El farol a mitad del camino

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Los pesados pasos de los corceles trotando movían fuertemente la tierra bajo sus patas, los reyes y reinas ya adultos y maduros se entregaron nuevamente a los deseos de juventud y libertad

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Los pesados pasos de los corceles trotando movían fuertemente la tierra bajo sus patas, los reyes y reinas ya adultos y maduros se entregaron nuevamente a los deseos de juventud y libertad.

Aventurados, siguieron su persecución al ciervo blanco, aquel animal perteneciente a una maravillosa y vieja leyenda Narniana que los cautivo por completo.

-¡Mas rápido cariño, o te quedaras atrás!- Grito Elaine a su esposo, quien tenia las riendas del caballo que ambos montaban.

-No me tocaran ni los talones 

-Empiezo a pensar que tu insistencia por que monte contigo, es que temes a perder ante mi- se burlo ella, recordando cuanto le rogo una cabalgata juntos.

-Me atrapaste querida-le siguió el juego el, besando su mejilla y disminuyendo el ritmo del caballo al ver q sus hermanas se detenían.

-¿Que sucede Ed?- hablo Susan- el ciervo blanco se esta alejando- le respondió, cuando este le dijo que descansaba.

-¿Que es lo que dijo en el castillo?- hablo Lucy mirando a su hermana.

-Esperen en el castillo, yo iré por el ciervo- le siguió la broma la mayor de las Pevensie.

-Ya basta, no lo molesten- hablo Elaine, pero aun así no pudo aguantarse la risa que estaba soportando en su garganta, todos la siguieron. 

Cuando Peter quito la mirada embelesada que le dirigía a su esposa, y la poso unos metros a lo lejos, algo llamo su atención. 

-¿Que es eso?-dijo llamando la atención de todos- el gran rey Peter bajo de su caballo, para luego ayudar a Elaine bajar de este, todos los siguieron- yo conozco esto.

Un farol encendido a mitad del camino, lleno de vegetación a su alrededor era lo que ellos veían.

-Parece un sueño- vocifero Susan.

-O el sueño de un sueño- contradijo Lucy 

Elaine se acerco unos cuantos pasos hasta posar una se sus manos en el faro.

-Habitación- susurro, con una imagen de un lejano recuerdo.

-Ha...bitacion- vacilo la menor de los Pevensie como si lo recordara, gracias a las palabras de la mayor.

Ambas se miraron y lo supieron.

Lucy fue la primera en tomar carrera con Elaine pisándole los talones.

Los demás reyes las llamaban, siguiéndolas por detrás, pero poco les importo, sin importar ellas siguieron su camino, cruzando por el bosque y esquivando ramas. Pero en un momento las ramas dejaron de estar frente a ellos y ahora debían esquivar y empujar abrigos, el bosque pareció irse achicando y haciéndose mas y mas oscuro, tanto que los quejidos de ellos se escuchaban por las pisadas o empujones que se daban.

Pero de pronto, como si una puerta se abriese, todos salieron disparados hacia adelante, colisionando contra el piso.

Cuando se observaron entre si, se dieron cuenta que ya no eran adultos, ya no vestían sus ropajes Narnianos y ya no estaban en Narnia. 

Ahora eran unos jóvenes niños nuevamente, con sus ropajes ingleses y en la casa del viejo profesor Kirke.

-¿Que rayos?- hablo El, viendo al profesor entrar.

-Ah, aquí están, ¿Qué hacían todos metidos en el armario?- hablo el anciano con una conocida pelota en la mano.

Todos se miraron entre si y algo sonrientes vacilaron.

-Bueno.....

-Si se lo contamos, no nos creería- respondió Peter, al ver que Elaine no sabia que decir al respecto.

El hombre sonrió y le paso la pelota al muchacho.

-Hay que ver....








Continuara...


Corazón de guerrera| Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora