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Venía regresando yo del baño, cuando Cedric se muestra por igual, fuera en los pasillos. Nos vemos a lo lejos y nos saludamos. Tomé la iniciativa de acercarme a el para saludarlo bien, ya que en toda la noche no habíamos tenido la oportunidad, y el también se acerca. 

- hola tú. - me dice mientras coloca sus manos sobre los bolsillos de su pantalón.

- hola. - reí.

- quizá tu fuerte y perfecta pareja de baile ya te lo dijo muchas veces esta noche pero Lana, te ves increíblemente hermosa. 

- gracias. - no sabía que decir, estaba muy nerviosa. - tu igual. Vaya, guapo. Luces guapo. - se ríe de mi. - ¿cómo te la estas pasando?

- me la estaba pasando muy bien aunque, hace unos cinco minutos, Cho me ha dicho que se sintió mal y que prefirió irse a acostar.

- oh, pero que mala suerte. - no entiendo el porque de ello. Esto no pasa ni en el libro ni en la película. - de verdad, lo lamento.

- si... la noche es joven. - suspira. - y no he bailado ni una pieza contigo. 

- ¿quieres bailar con Las Brujas de Macbeth cantando rock de fondo? - le dije mientras me asomaba al gran comedor y así se encontraban todos brincando y muy emocionados.

- definitivamente no. - se ríe. - podemos ir a la sala común o quizás... ya se. - me toma de la mano y salimos del castillo.

- nos van a matar por salir. 

- no somos los únicos. - mientras salíamos, pude ver a Fleur y a su pareja irse directo al bosque a... supongo que a hacer eso. También había muchas parejas escondidas entre los pasillos y afuera. - espero que tu pareja de baile no te extrañé.

- estaba muy ocupado bailando con alguien mas. - con Hannah. - dudo que eso pase.

- bueno, yo si lo haría. - ¿por qué hace este tipo de comentarios? tan solo me hace sentirme mucho mas atraída hacia el. 

- ¿y bien? ¿aquí bailaremos? - le dije mientras llegábamos a la parte de afuera de la clase de herbología. No éramos los únicos, habían otros dos estudiantes bailando por igual. - bueno, han decorado con luces navideñas.

- les quedó muy bien. 

- la verdad es que si. - terminé por decir, y el me extiende su mano para que podamos bailar. Yo la tomo y me acerco a el, justo como en la practica que tuvimos hace un mes exactamente. 

- entonces... quieres ser pintora.

 quieres ser pintora

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- así es. Me encanta dibujar, pintar... todo eso. - le decía mientras bailábamos. - lo sé, me queda claro que no es una profesión del todo.

- eso no tiene nada de malo, Lana. - voltear hacia arriba para poder ver sus ojos era algo que me causaba muchos nervios. - es increíble. ¿has dibujado algo este año? 

𝑈𝑁𝐷𝐸𝑁𝐼𝐴𝐵𝐿𝐸 | 𝐶𝐸𝐷𝑅𝐼𝐶 𝐷𝐼𝐺𝐺𝑂𝑅𝑌Donde viven las historias. Descúbrelo ahora