Capitulo 19.

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Capricho
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Sorpresivamente el primer semestre de la universidad no fue tan demoledor como pensó que sería. Es cierto y bien sabido que los universitarios se estresan bastante, incluso él tuvo que estudiar muchísimo y prestar demasiada atención en todo lo que decían los docentes de cada materia. Sin embargo, desde que los profesores de la academia habían estado atormentando a todos los jóvenes sobre lo horrible que era la universidad, Akaashi se había esperado y preparado mental -además de físicamente- para algo muchísimo peor.

Tampoco fue fácil, varias veces había estado con los nervios tan de punta que incluso el alfa más poderoso pudo temerle, pero Akaashi siempre fue bueno dominando sus emociones-mentira-, o por lo menos evitaba exteriorizarlas con frecuencia.

En cuanto lo que refería a su relación con Bokuto, Akaashi cree que nunca sintió tanta plenitud, iban bien, a veces -sobre todo en el principio- no se veían por varios días gracias a la disparidad de sus horarios, pero con el tiempo lograron hacerlo funcionar y ahora solían salir por lo menos una vez a la semana sin contar los días que Akaashi iba al departamento de Bokuto ni las veces que el pelinegro iba a verlo entrenar.

Por otro lado, en la universidad Akaashi empezó a extender su vida social, no es que fuese un lobo solitario, marginado y asocial, sino que siempre y de manera discreta tuvo problemas expresando lo que verdaderamente sentía, dejándose ver como alguien callado y serio cuyos únicos atributos eran los físicos, pero al contrario, Akaashi era una persona con mucho que contar, tenía un corazón bondadoso y una voluntad de hierro con un espíritu luchador, y el que ahora pueda dar a conocer aquellos detalles se debía también a que Bokuto había contribuido muchísimo con como se sentía respecto a mostrase como es en realidad. Él no solo le dio la confianza para hacerlo, sino que lo contagió de un carisma único que manejaba Kōtarō, si bien la sonrisa de Keiji siempre ha sido hermosa y brillante, ahora que sonreía con seguridad y libertad era un millón de veces más preciosa de lo que alguna vez fue.

Relacionado con eso, Keiji había hecho varias amistades, entre ellas se destacan sus compañeros de cuarto, los gemelos Miya.

El mayor, Atsumu, era un omega por muy extraño que suene, era un chico extrovertido, sardónico y elocuente que sabía, o caerle muy bien o muy mal a la gente. Se había enterado por su gemelo que Atsumu padecía una complejidad como omega, pues su aroma en vez de atraer a los alfas los repelía y sus celos eran terriblemente dolorosos pero cortos, tal y como si fuese un delta, un subgénero creído como extinto.

Por otro lado estaba Osamu, el gemelo menor, un alfa enlazado con su pareja destinada desde la adolescencia, era un chico algo desordenado -aunque odiaba que se lo dijeran en la cara y lo negaba rotundamente-, sarcástico y emprendedor, era un total opuesto complementario de su hermano.

A Akaashi no le costó mucho adaptarse a la forma de vida de los Miya, mientras Osamu de dormía en la madrugada viendo videos vocaliod o algún anime, Atsumu se levantaba antes del sol para entrenar, o que mientras Atsumu limpiaba, Osamu se paseaba con la comida de allí para allá botando migas que atraían bichos, haciendo que Atsumu le grite que comiera en la mesa porque le daban miedo las arañas, y si había hormigas que fueron atraídas por las migas, las arañas vendrían siendo atraídas por las hormigas.

Con solo verlo dos veces Akaashi aprendió dos cosas: 1) Era mucho mejor no interrumpir lo que sea por lo que estuviesen peleando los Miya por muy estúpida que sea la razón. Y 2) Ignorar las diferencias que existían entre ambos le simplificaría la vida.

Con el tiempo, los Miya además de ser sus compañeros de cuarto se convirtieron en sus amigos y posteriormente en los de Bokuto, especialmente Atsumu, con quién compartía varios intereses y sus personalidades se llevaban más que bien. Atsumu a pesar de ser un omega acomplejado tenía el sueño y la esperanza de convertirse en un jugador reconocido y profesional de volley. Era verdad que la sociedad últimamente tenía más consideración con los omegas y se estaba dejando atrás la discriminación  hacia estos, pero el proceso era lento y las oportunidades eran escasas, así que Atsumu seguía con la constante lucha para forjar su camino por si solo.

Por otro lado, el gemelo más cercano a Akaashi era Osamu, más que nada porque entre ellos podía encontrarse un desorden en medio de la calma y viceversa, además Akaashi veneraba con locura los talentos culinarios del gemelo menor.

La manera en la que crecía la relaciónde Bokuto y Akaashi ya llevaba tiempo anunciando que duraría para esta y sus próximas vidas, incluso los padres de ambos se permitían asegurarlo, es por eso mismo que ciertas ideas a veces chocaban en su mente preguntándose si sería el momento adecuado.

Akaashi por mucho que quisiera ocultarlo era muy caprichoso, podía quedarse callado con respecto a las cosas que deseaba. Sin embargo, aquellas cosas que quería siempre llegaban en el momento oportuno gracias a su virtuosa paciencia y su voluntad.

No por nada tenía todo lo que le rodeaba en el ahora, tenía lo que quería y hacía lo que se dictaba a si mismo porque así lo deseaba y había movido con sutileza las piezas en el tablero. Quizás se desesperó un par de veces, pero una llamada a la realidad le devolvía su razón.

Aquella razón siempre se trataba de Bokuto Kōtarō.

Y esta vez no era diferente, Bokuto era un pilar en su vida tal y como Akaashi lo era en la de Bokuto, por lo cual todas las decisiones que referían a ellos las tomaban juntos. En esta oportunidad Akaashi consideraba que el paso que quería dar era lo suficientemente grande como para evitar actuar por su cuenta como lo hizo la última vez, y que en esta instancia, debía hablarlo con su novio.

El capricho que quería Akaashi, era enlazarse con Bokuto. Aunque más que un capricho, era el episodio que terminaría por unirlos más de lo que estaban y les daría el placer de pertenecer plenamente al otro.

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Hola :D

Gracias por su apoyo, y como siempre, gracias por leer.


Viernes 22 de octubre.
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Perfect | BokuAka Donde viven las historias. Descúbrelo ahora