capítulo 15.

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Mini-maratón (2/2)
NSFW WARNING, SMUT MAL HECHO, CONTENT R18(???) Realmente es más soft que cochino, perdón

Alfa y Omega
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Realmente no pasó mucho para que el tema vuelva a flotar entre ellos.

Fue esa misma mañana en la que Akaashi despertó entre los brazos de Bokuto fue en la que el elefante en el cuarto salió nuevamente, las feromonas dulces e imponentes -pero al mismo tiempo suaves y picosas- del alfa estaba esparcidas por toda la habitación cuando recuperó la conciencia después de un abrazador sueño. Lo primero que hizo fue mirar a su alrededor algo desconcertado por no estar en su pieza, después recordó que se había quedado a dormir con su novio y que también lo haría ese día al tener un fin de semana largo.

Posteriormente levantó la mirada, observando detalladamente el rostro angelical de su novio que dormía tranquilamente. Por último miró el reloj despertador -que estaba desactivado-, eran las once y tanto de la mañana y era sumamente extraño que en el departamento no haya ruido. Akaashi no tuvo otra que salir a investigar, Bokuto no tardaría en despertar así que aprovecharía de servirse un tazón grande y cargado de café para terminar de despertar.

Se levantó con cuidado de no despertar a su pareja quien segundos después se quejó al no sentir nada entre sus brazos haciendo que Akaashi agarrara una almohada y se la extendiera sigilosamente para que no despierte. Abrió y cerró la puerta con cuidado, arrastrando los pies por el pasillo hasta llegar a la sala y encontrarse con un desastre de latas de gaseosa, el omega quiso pasar de eso, pero finalmente terminó recogiendo todo y tirándolo a la basura como un ser humano civilizado.

Cuando estuvo en la cocina se dio cuenta de que una nota estaba colgando del refrigerador con ayuda de un imán. La nota era dirigida a él, obviamente porque el emisario -Kuroo- sabía que se levantaba más temprano que su bro.

El pelinegro notificaba que había salido temprano porque debía ver unos informes que le iba a entregar a un profesor en la universidad y que después se quedaría con Kenma ya que su padre le había dicho donde dejó las llaves de repuesto, por lo cual, no volvería definitivamente hasta el día siguiente así que le encargaba que Bokuto no se acerque a la cocina ya que la última vez hizo explotar una olla solamente con agua y sal queriendo hacer arroz.

Akaashi agradeció internamente el hecho de que Kuroo no esté, él no solía ser alguien excesivamente violento, pero si lo veía le reventaría la cara a golpes hasta que su rostro solo sea una masa abstracta con pelo.

Sí, seguía resentido por lo de anoche. Muy resentido.

Puso la cafetera y sacó una taza de la alacena, mientras el líquido hervía por su mente se repasaba una y otra vez lo que había sido de la noche anterior y como había sentido el litro de agua fría caer en su cabeza para cortar la pasión cuando la puerta fue abierta de par en par.

En serio, si Kuroo aparecía, iba a matarlo.

El hecho de que se haya ido a perseguir incansable y acosadoramente a Kenma le trasmitía paz, no por la razón de que Kenma debía cargar con el nerd de Kuroo, sino porque estaría lejos del cabreo que le tenía en ese instante. En serio agradecía que estuviese todo el día afuera.

Todo el día afuera...

Cayó en cuenta ¿Sería muy exigente de su parte...?

¡Pamplinas! Él llevaba mucho esperando, cualquier presión sería compresible y más aún ahora que Bokuto sabía. Miró la cafetera, después la puerta de la cocina y salió por el umbral disparado, lo primero que hizo fue asegurar el terreno, abrió la puerta de entrada y agarró la llave que Kuroo tenía escondida abajo del tapete sabiendo que esa era su única copia, después se dedicó a buscar el teléfono de Bokuto, encontrándolo arriba del refrigerador por alguna extraña razón y lo apagó, asegurándose así que ninguna llamada lo interrumpiría.

Perfect | BokuAka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora