Buscándolo por todo el campamento, ahí lo encontré en la sima de aquella colina, que se roba mis pensamientos al recordar el día en el que estuvimos allí mismo revelando una pequeña parte de nuestros sentimientos.Respire hondo y sin pensarlo demasiado me acerque, se encontraba entrenando a pesar de que tuviéramos en día libre.
- Si piensas que entrenando en los días libres te ayudara a vencerme, temo decir que pierdes tu tiempo- dije llegando frente a el con una sonrisa burlona, haciendo que se detenga para responderme.
- Ya te supero, pero entrenar no me viene mal – responde con aire orgulloso e inflando su pecho, cosa que me causo gracia.
- Entonces no le molestara un enfrentamiento, con esta bella dama – dije desvainando una de mis espadas y poniéndome en posición para comenzar a pelear.
- Si no tener romperse una uña bella dama – me dijo burlón, preparándose para combatir
Y sin esperar más, lance la primera estocada, cosa que al parecer lo sorprendió, pero pudo responderme, comenzamos a pelear, nos lanzábamos el uno a las otras infinidades de estocadas, moviéndonos de un lado al otro, en un momento Peter me tiro al suelo dejándome desarmada y con su espada en mi cuello
- Al parecer ya sabemos quien es mejor que quien – me dijo divertido
- Cuidado, Pevensie, las cosas pueden cambiar rápido – respondí desafiante
La adrenalina comenzó a subir por mi columna vertebral y expandirse con ese calorcito extraño por todo mi cuerpo, sin esperar más, patee el pie de Peter dándome tiempo de recoger mi espada y sacar la otra que tenia envainada, ya lista vi como Peter me miraba expectante y sin decir nada volví a atacar, esta vez mis estocadas eran mas feroces y rápidas, que a Peter se le hacía difícil de responder, solo estaba recibiendo mis golpes uno tras otro sin poder dirigirme ninguno, en un parpadeo di una vuelta empujando a Peter hacia atrás, cuando quedamos cara a cara avance rápidamente esquivando su golpe, con la espada de mi mano derecha gire su muñeca obligándolo a soltar su espada dejándolo desarmado, mientras que con la otra arrinconaba su cuello con el filo de mi espada, le di una patada en su pie obligándolo a caer para posicionarme sobre él y así dejarlo vencido en el suelo con mis dos espadas en su cuello.
Cuando alce la mirada, me encontré con todo en campamento a nuestro alrededor mirándonos anonadados con el acto que hicimos, rápidamente me levante de Peter algo sonrojada, envaine mis espadas y le ofrecí mi mano para levantarse, ya que seguía en el suelo con la boca abierta, mirándome expectante. Cuando lo ayudé al levantarse empezamos a escuchar como todos los narnianos a nuestro alrededor nos aplaudían, silbaban y gritaban felices, en forma graciosa hice una reverencia y todos comenzaron a reír.
Ya cuando todos volvieron a sus labores, con Peter decidimos ver el atardecer, desde que comencé a evitarlo no lo habíamos vuelto a hacer.
Nos encontrábamos en silencio, uno cómodo, a decir verdad. Yo quería disculparme por mi comportamiento, pero estaba tan nerviosa que no sabía cómo comenzar la conversación
- Peter
- Elaine – dijimos al unísono
- Adelante, dime – dije rápido
- Yo..yo – comenzó a tartamudear, se lo veía bastante nervioso y eso me ponía nerviosa
- Tranquilo, dime ¿Qué sucede? - dije con una sonrisa de lado y comencé a acariciar su brazo para que se calmase, cosa que pareció funcionar.
- Yo quería disculparme
- ¿Por qué? – pregunte confundida
- Yo no debí intentar besarte, no quería incomodarte y sé que estuvo mal y estaba tan desesperado por probar de tus labios que juro que no pensé en mis acciones, yo... yo no sé cómo decir esto, nunca antes me paso con ninguna otra chica y es algo realmente nuevo para mí, hable con Susan porque no entendía que sucedía y me hizo entender todo lo que pasaba y me asuste y no supe que pensar, hasta que compartimos esa tarde y todo en mi cabeza se alineo para dejar en claro todo lo que sentía por ti y luego de ese momento nos distanciamos y me sentí culpable, pensé que te forcé y me sentí mal, hasta que hable volví a hablar con Susan y me dijo que te dijera como me siento - dijo tan rápidamente que apenas pude entender- y aquí estoy Elaine, y tengo que decirte que me gustas, me gustas tanto que voy a explotar y yo sé que debe habértelo dicho antes pero no sabía cómo expresarte esto o si sentías lo mismo por mí y si tú me permites me encantaría que me dieras la oportunidad de demostrarte lo que siento por ti....
Nunca pudo terminar de hablar porque junte sus carnosos labios con los míos, al principio se sorprendió, pero rápidamente me correspondió, así deleitándonos en un beso tan dulce en el que expresábamos todos los sentimientos que teníamos el uno por el otro, sin necesidad de palabras, nada era mas perfecto que esta demostración pura demostración de amor que nos dábamos el uno al otro; con mis manos acariciaba su pelo tan suave, mientras el con sus grandes y rasposas manos de tanto entrenar, agarraba suavemente mis mejillas; nos separamos por falta de aire, pero juntamos nuestras frentes mientras teníamos los ojos cerrados, disfrutando en silencio de nuestras caricias y parecencia del otro, sin necesidad de palabras, solo disfrutando del uno al otro en un silencio cómodo.
Nos quedamos juntos, mientras nos abrazábamos hasta que la noche se adueño del cielo y nos encaminamos al campamento para comer algo, tomados de las manos sin importar quien nos viese o que dijesen, nos sentamos el uno al lado del otro frente a las pequeñas Pevensie, que nos miraban con una sonrisa divertida, la cual decidí ignorar a pesar de mi sonrojo. Cuando terminamos la cena era hora de acostarnos, ya que al otro día debíamos entrenar por la mañana y hablar sobre la búsqueda de Edmund con Aslan y Oreius por la tarde. Peter decidió acompañarme a mi tienda, caminamos en silencio como hicimos desde que nos besamos, sin necesidad de palabras, deleitándonos con nuestra compañía mutua.
- Buenas noches, Elaine – me dijo acariciando mi mejilla, mientras me miraba intensamente.
- Descansa – dije con los ojos cerrados, disfrutando su tacto cálido, deseosa de que no se termine.
- Hasta mañana – dijo alejándose y caminando a su tienda.
- Peter – grite mientras corría hacia él, al girarse para pera verme, rodee mis brazos a su cuello, para luego agarrarlo de las mejillas y sumirnos en un tierno beso- hasta mañana – fue lo ultimo que dije antes de volver a mi tienda, dejando atrás a un Peter anonadado y con una tierna sonrisa en su rostro.
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Corazón de guerrera| Peter Pevensie
RomanceElaine siempre fue una joven tranquila e impulsiva, con una vida normal...oh así lo era hasta que conoció a los 4 hermanos Pevensie de camino a la casa del profesor Kirke, en donde juntos se adentraran en un extraño y mágico ropero, donde los espera...