Había sido imposible para Baekhyun resistirse a los encantos que Chanyeol seguía escondiendo bajo la manga, encantos que evidentemente conocía y que no tenían nada de nuevo, pero que lo hacían sentir de la misma manera que la primera vez que se enamoró de él. Se sentía como un tonto, estaba seguro de que era víctima de un amor unilateral, atontado por Chanyeol, por sus besos y sus palabras tan lindas y envueltas en una aparente sinceridad que lo convertían en un regalo llamativo, pero del que dudaba.
Se quedó mirando el correo que tenía en frente por más de media hora, hasta que se preocupó por ver el reloj en la pantalla enterándose de que se había perdido el almuerzo por pensar mucho las cosas. Se había convertido en eso, un pensador, cualquier tema que lo colocara sensible rondaba en su cabeza por al menos una hora haciéndolo sentir miserable.
No podía evitar sentirse así de vez en cuando, le era imposible dejar de pensar lo tonto que había sido y cómo la había cagado tantas veces. Al menos tenía un caballero de blanca armadura parado fuera de su apartamento con dos bolsas de comida para llevar y una sonrisa como ninguna otra, le resultaba más que romántico responder a la puerta sin ninguna esperanza y encontrarse con alguien tan maravilloso como lo era Chanyeol.
—Llegas en el mejor momento.
—Me escapé del trabajo solo por esto, no le cuentes a mi jefe.
—Descuida, mantendré silencio por esta vez —soltó una risa antes de aceptar el beso que le dio y hacerse un lado para dejarlo entrar—. No sabía que eras tan espontáneo.
—Lo aprendí con los años —murmuró quitándose los zapatos con torpeza intentando no voltear la comida sobre el suelo—. Iré de compras con Daehyun luego de esto, espero que no te moleste.
—Ya lo estás pagando con traerme el almuerzo, tranquilo —se sentó sobre el sofá separando los palillos con destreza y agarró uno de los platos plásticos antes de que Chanyeol pudiera decir algo.
Él, en cambio, seguía en la pequeña cocina sacando agua embotellada del frigorífico como si fuese su propio hogar, cerrando la máquina con la punta del pie antes de correr a pasos cortos donde Baekhyun y sentarse a su lado para hacer lo mismo que él. No quería parecer desesperado, pero estaba muerto de hambre y condujo durante unas cuantas cuadras con el olor de los fideos colándose por su nariz y provocándole retorcijones del hambre que tenía.
—Hablé ayer con Jongdae, dijo que quiere invitarnos a cenar el sábado. Después de lo que pasó ese día cree que seguimos casados.
Chanyeol soltó una risa nerviosa asintiendo y tragando los fideos como si fuese una competencia para no decir nada más que lo necesario.
—Iré con ustedes entonces —su sonrisa de labios manchados alertó a Baekhyun, quien con el pulgar limpió los restos de salsa y lo metió a su boca sin más—. Eso ha sido adorable, asqueroso, pero adorable.
Negó riéndose tontamente volviendo a sus fideos—. No es nada, son instintos de padre.
—Claro... cuando no lo eras también hacías lo mismo.
—Deja de recordar esas cosas, es... —intentó encontrar una palabra perfecta para expresarlo, pero no había nada que funcionara— no lo sé.
—Me gusta recordar los lindos momentos, Baek, no es como si solo estuvimos casados y ya.
—Ya lo sé, es solo que... me siento raro cuando lo dices.
Chanyeol le acarició el rostro cuidando de no hacerle daño. La calidez de su mano terminó con Baekhyun acurrucándose en ella, pero sus dedos caminaron hasta su nuca, tirando de él, acercándolo con la menor brusquedad posible y fundiendo sus labios en un beso.
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Día de Padres
FanfictionDaehyun siempre ha soñado en asistir al día de padres de su escuela de la mano de sus progenitores, sin embargo, ha tenido que conformarse al hecho de ser acompañado por su padre y su 'tío Se'. Este año tiene la pinta de ser diferente, solamente nec...