El descubrimiento de lucy

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La casa era al estilo victoriano, verdaderamente grande y antigua, cada rincón tenía esculturas o armaduras, cuadros, pinturas, armas y un montón de otras cosas viejas y valiosas

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La casa era al estilo victoriano, verdaderamente grande y antigua, cada rincón tenía esculturas o armaduras, cuadros, pinturas, armas y un montón de otras cosas viejas y valiosas.

Apenas un pie nuestro tocó los marrones pisos de madera que el hogar tenia la señora Macready comenzó a decirnos las cosas que debíamos y que no debíamos hacer mientras nos guiaba por la casa, procedió a enseñarnos nuestras habitaciones, nos informo los horarios de las comidas y se fue a hacer sus labores.

Me toco compartir habitación con Susan y Lucy, lo que no fue un problema me gustaba la idea de conocernos más, mientras que a Peter y Edmund les toco compartir habitación, no pude evitar pensar que en menos de dos minutos juntos ya se iban a matar.

Esa noche Peter vino a nuestra habitación a escuchar la radio, por lo que aproveche a informarme un poco más acerca de la situación que vivía el mundo en este momento.

Claro que no esperaba que la mirada de Peter se fijara en mi en vez de la ventana que tenía en frente.
Intentando no prestarle atención a mis nervios tome un libro y fingí leer.

"los aviones alemanes atacaron de nuevo Gran Bretaña anoche, las incursiones que duraron varias horas...."

De pronto Susan apago la radio por lo que Peter apartó su mirada de mi cosa que agradecí y ambos miramos a la Pevensie mayor, esta nos hizo señas hacia Lucy que se encontraba en la cama acurrucada entre las sabanas con una cara algo triste.

-Las sabanas están duras – nos dijo la pequeña

Nos dirigimos hacia su cama y procedí a sentarme a su lado mientras le dedicaba una sonrisa y acariciaba su cabello para que no se pusiera mal.

-Las guerras no son eternas Lucy, volveremos a casa – le dijo Susan.

-Si es que aún existe – dijo Edmund entrando a la habitación.

-Ya duérmete, Edmund –dijo molesta Susan.

-Si, mama

-¡Ed! – le retó Peter

- Ya has visto fuera esto,es enorme y podemos hacer lo que queramos, va a ser fantástico – le dije a Lucy mientras la abrazaba, para cambiar de tema, la pequeña me miro con una sonrisa y luego comenzamos a prepararnos para dormir.

Peter y Edmund se estaba yendo de la habitación para que podamos cambiarnos, cuando...

-Elaine – me llamo el mayor de los hermanos y me hizo una seña para que saliera un segundo, supuse que me quería decir algo así que lo seguí.

- ¿Que sucede?

-Gracias por lo que le dijiste a Lucy, a veces Edmund se pasa un poco con lo que dice – dijo apenado y agradecido.

-Esta bien, no tienes que agradecerme y seguramente Edmund no lo hace con malas intenciones, solo que en estos tiempos hay mucho que procesar y no sabe como expresar las cosas – le respondí con una sonrisa y mirándolo a sus ojos, nos miramos por unos cuantos segundos hasta que empecé a sentirme nerviosa y con mis cachetes ardiendo desvié la mirada y procedí a despedirme – Buenas noches, Peter.

Corazón de guerrera| Peter PevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora