdad
- esta bien, vamos, te daré tu lección pateandote el trasero, como siempre. - dije riendo y besando su mejilla, haciendo que se sonroje.
- ya...ya quisieras - dijo todavía sonrojado y nervioso, a lo que solo pude responder riendo, haciendo que el también lo haga, lo tome de la mano y así entre risas nos pusimos a correr hacia el campo de entrenamiento, donde Ed y Oreius nos esperaban.
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Corazón de guerrera| Peter Pevensie
RomanceElaine siempre fue una joven tranquila e impulsiva, con una vida normal...oh así lo era hasta que conoció a los 4 hermanos Pevensie de camino a la casa del profesor Kirke, en donde juntos se adentraran en un extraño y mágico ropero, donde los espera...