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—Tenemos que sanar nuestras heridas por el bien de nuestro hijo.

Chanyeol suspiró tras darle un sorbo a la leche de chocolate que había comprado para su hijo. Con solo una taza y tras un minuto en el microondas aquella leche de caja parecía un manjar hecho por los mismísimos dioses. Lo estuvo pensando inconscientemente durante la tarde, mientras veía a su hijo siendo feliz jugando con ambos, necesitaba darle esa estabilidad que merecía, no quería estar alejado del pequeño durante cinco años más porque no podía ponerse los pantalones y actuar como el adulto que era.

Baekhyun lo miró dubitativo decir que pensaba evitar el tema en lo que esperaba por Sehun era la verdad más clara en su vida. Pero, incluso cuando su expresión y postura reflejaban las pocas ganas que tenía de tocar el tema, no consiguió más que un encogimiento de hombros por parte de Chanyeol, quien sí estaba dispuesto y necesitaba soltar todo lo que había guardado en cinco años de relación y otros seis separados.

—Me convertiste en alguien inseguro, estuve todos estos años luchando contra eso, me permití ser egoísta y encontrar a alguien que me ayudara mientras yo hacía lo mismo por él. Es obvio que debemos aclarar esto cuanto antes y también es importante que te diga cuánto necesitas que alguien te ayude. Nunca me ha molestado ser visto como alguien indeseable, me preparé mentalmente para ello y preferí que tú —lo señaló sin intenciones de sonar enojado, aunque evidentemente no estaba resultando— no te vieras perjudicado porque te amaba.

—Chanyeol…

—Deja que termine antes de que digas cualquier cosa. Esta situación me pone de mal humor, he peleado con mi hermano, con tu mejor amigo e incluso tuve que cancelar mi boda porque permití que fueses la víctima cuando en realidad no lo eras. Estaba roto, fui una mierda conmigo mismo y me perdoné. Lo hice porque tenía a alguien como Kyungsoo a mi lado, porque me abrió los ojos incluso cuando él tenía sus mierdas, estaba preparado para pasar una vida con él y ser feliz, pero nuevamente todo se fue a la mierda porque llegaste.

No supo como contestarle, así que le permitió seguir hablando cuanto quisiese, hasta que pudiera aportar algo significativo a la conversación. Ya no eran tiempos para comportarse como la víctima.

—Necesitas ayuda, Baek. No creo que pueda ayudarte, pero estaré para ti, aunque nuevamente me vea como el tarado de veinte años que estaba enamorado de ti.

—Chanyeol, no estoy preparado para una relación.

Sus dedos se enredaron entre los cabellos de su nuca mientras miraba a Baekhyun, a pesar de no ser una sorpresa, estaba frustrado porque él no entendiera sus palabras. ¿Qué tan difícil era entender que necesitaban resolver las cosas?

—No, no tendremos una relación —dictaminó con la mirada puesta sobre la contraria, el pequeño cuerpo de Baekhyun se encogió en su lugar a sentir los ojos del mayor sobre él. Decía con tanta seguridad cada palabra que ni siquiera sonaba como el Chanyeol que conocía—. Nos conecta Daehyun, él es nuestro hijo y prioridad.

Terminó por aceptar la idea asintiendo suavemente sin estar lo suficientemente seguro de querer tener una conversación tan seria como a la que se estaba enfrentando. De no ser por esa faceta tan dominante de Chanyeol que recién estaba descubriendo, estaría ya en casa, escondido en su habitación rezando para no tener que afrontar la realidad que sin duda se le estaba yendo encima, como una imaginaria torre de cien pisos demoliéndose y aplastándolo.

—¿Quieres hablar sobre lo que pasó? —era una pregunta tonta, pero eso no evitó que la hiciera.

—Acabas de llorar en mi hombro, nunca lo habías hecho antes, la única vez que te vi tan roto fue cuando terminamos.

Día de PadresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora