𝑈𝑁𝐷𝐸𝑁𝐼𝐴𝐵𝐿𝐸 | 𝐶𝐸𝐷𝑅𝐼𝐶 𝐷𝐼𝐺𝐺𝑂𝑅𝑌

9

- ¿entonces? ¿que haremos para tu cumpleaños? - no tengo idea que fue lo que acaba de pasar, no tengo forma de explicarlo pero por alguna razón, yo había salido de la sala común, para poder ir a ver la competencia pero... ¿ahora estoy en la escuela? Con Danny a un lado. El mejor amigo de Tory. 

- mi cumpleaños ya ha pasado. - dije muy confundida.

- claro que no. No hay manera de que pueda olvidarlo... ya que es en Halloween. Y eso es en unos días. - me detuve a medio pasillo a reflexionar todo lo que ha pasado. - ¿te encuentras bien?

- no. - el preocupado, me toma de la mano. Quizá pensó que me desmayaría o algo así, pero no era el caso. Tan solo estoy tratando de analizar que si lo que paso era real, o tan solo un sueño. 

- ¿Lana? - se acerca Tory y ella también lucía de lo mas confundida. - ¿qué rayos acaba de pasar? 

- no lo sé. - a un lado suyo venía Sophie. Quien es la chica mas popular de todas y por si no fuera poco, la mas bonita. La amiga de Tory. Creí que ya me había librado de tener que convivir con ella. 

- ¿que les pasa a ambas? - se ríe. - oigan ¿qué creen? mi hermana menor ayer puso en la televisión esa película que tanto les gusta...

- ¿hemos regresado? - le pregunté a Tory, interrumpiendo a la chica rubia.

- eso parece.

- ¡el cáliz de fuego! - dice en voz mas alta para que pudiéramos hacerle caso y funcionó. Ambas volteamos a verla. - ese chico, el que murió al final... esta increíblemente guapo. - suspira. - ya lo puse de fondo de pantalla.

- Cedric. - dije y ella asiente. - Tory, necesito hablar contigo. 

- vamos, Soph - le dice Danny y el muy amable nos ayuda a que ella deje de hablar de una vez por todas. Se lo agradezco mucho. 

- ¿fue real? ¿o solo fue un sueño? - me pregunta Tory. - estoy segura de que fue muy real.

- no podemos compartir sueños. - le dije. - todo fue real. Yo lo se. Lo que no se, es porque hemos despertado. Porque regresamos.

- y los días siguen igual... - voltea a ver a todos lados. - estaba por empezar la primera prueba.

- besé a Cedric. - ella me mira sorprendida. - y el a mi.

- woah.

- oye, yo no soy la que ha pasado cada día con Weasley. - dije cruzando me de brazos.

- pero no nos hemos besado. - ella tan emocionada, empieza a dar brincos.- ¿y como es? algo me dice que debe besar increíble. Es tan solo el chico mas apuesto de todo el colegio y... espera. Cho te matara cuando lo sepa.

- para empezar, dudo mucho que una chica tan dulce como ella llegue a hacerme algo. Y... no va a saberlo, porque si es que regresamos, arreglaré las cosas.

- ¿para que?

- yo no debo interponerme en los planes del ultimo año con vida de Cedric...

- primero tenemos que enfocarnos en regresar. ¿de acuerdo? - asiento. - ahora... ¿donde dices que tu padre consiguió esa libreta?

- en una feria, creo.

... 

- ¿hola? - entramos a lo que creemos que es su nuevo negocio. - ¿se encuentra aquí Dianne Hardy? - pregunté.

Lo que hicimos fue que regresamos a la casa y tomé de la libreta. Atrás, por donde se encontraba el código de barras, venía un numero y nos dijeron que podíamos contactarla aquí. Es una tienda en el centro de la ciudad, cerca de el supermercado y la juguetería. Pero el lugar lucía algo... abandonado. 

Ni siquiera tengo recuerdo de esa persona. Pero ahora que veo a la mujer que sale a atendernos, creo que es ella. Es igual a quien recuerdo pero por supuesto que un poco mayor. 

- esa soy yo... ¿en que les puedo ayudar? - cabello negro muy oscuro y con rizos en el cabello bien marcados. 

- hace unos años, mi padre le compró esta libreta a usted... en una feria. - cuando dije eso, ella no pudo evitar soltarse a reír.

- ¿dijimos un chiste? - le dice Tory muy molesta.

- ¿segura que no eres una Slytherin? - le dije en voz baja. Luego me voltee a ver de nuevo a la señora. - um... la hemos usado. Y funcionó.

- me alegro. Esa fue de mis primeras pruebas... creí que no funcionaría.

- entonces es real.

- por supuesto que es real. - me la toma de las manos y empieza a verlas. - ¿cómo les fue?

- increíble. - contesta Tory.

- y por esa misma razón quisiéramos regresar.

- cuando hacía estas libretas... que solo hice unas tres por cierto, les puse que solo eran ciertos días. No puedes dejar por completo tu vida, cariño. - me dice regresando me la libreta.- tampoco soy Dios.

- no pero aun así por alguna razón lograste que entráramos a una película. - de nuevo Tory se altera y alza la voz.

- ¿y que pasa si dejamos cosas inconclusas?

- ¿a donde llegaron? - me pregunta. - ¿a que año? ¿con quienes convivieron?

- ¿usted es una bruja? - Tory pregunta y yo la interrumpo.

- séptimo año escolar en 1994. Estuvimos viendo todo sobre el cáliz de fuego y a unos minutos de ver la primera prueba.

- que tierno. - ella se ríe pero nosotras no. - mi hija por igual adoraba Harry Potter, es por eso que hice de estas libretas.

- ¿ella sigue en... en ese universo? - ella niega con la cabeza.

- ella ha crecido. Esta en su primer año de la universidad. - hice una mueca. Pensando en el que yo también ya debería crecer. - no me lo tomen a mal.

- para nada lo hacemos. - dice Tory. - pero quiero regresar. No me importa parecer una persona madura loca la cual quiere ir a Hogwarts.

- lo siento, no pueden abandonar su vida real. Por eso dejé de fabricarlas... la gente se obsesiona con universos que no son reales y... jamas quieren regresar.

- bien pero, nosotras no sabíamos que serían solo dos semanas. - ella se cruza de brazos. - ¿puede darnos otras dos semanas? le pagamos.

- lo que quiera. 

- ¿no escucharon lo que dije, cierto? "hija en universidad" - no entiendo su punto. - no necesito dinero.

- ¿y porque sigue en este local? - pregunté.

- para que personas como ustedes, no se queden con la duda. Poder ayudarlas.

- entonces ayúdenos. - se queda pensando. - mire... deje nos terminar el año escolar. 

- eso es mucho tiempo. 

- no volveríamos a Hogwarts. Estamos en nuestro séptimo año. Solo unos meses y eso sería todo.

- ¿en verdad quieren mucho esto?

- mas que nada. - Tory de nuevo me interrumpe.

- por favor. - terminé por decir.

- espero que manejen tarjeta de crédito, niñas o que traigan mucho dinero. - sonreí, sabiendo que ella aceptaría.