XVI

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El timbre lo sacó de su sueño llenando su hogar de la melodía que duró algunos segundos, los suficientes como para ponerlo de pie a pesar de que todavía no estaba despierto del todo. Los sábados eran sus días de descanso, aunque aprendió a modificarlos por y para su pequeño hijo, con algunas pequeñas excepciones.

Llevó su mano a su espalda, escabulléndola bajo la suave tela de su pijama y terminó por abrir la puerta con los ojos entrecerrados sintiéndolos escocer por el repentino golpe de luz solar.

—Hay cosas que nunca cambian.

Abrió los ojos de golpe al escuchar la suave y grave voz al otro lado de la puerta y se hizo a un lado para dejar que él entrara. Se sentía miserable con el pijama puesto cuando debería estar levantado porque el mediodía había llegado horas atrás, aunque la sonrisa de corazón había disipado toda su pena.

—¿Cómo has estado? No creí que vinieras, Kyung, me has tomado por sorpresa.

—Quise ser espontáneo por primera vez, no resultó cuando hice mi primer café por la mañana, pero poco a poco estoy tomándole el peso.

—Me gustaría estar mejor preparado la siguiente vez, si no te molesta.

—Lo tendré en cuenta —murmuró observando hasta los más pequeños detalles del lugar.

Kyungsoo se paseó deliberadamente por el lugar echándole un vistazo a las nuevas características del lugar. Como sus fotos habían sido reemplazadas por marcos vacíos, las inexistentes velas de canela que esparció por el lugar ya no estaban y había un sospechoso sobre cumpliendo el rol de portavasos en la mesa de centro.

—Se siente diferente —murmuró sentándose junto a él. Chanyeol asintió más relajado que en un principio, cerró los ojos ante las caricias del mayor y lo miró cuidadosamente—. Realmente todo es diferente, me gusta así.

Chanyeol se sonrió para volver a cerrar los ojos, mentiría si dijese que no estaba muerto de sueño, así que lo demostró sin la necesidad de incluir palabras a la situación. Kyungsoo dejó la chaqueta a un lado para concentrarse plenamente en el más alto, quien parecía estar más dormido que despierto.

—Lamento interrumpirte tan repentinamente. Pensé que estarías haciendo algo en tu oficina, fue demasiado desconsiderado de mi parte.

—No me molesta, es lindo volver a verte. Creí que jamás volveríamos a congeniar después de nuestra ruptura.

—Necesitaba un tiempo para pensar las cosas, sentí que si volvía demasiado pronto iba a ser malo para ambos. Tuvimos una relación muy dependiente y si te veía otra vez podría haber hecho cosas de las que no me sentiría orgulloso en un eventual futuro.

—Lo dices como si hubiera terminado muerto.

Encogió los hombros mostrando que estaba en lo cierto—. No se aleja mucho de la realidad —tragó en seco tosiendo porque su saliva había avanzado por el lugar equivocado—, pasé por muchas etapas durante los últimos meses, quise matarte y durante momentos sentía que no podía vivir sin ti, pero ya estoy mejor.

Chanyeol lo abrazó cálidamente dejando un beso sobre su mejilla, Kyungsoo no demoró en aceptar el abrazo soltando una risa tonta, la posición no era la más cómoda, pero el sentimiento lo hacía mil veces mejor.

—Me alegra que estés bien, quiero verte sonriendo todos los días que me quedan de vida. Luces deslumbrante cuando sonríes y lograste todo esto tú solo. Estoy orgulloso de ti.

—Suenas como mi padre, ¿cómo no lo vi antes? Eres todo un papá ahora —el mas bajo volvió a reír separándose de Chanyeol para verlo mejor—. ¿Tu hijo ha estado bien?

Día de PadresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora