𝑈𝑁𝐷𝐸𝑁𝐼𝐴𝐵𝐿𝐸 | 𝐶𝐸𝐷𝑅𝐼𝐶 𝐷𝐼𝐺𝐺𝑂𝑅𝑌

prólogo

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*Hace seis años*

Mi padre es una persona que trabaja demasiado. Y eso nunca ha sido del todo un gran problema... tan solo el hecho de que casi no pasó tiempo con el. Y las veces que si lo pasamos juntos, es porque es navidad o mi cumpleaños. Hoy es un día de esos. Hoy es mi cumpleaños. Hoy cumplo por fin doce años y me prometió que pasaríamos todo el día juntos.

- oh esa canción me gusta mucho. - dice mi papá mientras le sube a la radio. - ¿no te suena a canción de playa?

- ¿de playa? - me reí. - ¿cómo?

- si... como... de playa. - repite y se ríe. - como escuchar música de Bob Marley.

- ¿dices que Rude suena a reggae?

- tienes doce años y sabes mucho más que yo de música.

- bueno, eres un abogado. No el dueño de una disquera. - me empuja pero jugando. - a Patrice no le gusta esta canción. - mencione a nuestra vecina.

- ¿que? ¡Es muy buena! - abre las ventanas y saca la cabeza. - ¡Can I have your daughter for the rest of my life, say yes, say yes, 'cause I need to know!

- oh Dios. - me tapé la cara de la pena y me reía como loca.

- ¿que quieres hacer? Podemos cantar Rude todo el día o...

- ¿que dices de ir a una librería? - me voltea a ver. - quisiera un libro.

- ¿cual?

- uno... mis amigas. Todas están leyendo ahora. - dije algo apencada. - yo también quiero.

- ¿y que pasará el día que tus amigas se quieran drogar? ¿Lo harás? - lo dijo con una sonrisa en el rostro así que infiero que no está molesto. No supe que contestar. - estoy feliz de que me pidas un libro y no tu primera botella de alcohol.

- yo estoy feliz de estar contigo. - se que al yo decir eso, lo hice sentir un poco mal, pero esa no era mi intención. Tan solo... realmente disfruto de estar con el. Y casi nunca pasa.

...

- y bien... ¿que libro? - entramos a la librería y en verdad que es muy linda. Jamás había ido a una a comprar algo de mi gusto. Solo los de mi escuela.

- se llama "Divergente". - es el que mi grupo de amigas no deja de hablar. - lo iré a buscar.

- te acompaño. - le sonreí. Fuimos al área de juveniles y era literal el primero que se mostraba. - eso fue fácil.

- así es. - lo tomé y estaba por irme.

- espera. - voltee a verlo. El traía otros tres en su mano. - te compraré estos.

- ¿Harry Potter? Eso es para niños.

- oh, lo siento adulto de cincuenta años. - se ríe. - vamos, todos hablan de estos libros. Y están en juveniles. No en niños.

- ¿tres?

- de hecho son siete pero creo que primero los primeros tres. - lo miré con sorpresa. - apostemos algo... si no te gustan, venimos de regreso y te compro otros tres para remplazar los que te estoy escogiendo.

- ¿y si si me gustan?

- tu tendrás que pagar los demás. Porque yo se que te gustarán y querrás otros...

- quizás. - se voltea, para ir a la caja registradora.

...

Un mes después

- tenias razón...  si me gustaron los libros. - le dije a mi papá quien venía llegando del trabajo. - compraré el cuarto.

- ¿el cáliz de fuego?

- así es, ese es su nombre. - le recomendé los libros a mi mejor amiga y ella también los amó. Ella ya leyó el libro y me dice que me encantará el personaje de Cedric Diggory en este libro. Veamos qué tal. - mañana veré cómo voy por el libro.

- ¿este libro? - el me lo muestra, mientras lo saca de su bolso. - se que dije que tú debías comprarlo pero... bueno, compras a partir del quinto.

- ¡Gracias! - corrí a abrazarlo.