Día de Padres

XXI

—Entonces seguiste mi consejo.

—¿Consejo? Pero si el único que me diste es que no quemara la casa —Kyungsoo lo pateó por debajo de la mesa sin pensarlo dos veces, por lo que obtuvo una mirada de ojos bien abiertos y una maldición en susurro.

—Te dije que no evitaras tus sentimientos, idiota, pero veo que lo llevas bien con él y tu hijo.

—¿Y eso cómo lo sabes si no te lo había dicho?

—Te vi comprando en la joyería hace unos días, tu pequeño es la fiel imagen de su padre.

—Me excedí, ¿no es cierto?

Se encogió de hombros empujando la taza que tenía en frente—. Sigue siendo tu dinero después de todo, ¿no pediste un préstamo o sí?

—Con la tasa de interés que tienen prefiero colgarme del tubo de la bañera.

—Al menos eres inteligente, ya no es bueno pedir ayuda al banco. De todas maneras, ¿cómo está tu hijo?

—Muy bien, se fue de vacaciones con mi madre.

—Suena genial, la casa de tu madre es una fantasía —sonrió recordando los momentos que había vivido en la casona junto al bosque que la madre de Chanyeol había comprado tras el divorcio—. ¿Cómo es que está tu... novio?

—Baekhyun seguramente está retorciéndose en el suelo porque le falta una coma a un diálogo. Ha estado como loco con un guion que debe arreglar, ¿cómo estás tú y tus perros?

—Espléndido, les compré unos botones de mierda que están de moda. No paran de pedir comida con ellos, son un absoluto desastre.

—Ya veo... —asintió no teniendo idea a lo que se refería, no queriendo parecer un tonto ante los ojos de su expareja—. ¿Tus hermanas siguen de malas?

—Si te vieran seguro te arrancan la cabeza, pero no te preocupes, solo están enojadas porque no pudieron ser mis damas de honor. Creo que jamás lo serán en esta vida.

—¿No piensas casarte?

—Por el momento estoy bien, te dediqué cinco años y no nos resultó, ¿de qué me sirve incursionar en el amor otra vez tan pronto?

—Es lo justo, perdón por quitarte esos cinco años.

—Otra vez con lo mismo, nuestra relación amorosa se terminó y ya no se hablará de ella nunca más. ¿Está claro?

—Yo solo decía...

—Ya resolveré mi soltería, no es de tu incumbencia.

—Si necesitas que te presente a alguien me dices.

—Al papa me vas a presentar, pesado. Termina eso y salgamos de aquí, ya me estoy asfixiando.

Se agitó con las manos mirando hacia todos lados incómodo por lo pegajoso que se sentía—. Solo los dementes como tú usan cuello de tortuga cuando hay más de treinta y siete grados.

—Pues ayer me comí un jugoso pene y él me comió a mí, por eso ando con esta estupidez encima.

—¿Fuiste víctima de los mosquitos?

—Me aterra que me conozcas tan bien —su tono demostraba su evidente molestia incluso cuando soltó una risa tonta y alegre—. Te esperaré fuera, voy a comprar unos cigarrillos.

—No demoraré mucho, en un momento voy contigo. Baekhyun viene a buscarme, podemos llevarte.

—Ya quiero saborear la sangre del golpe que me va a dar.